El domingo hubo movilizaciones en diferentes puntos del país, llevadas adelante por la Asociación Uruguaya de Galgueros Unidos y la Asociación de Criadores y Cuidadores de Galgos Puros de Carreras del Uruguay, a raíz del decreto del presidente Tabaré Vázquez publicado el 26 diciembre, que prohíbe las carreras de perros, “cualquiera sea su raza”. El 20 de diciembre, el Poder Ejecutivo envió un proyecto al Parlamento para prohibir las carreras por ley. Leonardo del Río, de la Asociación de Criadores, dijo a la diaria que espera que el tema se trate “con responsabilidad”, ya que, mediante el decreto y el proyecto de ley, se está “pasando por encima” del trabajo de la Comisión Especial sobre Tenencia Responsable y Bienestar Animal del Parlamento.

En el decreto de prohibición se señala que las carreras de perros se desarrollan en un ámbito “de maltrato hacia los animales”, que son “sometidos a un entrenamiento feroz, forzando su reproducción en forma reiterada y sin controles, llegando al abandono y muerte cuando no tienen condiciones para competir o los resultados en competencia no son los esperados por los tenedores”. Del Río aseguró que nada de lo que dice el decreto “se pudo comprobar en absoluto” y que “lo más lógico” sería regular las carreras, “como cualquier deporte”. “Me da la sensación de que quieren lavarse las manos y hacerles algún favor a algunos que llevan adelante este reclamo [contra las carreras]. Se toman decisiones totalmente antidemocráticas, porque la democracia es otra cosa, no es castigar a uno por lo que dicen otros. Se estudia, se ve, se evalúa y se decide”, subrayó. Agregó que “las mismas palabras que dice el famoso decreto” firmado por Vázquez son las que desde 2016 han expresado las protectoras de animales, “acusando” y “criminalizando” a los galgueros, diciendo cosas “que son incomprobables en Uruguay”. También negó que droguen a los animales, como se señala en el proyecto de ley.

Del Río insistió con que las carreras de galgos se deberían regular, como se ha hecho con “cuanta cosa”, como “la marihuana”, y preguntó si no tienen derecho a eso porque los galgueros son “pobres”. Deslizó que no tiene conocimiento de que se hayan prohibido otras competencias con perros, como agility, en la que los animales corren esquivando diversos obstáculos. Aseguró que es una actividad que practica “la sociedad media alta” y que se hace “con cualquier tipo de perro”, incluso con salchichas, “que no deberían” practicarlo. Por último, insistió con que no se maltrata a los perros en las carreras: “No puedo entender que haya gente con tan poca cabeza e inteligencia. Porque si yo, que soy entrenador de un animal competitivo, cualquiera sea, lo maltrato durante toda una semana y lo tengo exigido, ¿piensan que va a llegar en buenas condiciones a buscar lo que yo quiero y tener éxito? Lo que pasa es que es fácil ensuciar la actividad y hablar cualquier cosa”.

Otras voces

El veterinario Gastón Cossia, diputado suplente del Partido Nacional que hace tiempo viene impulsando que se prohíban las carreras de galgos, dijo a la diaria que quedó “muy conforme” con el decreto presidencial y que este puede ser calificado “como un hito en la lucha por los derechos de los animales”. Aseguró que “significó un cambio muy claro de posición en el gobierno”. Sostuvo que “hace muchos años” que se desarrolla este tipo de carreras y que, hasta que él las denunció ante la Comisión Nacional Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal en 2016, “no existía ninguna asociación de galgueros ni ningún tipo de colectivo que los reuniera”. “Ellos se asociaron luego de mi denuncia. Hasta ese momento no existía ninguna reglamentación interna ni norma, ni siquiera propia de estas personas para llevar adelante estas actividades. Al día de hoy no existe ningún proyecto de regulación de esta actividad, ni de los galgueros ni de ningún legislador”, agregó.

Cossia señaló que no es cuestión de “pedir y pedir” que se regule la actividad, ya que los galgueros “nunca hicieron nada” para eso y “lo único que les importó era ir, apostar y que los animales corrieran lo más que pudieran, sin ningún tipo de control antidoping ni sanitario” y sin ningún tipo de legislación “acerca de las apuestas, que eran todas clandestinas”. “Entonces, ahora, reclamar por una regulación luego de que hay un decreto que prohíbe la actividad es un sinsentido. Yo invierto la carga de la prueba: si desarrollás una actividad que es tu pasión, tu hobby, y decís que cuidás a los animales, lo primero que tenés que hacer es desarrollar un marco normativo que dé garantías. Eso es lo que nunca hicieron los galgueros en 15 o 20 años”, insistió. Señaló que hay defensores de las carreras que aseguraron que con la prohibición “hay gente que se queda sin trabajo”. “¿En qué lugar del BPS [Banco de Previsión Social] están inscriptos los trabajadores que se desempeñan en los canódromos?”, ironizó. Por último, subrayó que, luego de que el decreto de prohibición se publicara en el Diario Oficial, “ya no puede haber más asociaciones de carreras de galgos, porque están promoviendo una actividad que es ilícita”.