La bancada de Diputados acordó esta semana seguir discutiendo el proyecto de ley que habilita la enajenación de dos predios en la rambla Sur, en la zona del dique Mauá, en el marco de un proyecto presentado por el grupo Buquebus para desarrollar allí un hotel y un centro comercial que acompañaría a una nueva terminal portuaria. Algunos sectores del Frente Amplio (FA), como el Partido Comunista, la Liga Federal y una parte de la bancada del Partido Socialista, tienen dudas respecto de la iniciativa, y en algunos casos directamente cuestionan la venta de predios que hoy son del Estado.

El ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, defendió la iniciativa. Destacó que generará fuentes de trabajo y jerarquizará “una zona que es nuestra rambla, que todos queremos, pero que es una zona que se ha degradado un poquito y que tiene algunas dificultades”. “Se está postergando una inversión que para mí sería muy buena para Montevideo, sería muy linda”, lamentó. Recordó que el proyecto tuvo amplio respaldo partidario en el Senado. “Pero si el Parlamento considera que no [es conveniente], no lo votará. Y si no lo vota, no hay proyecto. Si se considera [que está] mal, buscaremos otra solución”, dijo el ministro.

Sobre las críticas, que no sólo provienen de algunos sectores del FA, sino también de parte de la oposición y de grupos de profesionales, Rossi consideró que muchas de ellas se formulan “con mucha pasión y poco conocimiento del detalle del proyecto”.

El ministro aseguró que fue la Intendencia de Montevideo (IM) la que presentó originalmente la iniciativa, si bien tanto el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) como la Administración Nacional de Puertos (ANP) están preocupados por las “interferencias” que se generan entre la actividad portuaria y la actividad de la terminal de Buquebus en el puerto de Montevideo, y por lo tanto ven con buenos ojos un eventual traslado de la segunda. “El proyecto era muy atractivo, con el anuncio de la participación de algunos técnicos de primer orden mundial. Nos imaginamos que una terminal ubicada a 200 metros de la plaza Independencia y, de alguna manera, en emulación con una terminal de pasajeros en la otra orilla, en el puerto de Buenos Aires, a 300 metros de la Plaza de Mayo, era una cosa muy buena, sobre todo para Uruguay, que recibe el mayor flujo de turistas de Argentina, y el principal número cruza en los servicios de ferry”, destacó Rossi.

El ministro afirmó que el presidente de la Comisión de Patrimonio expresó su respaldo al proyecto cuando fue convocado al Parlamento. La Comisión de Patrimonio consideró que el Estado no está inhabilitado a vender los predios y señaló que los nuevos propietarios deberán respetar los valores patrimoniales de la zona. Rossi destacó que el dique Mauá “no se toca” en la iniciativa, que el edificio con la torre se va a reconstruir para albergar allí al Museo del Tiempo, y que los rellenos que se colocarán generarán una nueva área de la rambla que será de jurisdicción pública, abierta. “Se construirán dos escolleras, una con casi 1.500 metros, que puede usarse para que en los días lindos los ciudadanos de Montevideo puedan pasear y pescar, y que serán jurisdicción del Estado uruguayo”, sostuvo Rossi. “En realidad, la nueva costa es la que se va a construir con los rellenos y con las escolleras; esa es la nueva costa que tenemos que defender y que nosotros compartimos que tiene que ser del Estado uruguayo”, insistió.

Sobre la venta de los predios, el ministro evaluó que la inversión en la terminal portuaria, que eventualmente hará el grupo Buquebus o quien gane la licitación pública, debe tener una contrapartida en la posibilidad de construir un área comercial. “Las cosas no se hacen porque sí. Nadie invierte sólo por [tener vocación de] mecenas, invierte para cerrar un negocio, y el negocio se cerraba con la concesión y la realización de un hotel y un área comercial”, señaló.