El sábado se reunió la Asamblea Departamental de Montevideo de Casa Grande y resolvió “oponerse absoluta y tajantemente a la enajenación del predio conocido como dique Mauá” para destinarlo al proyecto de terminal fluviomarítima y obras conexas en la rambla Sur. La declaración final del encuentro dice que la rambla de Montevideo es “patrimonio colectivo y cultural de la nación” y que, si bien “son necesarias intervenciones mayores para mejorar las condiciones” del espacio que se pretende enajenar, la venta en las condiciones planteadas “sentaría un precedente que contradice una tradición histórica de la izquierda política, que ha hecho de la defensa de los espacios públicos y del acceso democrático a estos una seña de su identidad”. Convoca al Frente Amplio a una “discusión más profunda sobre el tema” y a evaluar “distintas alternativas posibles para el predio, siempre con la condición de que el mismo se mantenga como bien público”.

La senadora de Casa Grande, Constanza Moreira, votó a favor de la enajenación cuando esta se trató y aprobó en la Cámara de Senadores. Desde su entorno explicaron a la diaria que Casa Grande recién adoptó una postura sobre el tema, por medio de la Departamental, y que en el momento de la votación nadie le expresó a la legisladora preocupación sobre el asunto; agregaron que el tema no estaba tan visibilizado como ahora.