La Secretaría Nacional del Deporte (SND) y el Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP) elaboraron e implementaron, desde 2016, un Programa de Evaluación Física de las Niñas y Niños Uruguayos, que apunta a estudiar, cada dos años, al alumnado de quinto y sexto de escuela (de diez a 14 años de edad) en sus valores antropométricos (talla, peso, envergadura) y en determinados desempeños físicos (salto largo sin impulso, salto alto, flexibilidad, velocidad, agilidad), entre otros aspectos.
De un total de 97.000 inscriptos en este nivel, el relevamiento evaluó a 50.559 niños en todo el país, de marzo a mayo de 2017. El trabajo fue aplicado por docentes de la SND y de Educación Física del CEIP, y hubo una primera prueba en 2016. Para elaborar el relevamiento se consultó a expertos –nacionales y extranjeros– en educación física, medicina deportiva y evaluación física, y para el análisis de los datos se trabajó también en conjunto con la Dirección de Estadísticas y Evaluaciones del Consejo Directivo Central y la División de Evaluación del Ministerio de Desarrollo Social. Según destacó Alberto Espasandín, responsable del área de Deportes Federados de la SND, no hay antecedentes de este tipo de estudios con un volumen de datos tan grande.
Resultados
En términos generales, los niños de Montevideo son levemente más altos que los del interior del país (los primeros tienen un promedio de estatura de 148,7 centímetros, y los segundos, de 146,2); son más altas las niñas que los varones (147,5 y 146,6 centímetros son sus promedios, respectivamente), y también son más altos los niños que concurren a escuelas privadas que los que lo van a escuelas públicas (149 y 146,7 respectivamente). Según el índice de masa corporal (que se calcula dividiendo el peso sobre la talla al cuadrado), 48,1% de los niños presenta peso normal; 26,1%, sobrepeso leve; 14,8%, obesidad; y 2,5%, obesidad severa. El informe, que se puede descargar del sitio en internet del CEIP, menciona que la obesidad disminuye con la edad y que es mayor en las escuelas de mayor quintil, es decir, las que concentran a niños de familias con mayores recursos (la obesidad en escuelas del quintil 1 es de 13% y, en el quintil 5, de 17%); también es mayor en escuelas privadas y en el interior. En escuelas privadas el porcentaje de niños con sobrepeso y obesidad llega a ser de 46,8%, mientras que en las públicas es de 42,6%.
El informe alerta sobre los resultados en materia de sobrepeso y obesidad, ya que “superan” los últimos registros y acercan “a un preocupante resultado de casi la mitad de los niños uruguayos [con] sobrepeso u obesidad”. En la infancia, el sobrepeso y la obesidad dificultan la capacidad de movimiento y desmejoran la autopercepción y la autoestima, “afectando al ser humano en su integralidad”, señalan los autores. Espasandín aseguró que el estado nutricional de los niños “es un problema mundial, no sólo de Uruguay”, pero remarcó que nuestro país y Chile son los países latinoamericanos con peores resultados en el índice. El sobrepeso y la obesidad “ponen en peligro los avances de la medicina en los últimos años. Pensando en el futuro, con niños que tienen una vida sedentaria y poca actividad física, el sobrepeso y la repercusión que tiene en las enfermedades no transmisibles deben ser preocupantes para todos”, apuntó. El funcionario mencionó que en España se han desarrollado programas para revertir el sobrepeso infantil que apuntaron a corregir la alimentación y a aumentar la carga de actividad física, pero que las estrategias por separado no tuvieron el efecto esperado. En cambio, hubo buenos resultados “cuando se aplicaron las dos estrategias y por un período prolongado; recién en el tercer y cuarto año de aplicación se empezaron a revertir los datos”, explicó.
Sólo 1,9% de los niños tiene problemas de bajo peso, mientras que 6,5% presenta bajo peso leve, lo cual, según el informe, se considera dentro de lo normal de acuerdo con las referencias de la Organización Mundial de la Salud. Al comparar escuelas públicas y privadas, surge que el bajo peso y el bajo peso leve son mayores en las públicas (9,1% contra 5,1%, respectivamente), y también mayores en las escuelas de quintil 1 (9,6%) que en las de quintil 5 (6,4%).
Los otros datos que generan preocupación, según el informe, son los resultados del test de flexibilidad, que da promedios negativos según todas las variables estudiadas (escuelas públicas o privadas, del interior o Montevideo, y por quintil), sobre todo teniendo en cuenta que el período de los nueve a los 14 años es una “fase sensible” para la flexibilidad. El promedio de las niñas (-0,9), si bien también es negativo, “es algo mejor que el preocupante promedio de los varones (-4,3)”, indican los autores.