El edil Alfredo Silva, del Partido Colorado (PC) y uno de los promotores de los patrullajes de vecinos en Toledo (Canelones), dijo a la diaria que le extraña que los diputados canarios “hayan despertado ahora”, ya que “nunca se han preocupado por nada”, y aseguró que la reunión entre los legisladores, el intendente Yamandú Orsi y el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, “llega tarde”. Silva opinó que los legisladores son “los paracaidistas de siempre”, que “aparecen cada cuatro años”, y sostuvo que fueron las rondas de vecinos vigilantes (ya suspendidas) las que provocaron la respuesta de las autoridades.

Según el edil, a raíz de esas rondas el Ministerio del Interior envió un patrullero a Toledo y creó un grupo de investigación permanente en la Seccional 20ª. A fines de junio, El País informó que Silva debería presentarse ante la Jefatura de Policía de Canelones para dar explicaciones, y ayer el edil aseguró que hubo presiones políticas para que se pusiera fin a las rondas, entre otras, de la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, que quería saber cómo los vecinos habían conseguido los chalecos antibalas que usaban al patrullar. Silva afirmó que los vigilantes estaban amparados en el artículo 220 del Código del Proceso Penal, donde dice que “la persona que sea sorprendida en flagrancia delictual deberá ser detenida aun sin orden judicial” y que “en las mismas circunstancias cualquier particular podrá proceder a la detención y entregar inmediatamente al detenido a la autoridad”.

Por su parte, el diputado frenteamplista José Carlos Mahía opinó que en Toledo hay “una situación compleja porque un grupo de personas está llevando a un sector de la población a tomar justicia por mano propia, lo que es condenable”. Aseguró que, en un futuro, “con el pretexto de generar seguridad en el barrio van a provocar una desgracia”, y sostuvo que, como corresponde al Estado el monopolio de las acciones para cuidar la seguridad pública, “cualquier acción que busque sustituirlo es peligrosa”.

Su par colorado Adrián Peña dijo a la diaria que entiende que lo de Toledo fue una respuesta a situaciones en las que la gente se siente indefensa, pero aseguró que no justifica el patrullaje vecinal, ya que así se está cerca de que se intente hacer justicia por mano propia, y hay que evitar eso.