El presidente de la República, Tabaré Vázquez, recibió este jueves al mediodía al mandatario electo de Argentina, Alberto Fernández, en la oficina de Suárez y Reyes. A la salida del encuentro, en conferencia de prensa, Fernández dijo que la reunión fue “espléndida”, que a Vázquez lo quiere y respeta mucho, y además es “su amigo”. “Me gustó mucho verlo, porque hacía mucho tiempo que no lo hacía. La última vez fue cuando vine a ver a los Rolling Stones a Montevideo [en febrero de 2016], y aproveché para visitarlo. Con Tabaré tenemos muchas cosas en común, una mirada común sobre la política y el continente”, señaló. Agregó que le dio “alegría” que Vázquez le garantizara que el 10 de diciembre, cuando asuma como presidente de Argentina, lo va acompañar. Sostuvo que van a “trabajar juntos” en lo que “haga falta” durante los pocos meses que coincidirán como presidentes de ambos países.

Luego, consultado por la situación de América Latina, el presidente electo del país vecino dijo que hay una “crisis institucional muy seria” en Bolivia, “por unas elecciones que se frustraron, llamadas por Evo Morales”, el ex presidente de ese país, mientras que Chile está “absolutamente revolucionado, demandando más igualdad social”, por lo tanto, se podría decir que está “demandando más progresismo”. “Ecuador se está levantando, reclamando más igualdad, y también podría ser una demanda progresista. Siento que estamos en un continente que está revisando este tiempo”, señaló. Sostuvo que hay que estar “muy atentos”, porque se tiene que preservar la “institucionalidad y la democracia” en el continente, y que cuando las democracias están en crisis, eso se resuelve “con más democracia”. “Lo único que nosotros queremos es que cada pueblo resuelva democráticamente su destino con el voto y sin presiones”, agregó.

Ante la pregunta de si le daría asilo político a Morales luego de asumir la presidencia, contestó que Argentina es la casa “de todos los bolivianos” y que el mismo 10 de diciembre será “un honor” recibir a Morales y al ex vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera. “Si el presidente hubiera sido yo, le habría ofrecido asilo el primer día”, aseguró.

“Ver que Uruguay en 2005 tenía 40 puntos de pobreza y hoy tiene 8, según los datos que he leído de la CEPAL, es una prueba de lo que ha hecho el FA en todos estos años”. Alberto Fernández.

En cuanto a Uruguay, Fernández destacó el “desarrollo equilibrado y armónico, que todo el continente mira asombrado y feliz”. “Uruguay nos da clases de democracia todos los días; lo hizo con Tabaré y con Pepe [Mujica]. No puedo negar el cariño entrañable que siento por los dos y el respeto que siento por este proceso político que se inició el día en que Tabaré ganó la elección [en 2005]”, dijo. Por último, contó que iba a ir a comer con el candidato del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez, que es su “amigo”, pero trata de ser “cuidadoso”, porque no quiere que los uruguayos sientan que se está “metiendo en su decisión” de cara al balotaje. Por último, consulado por si tenía previsto reunirse con el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, dijo que, aunque conoce a la “familia Lacalle” desde “hace muchos años”, no tenía previsto hacerlo.

Daniel Martínez y Alberto Fernández, ayer, en una parrillada en Punta Carretas.

Daniel Martínez y Alberto Fernández, ayer, en una parrillada en Punta Carretas.

Foto: Federico Gutiérrez

“Amistad a primera vista”

Tortilla a la española con algo de uruguaya, asado y un buen vino nacional. Ese fue el menú que degustaron Fernández, Sergio Massa, Martínez, su compañera de fórmula, Graciela Villar, y Yamandú Orsi, el jefe de campaña, en el restaurante El Berretín, en pleno Punta Carretas. El encuentro duró una hora y media, y a la salida Fernández y Martínez contestaron unas pocas preguntas en una rueda de prensa. Martínez dijo que con Fernández se conocieron hace unos meses y establecieron una especie de “amistad a primera vista” que les ha permitido tener “formas de ver el mundo y sueños similares”. Agregó que retomaron temas que había empezado a hablar cuando se encontraron en Buenos Aires, como la “complementariedad” de la industria uruguaya con la argentina. “Ahí hay todo un camino para apostar juntos y ver de qué forma logramos el sueño de un Mercosur de complementariedades y de suma de esfuerzos, para hacer las cosas mejor y salir al mundo a competir con mayor fortaleza”, señaló.

Martínez dijo que otro tema que les “recontraimporta” a ambos es el medioambiente, y que tienen claro que la situación tanto del río Uruguay como del Río de la Plata involucran por lo menos a cuatro países, y que “sólo 7% de las hectáreas que terminan escurriendo nutrientes en el Río de la Plata pertenece a Uruguay”. “Es un problema regional, y tenemos que abordarlo como tal, con Argentina, Brasil y Paraguay”, indicó.

Por su parte, Fernández insistió con que, desde que empezó a gobernar el FA, en 2005, Uruguay es un país “mucho más equitativo”, que “ha crecido y se ha desarrollado con más igualdad”. “Ver que Uruguay en 2005 tenía 40 puntos de pobreza y hoy tiene 8, según los datos que he leído de la [Comisión Económica para América Latina y el Caribe] CEPAL, es una prueba de lo que ha hecho el FA en todos estos años”, subrayó. Consultado por un medio argentino sobre la situación económica de su país, Fernández dijo que “está muy lejos de estabilizarse” y está “contenida” después de que el presidente, Mauricio Macri, puso un cepo “feroz”. “Lo que se estaba viviendo es una ficción, pero confiamos en que poco a poco la vamos a ir estabilizando. La gente ya ha padecido mucho, no puede seguir padeciendo y no se le puede seguir pidiendo más ajuste porque no hay más espacio para ajustar”, indicó.

Por último, se le preguntó cómo serán las relaciones con Uruguay en caso de que Lacalle Pou gane el balotaje, Fernández contestó que “igual”, y que “no hay ninguna posibilidad de que Uruguay pueda disociarse de Argentina, y menos por cuestiones políticas”. “El deber que tiene cualquier presidente argentino, y cualquier presidente uruguayo, es profundizar los vínculos entre ambos países”, finalizó.