El documento, al que accedió la diaria, lleva como título “Sobre el tono de la campaña hacia el balotaje”. Fue elaborado el miércoles 30 de octubre por integrantes del comando y el Área de Comunicación del Frente Amplio (FA) lo distribuyó entre dirigentes del oficialismo en estos últimos días.
En primer lugar el documento apunta a levantar las “barreras discursivas y gestuales” para llegarle a votantes “que hace una semana eligieron a otro partido”. “Esto es clave comprenderlo [...] para que ahora lo hagan (a tan sólo días de no haberlo hecho), nosotros tenemos que movernos de posición en el discurso. Una cosa es la línea argumental hacia octubre y algo muy diferente es lo de ahora”, razonan.
En ese sentido, subrayan que “no hay una sola estrategia de argumentación, porque es diverso el electorado”. “Hay públicos distintos y debemos modular el mensaje teniendo muy en cuenta las particularidades de residencia y problemática”, señala el documento, en referencia a que el 60% que no votó al FA “no es un público homogéneo” e incluye “algunos sectores específicos”.
En este pasaje mencionan taxativamente los cinco electorados a los que debería apuntar el oficialismo: “a) personas que votaron en blanco o anulado, b) votantes de Unidad Popular y el PERI [Partido Ecologista Radical Intransigente], c) votantes del Partido Colorado, con énfasis en los votantes de la corriente de [Ernesto] Talvi, d) votantes del Partido Nacional que dudan de [Luis] Lacalle, e) votantes de Cabildo Abierto de sectores populares”.
En el documento se concluye que la postura “de enojo o de deslizar que quien no votó al Frente es un neoliberal o un conservador” perjudica las chances de Daniel Martínez y además “refuerza un estigma que no tiene asidero con la realidad”. Y se agrega: “No somos ni los dueños de la razón ni hemos hecho todo bien, ni tampoco del otro lado están los que hacen todo mal y quieren lo peor para el Uruguay. Debemos confrontar con una propuesta clara y lenguaje simple, sincero y sencillo”.
Desde el comando sugieren que el tono de la comunicación sea de “respeto, aceptación de las razones del otro, humildad, autocrítica”. “Ni la soberbia ni la ridiculización o la satirización de quienes votaron a otros partidos es la forma de pavimentar el camino para que en una segunda vuelta voten a Daniel Martínez”, agrega. Se subraya que en esta etapa es fundamental “respetar al que piensa diferente”. “Ni ellos, ni los otros que votaron como ellos son ‘rosaditos’, inconscientes, incautos o personas sin conciencia de clase. Son votantes que tuvieron una opinión distinta de la nuestra”, enfatizan.
Según el documento, hay que acercarse a estos votantes “desde la humildad”, pero asumiendo que el 24 de noviembre el país “se juega cosas muy importantes y no es lo mismo una opción que otra”. “El voto por Lacalle Pou supone riesgos muy importantes. No debemos exagerar ni caricaturizar esos riesgos, pero sí encontrar la forma de evocarlos y que cada persona pueda corporizarlos en su realidad concreta”, agrega.
En ese sentido, concluyen, hay que evitar el “recurso fácil” de comparar con situaciones “críticas” del pasado, que no siempre son “referencias válidas ni creíbles para la población en la situación actual”. “Tampoco tenemos por qué descalificar a nuestros adversarios como gente indecente o malintencionada, porque en muchos casos se trata de personas a las que votaron”, concluyen.