La rambla Wilson y Bulevar Artigas fue el lugar elegido, una vez más, por el Frente Amplio (FA) para hacer el acto final de campaña, el mismo lugar donde Tabaré Vázquez y Raúl Sendic cerraron la campaña hacia la primera vuelta en las elecciones de 2014. “No perder lo bueno, hacerlo mejor” y “somos la ola esperanza”, se repetía una y otra vez, con el acompañamiento de una foto de la fórmula integrada por Daniel Martínez y Graciela Villar, en las pantallas instaladas en el estrado. El decorado se completaba con luces rojas, azules y blancas que, a medida que atardecía, le fueron ganando al sol.
Faltaba más de media hora para la hora pautada y el espacio ya estaba colmado. Unas 350.000 personas llegaron desde diferentes rincones del país, según estimaron los organizadores. Bajaban a la rambla en columnas que confluían frente al estrado. Algunos iban con las caras pintadas, otros con cornetas y globos, la gran mayoría portaba banderas uruguayas, del FA y de los sectores políticos que conforman la coalición de izquierda. La multitud se dispuso frente a las pantallas. Con el juego de las luces sobre las cabezas y las banderas, se podía ver materializada una marea frenteamplista o, como decían algunos, la “ola esperanza”, que era roja, azul y blanca.
A las 20.30 Villar subió al escenario mientras saludaba y cantaba el jingle. El público la ovacionó y aplaudía en cada pausa que hacía. La candidata a la vicepresidencia agradeció a todos los presentes, a todos los frenteamplistas a lo largo del país y les dijo: “Ustedes son los imprescindibles” y los principales protagonistas de esta “fiesta popular” a lo largo del país, “con su esfuerzo de todos los días”. Habló de su proceso de “hacerse conocer” como figura política y señaló que lo que mayormente recibió fue “el calor, el afecto y el reconocimiento de todos y todas”, porque “creemos en la política que se hace escuchando a la gente, sus reclamos y necesidades”.
Villar se refirió al presidente Tabaré Vázquez y, luego de una pausa en la que la gente coreaba “Tabaré, Tabaré”, dijo que “fue de su mano que en este país se alumbró la primavera progresista en el 2005” y “todo lo conseguido a fuerza de trabajo, esfuerzos y debates hoy es patrimonio de todos los uruguayos”.
Recurrió a varias historias de uruguayos y uruguayas para mencionar algunos “avances” alcanzados en los gobiernos frenteamplistas. Destacó la descentralización de la Universidad de la República, que “más de 50%” de los jóvenes sean la primera generación de universitarios, el Sistema Nacional de Cuidados, la promoción de la ley de acoso laboral y la de responsabilidad empresarial. Además, como en ocasiones anteriores, se refirió a su experiencia personal y reivindicó los derechos que obtuvieron los trabajadores rurales y las trabajadoras domésticas, como lo fueron su abuela y su mamá, respectivamente.
La candidata habló de la paridad de la fórmula y reconoció en ello la lucha de los movimientos sociales. En todos los aspectos que abordó cruzó la perspectiva de género. Por ejemplo, dijo que 8% de pobreza “tiene cara de mujer y de niños y niñas”, y reafirmó el compromiso de revertir esa realidad”. En el público, los ojos llorosos de dos mujeres destellaban con las luces al tiempo que la voz de Villar se quebraba al reafirmar, dirigiéndose a los presentes: “Ustedes son los imprescindibles”. “Hasta la victoria”, concluyó entre aplausos.
Martínez subió después y la multitud, que lo recibió con un estruendoso aplauso, entonó: “Se siente, se siente: Martínez presidente”. También se coló algún “Se siente, se siente: pelado presidente”. A todo esto, el jingle sonaba una y otra vez. Antes de hablar, el candidato frenteamplista respiró hondo para liberar la emoción y gritó: “Arriba Uruguay”. La multitud acompañó el festejo. Cuando regresó la calma, Martínez agradeció en primer lugar que los frenteamplistas lo hayan elegido como candidato.
Recordó a la figura de Eduardo Bleier y reivindicó el trabajo en materia de derechos humanos: “La lucha no termina hasta que el último no aparezca. Sus familias tienen el derecho de encontrarlos. No hay democracia sólida si está basada en el pacto de unos pocos cobardes que no representan a una institución. Artigas decía ‘clemencia para los vencidos’, no torturaba ni asesinaba”.
También destacó la militancia de los jóvenes en las marchas del 20 de mayo y del 8 de marzo. “Mentira que no luchan: luchan de forma diferente, pero sobre todo luchan por los valores, los derechos. Arriba la juventud, que nos ha marcado el camino en la lucha contra una reforma que no es la forma porque es la reforma del miedo”, sostuvo.
Martínez defendió su idea de un gabinete paritario y planteó un “cambio cultural, para asumir que una mujer “es tan capaz como un hombre para ocupar cualquier lugar”. “Mentira que los hombres estamos más formados”, afirmó. También planteó que los frenteamplistas “estamos con el corazón abierto a que todos los orientales honestos” se sumen al proyecto político. “No debemos permitir que los apóstoles del odio ganen los corazones. Nunca el odio; dejemos que otros sean los que odien, construyamos futuro con alegría”, manifestó.
Planteó también que el gasto público de 900 millones que propone el candidato por el Partido Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, lo va a pagar “el pueblo uruguayo”. “No he encontrado a ningún economista que me explique cómo van a hacer. Hablan de una ley de urgencia de 500 artículos, pero el otro día escuché a un dirigente del PN que dice que no tiene ni idea, que no conoce un solo artículo de la ley. ¿Vamos a votar un cheque en blanco, uruguayos?”, opinó.
Cuestionó que la oposición haya planteado la discusión en términos de “todos contra el FA”. “Qué lindo, qué constructivo. ¿Se acuerdan de que la consigna de la campaña era ‘por la positiva’? Duró poco la positiva. El hecho concreto es que el único aliado que tiene el PN, además de los líos internos, es Cabildo Abierto. La verdad, no veo ningún aliado seguro”, manifestó. Y concluyó: “Dicen que no logramos aliarnos con nadie. Bienvenido, Fernando Amado, un batllista de [José] Batlle y Ordoñez, no un batllista de Jorge Batlle. Por la huella de Batlle y Ordóñez, [Liber] Seregni y Wilson [Ferreira], vamos por la esperanza”.
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