El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, explicó hoy por qué no dieron resultado los inhibidores de celulares que se instalaron en algunas cárceles.

El tema salió a la luz del asesinato del hincha de Nacional Lucas Langhain el domingo pasado, y cuyo homicidio habría sido ordenado por un ex barrabrava de Peñarol que está recluido en el Penal de Libertad, según la investigación que lleva adelante el fiscal Juan Gómez.

En diálogo con Radio Sarandí, Bonomi sostuvo que la propia Policía debate si es pertinente o no el uso de celulares por parte de los internos “¿Se prohíbe o se lo deja y se usa como elemento de información?”, se preguntó.

Según dijo, si bien se colocaron inhibidores de celular en algunas cárceles, la medida “no funcionó porque las [empresas] telefónicas aumentaron la señal”. “El inhibidor está pensado para una señal, se compró sobre esa base, se colocó, y las telefónicas aumentaron la señal y rompieron [el inhibidor]”, aseguró.

Además, a la hora de decidir su instalación, el jerarca afirmó que se debe priorizar el interés de los vecinos, que también podrían ser afectados por los inhibidores de celulares, por encima del de las personas privadas de libertad.