Ayer, el antropólogo José López Mazz terminó de excavar debajo de una piscina de un hotel abandonado de Santa Teresa, en el departamento de Rocha, en busca –previa orden de la Justicia– de los restos del pescador Olivar Sena, desaparecido durante la dictadura, en diciembre de 1974. La denuncia fue presentada por el abogado Óscar López Goldaracena, a raíz de información que manejaba el antropólogo. El abogado dijo a la diaria que se descubrió que había un contrapiso en la piscina y se siguió excavando por debajo de este, pero no se hallaron restos. Por lo tanto, ahora la búsqueda continuará en otros dos sitios denunciados como posibles lugares de enterramiento: uno está cerca del hotel, en el kilómetro 303 de la ruta 9, y el otro en una zona de Laguna Negra. De todos modos, señaló que todavía no se ha descartado que el pescador haya sido enterrado en el predio del hotel, y sus restos “quizá no están exactamente debajo” de la piscina. Acerca del caso, López Goldaracena señaló que Sena no tenía militancia política pero estaba “enfrentado a los militares”, porque en esa época se intentaba “formar una cooperativa militarizada de pescadores” y él se había negado a integrarla.