La abogada y militante social María Josefina Plá asumió ayer la presidencia del Consejo Directivo de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH). Durante el año en que presidirá el organismo, Plá pondrá énfasis en las áreas de salud mental y discapacidad. Según dijo a la diaria, la Ley de Salud Mental implica un “cambio de paradigma”, y ella considera necesario que la institución acompañe de cerca el proceso de su implementación. Sobre la segunda área en la que se propone profundizar, comentó que el actual Consejo Directivo trabajó en la elaboración de una propuesta de mecanismo de monitoreo de la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad, y se propone presentarle esa iniciativa al Poder Legislativo o al Ejecutivo para que se apruebe en el corto plazo.

En el acto de asunción, que tuvo lugar en la sede del organismo, la nueva presidenta señaló que en la Asamblea Anual de Derechos Humanos, llevada a cabo este año en Paysandú bajo la consigna “Nuevas leyes, ¿más derechos?”, surgió que “la dificultad de Uruguay no se vincula tanto a la falta de leyes que consagren derechos, sino a la posibilidad de hacerlas efectivas”. Plá, que fue abogada de AEBU durante 27 años, asesora legal de la Obra del Padre Cacho y cofundadora del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), indicó a la diaria que así como existe una “ley de cuotas en el sector público”, es necesaria una rápida aprobación del proyecto de ley de empleo para personas con discapacidad. Lo mismo opinó sobre la ley integral para personas trans y agregó que así como hay una campaña para que la ley se apruebe, también existe una “en contra, que no se sabe quién está atrás ni de dónde provienen los fondos, y que es muy dura”. En este sentido, recalcó que es importante que se manifieste el respaldo a ese proyecto de ley, “porque cuantos más apoyos se tengan, va a ser mejor para su implementación”. “No quiero que pase como con la ley integral de violencia de género; si no se ponen todos los medios para hacerla cumplir, se disminuye su protección”, explicó.

Mariana Mota, la presidenta saliente, destacó dos logros en el año en que presidió la INDDHH: la concreción del área de descentralización, “a través de la cual la institución se abre hacia el territorio, desplegando el carácter nacional”; y la apertura de la sede de la INDDHH, donde funcionó el Servicio de Inteligencia y Defensa, como sitio de memoria. “En un país donde la impunidad sigue doliendo, los sitios de memoria son fundamentales para señalar que los pasados dictatoriales sólo pueden superarse si se conocen”, señaló, y añadió: “El pasado es presente. Todas las personas tienen un tiempo pasado que las explica y proyecta su futuro. Las sociedades no son diferentes a los individuos que las componen; es necesario, entonces, que la comunidad conozca lo que ha ocurrido en tiempos en que el Estado se volvió el principal agresor de sus derechos”, porque para prevenir “estados terroristas” hay que conocer “de qué manera se llega a ellos. En ese conocimiento, los sitios de memoria se vuelven fundamentales”, concluyó.