Con el fin de reducir los ataques contra animales productivos en el medio rural, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la Comisión Honoraria de Tenencia Responsable y Bienestar Animal (Cotryba), el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y las organizaciones que integran el Plan Estratégico Nacional del Rubro Ovino están llevando adelante una campaña de sensibilización de productores y habitantes de centros poblados rurales sobre tenencia responsable y bienestar animal. En el caso de los perros de compañía, se exhorta a no abandonarlos ni dejarlos sueltos, sobre todo en horas de la noche, que es el momento en que se produce la mayor cantidad de ataques contra ovejas.
“La cantidad de ataques que se producen al año no está registrada oficialmente, pero nos llegan prácticamente todos los días fotos al respecto. Es bastante grave. Hay productores que abandonan el rubro por los ataques constantes”, dijo a la diaria Marcos García Pintos, del área de control de predadores del SUL. El ingeniero agrónomo aseguró que en los últimos años ha habido un aumento en la prevalencia de animales predadores atacando a las majadas, entre los que destacó a los zorros, los caranchos y los perros, que pueden actuar en jauría o en solitario. Muchas veces se trata de perros que tienen dueño y no necesariamente actúan por hambre; de hecho, explicó García Pintos, “en más de 90% de los ataques protagonizados por perros la motivación es la diversión, el instinto o el juego”.
Para el control de los predadores se utilizan barreras biológicas y físicas: las biológicas son los animales “de guarda”, como perros pastores, llamas y burros. Estos animales protegen a la majada, alertando ante la presencia de predadores. No obstante, si los predadores actúan en jauría, por ejemplo en el caso de los perros, la efectividad de esta medida disminuye, señaló García Pintos. En esos casos funcionan mejor las barreras físicas, como los alambrados, las mallas y los tejidos; el problema en estos casos es el costo que tienen para los productores. Por esto, las autoridades decidieron apuntar a la responsabilidad de los dueños de los animales, a quienes se les solicita que los dejen a resguardo en la noche, cuando se producen la mayoría de los ataques. En el caso de quienes tienen perros de razas potencialmente peligrosas, los cuidados se deben extremar. Asimismo, como indica la ley de bienestar animal (18.471), los propietarios deben recordar que quienes abandonen a sus animales seguirán siendo responsables por las acciones que estos generen.