Se conoció ayer que una de las hijas de Verónica Alonso, Delfina, de 12 años, sufrió neuromielitis óptica –una enfermedad inflamatoria y autoinmune del sistema nervioso central que se caracteriza por ataques de neuritis óptica y mielitis y que puede producir ceguera e invalidez– 21 días después de haber recibido la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (HPV, por sus siglas en inglés), divulgó ayer Océano FM, que entrevistó a la senadora. La niña empezó con dolores en las piernas; dos días después sufrió dolor de cabeza y perdió la visión en un ojo. Se le diagnosticó neuromielitis. Según Alonso, dos especialistas en esta enfermedad que consultó en Argentina –una neuróloga argentina y un especialista estadounidense– “afirmaron que lo de Delfina fue producto de la reacción que generó la vacuna del HPV”. Con un tratamiento a base de corticoides, se logró revertir la situación de la niña. Según le dijeron los especialistas, tenía una predisposición, pero eso no lo sabían. Integrante de un partido que impulsó la vacunación contra el HPV, Alonso declaró a Océano que “quizás es una buena cosa establecer que si bien no hay efectos adversos, tampoco está demostrado que no los haya”.

El subsecretario de Salud, Jorge Quian, declaró a la radio Océano que “no se puede asegurar que haya sido por la vacuna del HPV”, y que “la Organización Mundial de la Salud [OMS] no puede afirmar que sea vinculante un caso de neuritis óptica con haber recibido la vacuna del HPV. No digo que no sea, digo que no se puede vincular”, aclaró, y remarcó que “todas las vacunas tienen efectos secundarios”. Quian agregó que entre las 180.000 niñas que recibieron la vacuna se detectaron dos casos de neuritis óptica y algunos de síncopes. Por ese motivo, Japón suspendió la vacunación contra el HPV, reconoció el subsecretario, quien, no obstante, aclaró que la OMS la sigue recomendando.

Consultada por la diaria, Virginia Cardozo, médica e integrante de la Sociedad Uruguaya de Medicina Familiar y Comunitaria (Sumefac), opinó que “nadie puede asegurar ni negar” que el efecto adverso que presentó la niña pueda estar vin- culado a la vacunación contra el HPV, y se remitió a la Evaluación crítica sobre la vacuna contra el HPV que elaboró Sumefac este año, en el que se afirma que todavía no se tiene evidencia científica para asegurar los efectos adversos que puede provocar esta vacuna. Por eso, esa sociedad propone que el suministro de esta dosis –que forma parte de una campaña del Ministerio de Salud Púbica– “pueda ser una toma de decisiones compartidas y no una decisión obligatoria”. Tal como lo señala la Sumefac, Cardozo comentó que los estudios sobre efectos adversos “tienen muchos sesgos” y que eso tampoco permite hacer una correcta evaluación de lo que puede producir, o no. En ese sentido, recomendó estudiar lo que está pasando en Japón y evaluar con mayor cuidado los riesgos y beneficios de este fármaco.