“Lo que observo es que hay una especie de patrón ministerial. Mientras algún ministro culpa a las ventanas abiertas, este ministro le echa la culpa a la sequía, a lo que pasa en la región, a lo que no se aprueba en el Parlamento en una ley. Siempre es más fácil echar culpas que asumir responsabilidades”, comenzó su exposición la senadora nacionalista Verónica Alonso, el martes en la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda del Senado, que estudia el proyecto de ley de Rendición de Cuentas. Acto seguido, cuestionó la credibilidad del ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, que había acudido a la comisión para informar sobre el proyecto. “¿Cómo hago para creerle al ministro? ¿Cómo hago para creerle ahora sobre lo que antes dijo que era otra cosa? Durante todos estos años, prácticamente, nunca se coincidió en las proyecciones planteadas”, cuestionó la legisladora. Luego aseguró: “Hoy a la gente le cuesta llegar a fin de mes, y lo que ha hecho y propuesto el señor ministro hasta ahora es meter la mano en el bolsillo a la gente”.

El senador frenteamplista Rafael Michelini intercedió y cuestionó el tono de la legisladora, y el presidente de la comisión, el frenteamplista Charles Carrera, le exigió a Alonso “cuidar las formas”. Astori, en cambio, contestó en su tono habitual. “Una primera reflexión que tenemos que compartir es que nosotros tenemos visiones diferentes sobre el país y, por lo tanto, esta Rendición de Cuentas encierra una visión, un enfoque que, obviamente, es legítimamente no compartido por muchos de los senadores que están acá”, comenzó el ministro. Afirmó que las previsiones económicas no son “una adivinanza”, sino que se basan en la observación de la realidad “que, nos guste o no, va cambiando”. “Entonces, cuando uno explica los factores por los cuales va cambiando una previsión, me parece que no es justo decir que se le está echando la culpa a otro porque fallaron las previsiones. La verdad es que las previsiones están cambiando porque la realidad las hace cambiar, y muchas veces por factores absolutamente fuera de control”, argumentó Astori.

Antes, el ministro había mencionado factores que impactaron negativamente en la situación económica, como la sequía, la apreciación del dólar y la suba de los precios del petróleo. También se refirió al panorama mundial, que está “muy complicado”. “El nuevo gobierno de Estados Unidos ha inyectado una dosis de confusión, incertidumbre e imprevisibilidad muy importante. Fíjense que el primer productor de alimentos del mundo ha decidido entrar en guerra con el principal consumidor de alimentos del mundo; una guerra comercial en la que el supuesto defensor del libre comercio se transforma en el principal proteccionista, y el gobierno que se supone más estatista de los que quedan en el mundo se convierte en el principal defensor del libre comercio. Esas cosas son las que no pueden controlarse, y muchas veces son las que hacen cambiar las previsiones originales en materia de política económica”, indicó Astori.

El ministro remarcó que la credibilidad del gobierno no se pierde por el hecho de que el crecimiento sea de 1,8% en lugar del 3% proyectado, por ejemplo. “La credibilidad se pierde cuando no hay fundamentos para el rumbo que se sigue, cuando no se puede demostrar lo que se está haciendo, cuando no se reconoce la necesidad de corregir una previsión”, afirmó.

Primarización y San Mauricio

La senadora del Partido Nacional Carol Aviaga dijo en la comisión que los gobiernos del Frente Amplio profundizaron el proceso de primarización de la economía. Astori le respondió que si bien “es cierto que Uruguay necesita transformaciones en su estructura productiva, también es cierto que lo que podríamos llamar producción primaria ha recibido muchos aportes de conocimiento en los últimos años, que le han dado valor agregado, tanto a los cultivos como a la ganadería”. “Entonces, no sé si es tan correcto hablar de primarización de la economía, porque a mí me parece que Uruguay ha venido recorriendo un camino distinto, que va hacia la desprimarización de su producción primaria, y no es un juego de palabras”, dijo el ministro.

Los senadores Marcos Otheguy y Constanza Moreira destacaron el “desacople” económico de Uruguay respecto de la región y les recordaron a los legisladores opositores que muchos celebraron cuando asumió Mauricio Macri como presidente en Argentina. “En algún momento se celebró que se produjeran ciertos cambios en la región. ¿Y cuál ha sido el camino de estos países? El recorte del gasto social, el ajuste fiscal, perjudicando sobre todo a los más vulnerables, y reformas laborales que implican retrocesos en derechos. Los resultados macroeconómicos de esas recetas que en algún momento se plantearon como elementos positivos han sido la recesión, el aumento del déficit, la inflación y el desempleo”, enumeró Otheguy. “A Macri lo llamaban ‘San Mauricio’, ¿no? ‘San Mauricio’ se ha transformado en un diablo, ¿no? Ha liquidado la Argentina en un año y medio. Ni que hablar de la deuda externa que contrajo, que van a pagar generaciones y generaciones de argentinos”, comentó Moreira.

Astori aseguró que desde el punto de vista financiero, el riesgo de impacto en Uruguay de la situación de Argentina es “muchísimo menor que en las crisis de 2001 y 2002”, porque no hay un volumen importante de depósitos de argentinos y porque el sistema financiero está “mucho más fuerte, mucho más solvente, mucho más estable”.