La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Representantes recibió ayer a una delegación del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) y la Federación Médica del Interior (Femi) que buscaba denunciar “el estancamiento de la negociación en el grupo 15 de los Consejos de Salarios, a 70 días de iniciada”, aseguró a la diaria Gerardo Grecco, secretario del SMU. A su entender, la principal razón de esa falta de avances es “la ausencia de respuestas de las empresas privadas a los planteos de los trabajadores y del Poder Ejecutivo”. Los legisladores escucharon el planteamiento y definieron que la próxima semana dialogarán también con los empresarios para “poder desarrollar un espacio de diálogo y articulación que permita destrabar la actual situación”, detalló el diputado comunista Gerardo Núñez.

Grecco comentó que los trabajadores manejan “una plataforma con una serie de puntos donde el tema central son los incrementos salariales”, y que “se busca el compromiso de las instituciones para financiar parte de ese incremento porque entendemos que están en condiciones de hacerlo”. Sobre este último punto, enfatizó que el sector es “superavitario en su conjunto, más allá de la situación de las empresas que lo integran” por separado. Por otra parte, aclaró que también reclaman mejoras con “un fuerte impacto en la calidad asistencial”, incluyendo “la cantidad de pacientes atendidos por hora” y “la dedicación médica en las emergencias en función de la carga de trabajo que se tiene, sin perjuicio de que haya otras medidas que podemos acompañar para mejorar esa calidad”.

Según el secretario del SMU, con la visita al Parlamento buscaron poner la situación en conocimiento de los diputados, porque “ellos son los representantes del pueblo, están ahí cumpliendo un rol. Esta situación tiene un impacto directo en la población, no sólo porque ella es el objeto de nuestro trabajo, sino también porque la financiación de lo que nosotros hacemos se obtiene a partir de la contribución de todos. Por eso entendemos imprescindible que todos los ámbitos del Estado estén al tanto del no avance y de por qué sucede esto”.

Por su parte, Núñez evaluó “con mucha preocupación” el estancamiento en la negociación en “un sector de la economía claramente dinámico, que ha mostrado niveles de producción, de actividad y de crecimiento muy grandes”, y en el que sin embargo los sectores empresariales plantean “que están en una situación de retroceso en cuanto a su actividad”. Comentó que la estrategia de mantenerse en silencio ante las posiciones de las demás partes, en vez de rechazarlas expresamente, es “parte de determinadas tácticas empresariales que se utilizan en los espacios de negociación. No dicen que no de primera, pero al mismo tiempo su postura es una negativa; buscan generar un desgaste, acorralar a los trabajadores y generar situaciones indeseadas en un área tan sensible como la salud”.