Un año y medio después de su cierre, parecía que no había esperanza para el Molino Dolores, especialmente después de que el llamado a licitación quedara desierto. Sin embargo, la radio San Salvador de Dolores anunció que una reciente oferta aceptada por el síndico designado para el caso, Gabriel Ferreira, reactivó las oportunidades de los 87 trabajadores todavía desempleados de los 300 que formaban la plantilla.

El llamado a licitación que venció el 6 de abril incluía la venta del inmueble propiedad del molino, la maquinaria, las marcas, los vehículos con las tolvas que entregaban las harinas a las industrias y una planta de silos lindera al molino, por un valor fijado en 10,9 millones de dólares –50% del valor de tasación–. Además se solicitaba al oferente aceptar incorporar al nuevo emprendimiento a 87 de los 107 trabajadores de Nolston SA, ya que 20 habían manifestado la voluntad de no continuar.

Ferreira dijo que “lamentablemente no se presentaron oferentes” en su momento, pero posteriormente “surgieron algunos interesados” y “hace una semana” se acercó una oferta por 8.894.316 dólares. Si bien se trata de un importe menor al de la licitación, el síndico dijo a la diaria que valoró el hecho de que aceptaban respetar las condiciones, “sobre todo de incorporación del personal, incluso reconociendo la antigüedad a partir del tercer año y contemplando el salario y la categoría en la que figuraban en la planilla de Nolston”. Por este motivo, y “dada la situación del giro actual”, recomendó a la jueza que tiene el caso en consideración la aceptación de la oferta. Ferreira, que dijo sentirse “optimista” ante la propuesta, estimó que “habrá alguna novedad para fin de mes”.

A pesar de que la empresa solicitó reserva, adelantó que se trata de capitales locales, “gente con conocimiento de la actividad” y “con respaldo”. Una condición establecida es que, en caso de ser aceptados, empezarían a operar en diciembre de este año.