En agosto de 2015 los diputados del Partido Nacional Gerardo Amarilla y Rodrigo Goñi presentaron un proyecto de modificación del Código de la Niñez y la Adolescencia (CNA) en el que propusieron cambiar el numeral 3 del artículo 34, incorporando que “cuando el Juez determine la guarda compartida por ambos padres con tenencia de uno de ellos, deberá procurar que el tiempo de contacto con los menores hijos por parte de los padres sea dividido en partes iguales, de tal forma que se garantice un contacto equitativo con ellos”. O sea, que en lo posible los padres y las madres pasen igual cantidad de tiempo con sus hijos. En la exposición de motivos los nacionalistas aseguraron que en “los tribunales de nuestro país se adopta el criterio de que el padre que no tiene la tenencia es un mero visitante del niño”, de tal forma que se da “prioridad absoluta al progenitor tenedor y el otro (generalmente el padre) es relegado a obtener visitas en muchos casos esporádicas, adaptadas y limitadas entre otros factores por la voluntad del progenitor tenedor”.

La semana pasada, la Comisión de Constitución, Códigos, Legislación General y Administración de Diputados empezó a tratar el proyecto. En principio, lo votarían los nacionalistas pero no los representantes del Frente Amplio (FA) ni el diputado Daniel Radío, del Partido Independiente. Por su parte, Ope Pasquet, representante por el Partido Colorado, aseguró ayer a la diaria que a su juicio la iniciativa “podría prosperar” si se le incorporan las modificaciones que sugirió en la sesión del miércoles Luz Calvo, catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República (Udelar).

Calvo propuso que el artículo diga: “Cuando la tenencia se confiera a uno de los progenitores, el juez deberá procurar que el tiempo de contacto con los hijos se comparta de forma tal que garantice una comunicación equitativa con ambos padres”. Si bien Calvo consideró que el objetivo del proyecto es “adecuado”, acotó que corresponde establecer sólo una indicación general para los jueces, cuyas decisiones se deben “adecuar a cada caso concreto”, según consta en la versión taquigráfica.

Lo que es claro es que, de la forma en la que fue presentado, el texto no será acompañado por el FA. La oficialista Cecilia Bottino dijo a la diaria que “en principio, las diputadas del FA no están de acuerdo en avanzar con el proyecto”. Bottino sostuvo que hay que priorizar el bienestar de los niños y las niñas y no el de los padres, una idea que comparte con Pasquet. Además, afirmó que las situaciones planteadas por los nacionalistas se pueden solucionar sin modificar el CNA y que, en caso de cambiarlo, se debería hacer de forma integral, no “en un solo aspecto sin considerar el resto”. A su vez, Pablo González (FA) comentó a la diaria que la redacción “no es feliz”, y coincidió en que lo que debe primar es el derecho de los niños y las niñas.

Por su parte, Radío dijo en la sesión que la diferencia entre el tiempo que comparten los padres con sus hijos e hijas después de la separación de la pareja es una inequidad que no se puede corregir por medio de una norma jurídica. “Las mamás pasan más tiempo con sus hijos cuando están juntos. ¡Ah, cuando estén separados no! Es decir, me parece artificial querer obligar a que tengan el mismo tiempo. Esa no es la realidad de la vida cotidiana de los hijos. La realidad es que las mamás se ocupan más de sus hijos que los padres. ¿Hay que modificarlo? ¡Cómo no! Pero se trata de un cambio cultural, de fondo”.