El martes, una delegación de Plataforma Animalista compuesta por Patricia Durán, Karina Kokar y Sandra Barnech se reunió con integrantes de la bancada del Frente Amplio (FA) para pedir que se prohíban las carreras de galgos. El encuentro, al que asistieron los representantes Federico Ruiz, Javier Umpierrez, Saúl Aristimuño y Alfredo Fratti, no fue lo que las activistas esperaban. Según relataron en una carta abierta, Fratti “desde el inicio de la reunión mostró su descontento con nuestro pedido y posición, hablando de manera muy despectiva e incluso gritándonos. Nos acusó de no saber nada del tema y nos trató de mentirosas”. Añaden que en cierto momento el diputado “se levantó y dijo que se retiraría de la reunión, lo cual no hizo y prefirió seguir hablándonos en tono alto, pero de pie”.

Barnech dijo a la diaria que “las aguas se calmaron” porque ellas son personas respetuosas. “Llegamos a la conclusión de que este señor lo que quería era pincharnos, porque, en general, se dice que los animalistas somos medio locos, pero no tenemos interés en generar discordia”, afirmó. Agregó que fue la primera vez que se sintieron violentadas por un legislador, e incluso relató que estuvieron dos días en las jineteadas, en un ambiente que “se podría considerar hostil”, pero nadie les faltó el respeto. Según Barnech, Fratti reaccionó de esa manera porque se trataba de tres mujeres. “Un parlamentario que se dice progresista terminó siendo un machirulo. Si hubiese habido tres tipos delante, no habría tenido la misma actitud”, afirmó. En esa línea, opinó que la violencia hacia los animales es uno de los indicios de la violencia de género. “No soy de las que creen que un insulto sea sólo ‘andate a la puta que te parió’, o que la violencia sea sólo una piña”, comentó, y sostuvo que Fratti no debería estar en la comisión especial sobre tenencia y responsabilidad animal, porque “está a favor del maltrato”.

El diputado dijo a la diaria que lo que molestó a las animalistas fue la “vehemencia” con la que él expone sus argumentos. “Es mi forma de ser, pero no insulté nunca, ni grité”, sostuvo. Argumentó que su compromiso es con la libertad, y que por eso entiende que “no hay que prohibir ni regular” las carreras de galgos a nivel nacional, sino “permitir que cada territorio y cada municipio diga si las quiere o no”. Para el diputado, es más “fácil” presentar un proyecto para prohibir las carreras de perros que las de caballos, aunque “el perro corre libremente atrás de la liebre artificial, y al caballo se le castiga para llegar a la meta”. También opinó que una parte de la sociedad se ha “ensañado” con los que organizan esas actividades con galgos. Las integrantes de Plataforma Animalista sospechan que Fratti está vinculado con las carreras, porque esgrime los mismos argumentos que los tenedores de galgos, pero el diputado negó que sea así.

Fratti aseguró que la comisión salió a recorrer el país y no vio los maltratos que denuncian las activistas. “Desafío a que me acompañen a Melo a ver cuántos galgos en la calle contamos. No es verdad que hay una cantidad tirados”, afirmó, y alegó que no se puede maltratar a ningún “animal o persona que se entrena para una alta competencia”, porque luego les sería “imposible desarrollar velocidad”. El diputado se mostró molesto porque durante el encuentro las activistas le sacaron fotos sin pedir permiso, y aseguró que ya no participará en encuentros en los que no haya una versión taquigráfica que respalde sus dichos.