El presidente electo, Luis Lacalle Pou, dijo este miércoles que su equipo de gobierno pidió a las autoridades actuales que cambien su decisión respecto de las tarifas públicas, hagan un ajuste en enero y le pasen “la factura” a su gobierno. La futura ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, fue quien le hizo ese planteo al director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y coordinador de la transición por parte del gobierno, Álvaro García, durante la reunión que mantuvieron el martes, contó Lacalle Pou durante una entrevista con el programa Las cosas en su sitio, de Radio Sarandí. Arbeleche solicitó la reunión de manera urgente para conocer los motivos de la decisión tomada por el gobierno de Tabaré Vázquez.

Lacalle Pou sostuvo que durante el encuentro con Vázquez se abordó el tema de las tarifas públicas, aunque vagamente. “Me imaginé que podría haber un ajuste por gastos”, pero “no pensé que se iba a resolver ahí [en la reunión]”, dijo el presidente electo, que pretendía que fuera un tema de discusión entre las autoridades. Ese mismo día, 11 pisos más abajo de donde se desarrollaba la reunión, el gobierno actual confirmó que no habría aumento de tarifas.

La decisión de no modificar las tarifas públicas a comienzos de 2020 no es nueva. El gobierno la había anunciado en julio. Al respecto, Lacalle Pou dijo que había tomado ese planteo “como un compromiso electoral, de los cuales [en el Frente Amplio] están acostumbrados a no cumplir para que los voten”, algo que ya “hicieron en 2014”. “Es una irresponsabilidad lo que está haciendo el gobierno”, agregó, y continuó: “Si hubiera ganado [el candidato frenteamplista Daniel] Martínez esto no estaría pasando; como le ajustó [José] Mujica a [Tabaré] Vázquez, que en la transición hizo un tarifazo”. El presidente electo siguió: “El gobierno entrega la casa desordenada –¿o alguien lo duda?–, cuando te dan el déficit más grande en 30 años y, además, te tira una pedrada en el vidrio”, sostuvo. “No parece lógico en una economía que viene de esta manera renunciar ya no a un aumento: es ajustar por costos”, insistió.

En la rueda de prensa posterior a la entrevista, Lacalle Pou contó que el martes comenzaron a analizar este “nuevo escenario” con Arbeleche, y manifestó que aún no hay una definición formal sobre si habrá un aumento de tarifas al inicio de su período de gobierno. “Lo que debería haber pasado ahora no es un aumento de los precios de las tarifas, básicamente es acompañar los costos de las tarifas. Es lo que se está pidiendo y es lo lógico”, manifestó.

Fuentes de Presidencia señalaron a la diaria que el gobierno no modificará su decisión de no aumentar las tarifas. “Es una decisión tomada por el Consejo de Ministros, la única posibilidad es que el Consejo la modifique. Hoy lo veo muy difícil”, dijo un jerarca del Poder Ejecutivo. Además, indicaron que la determinación “tendría que estar fundada en algún elemento de la ecuación económica de las tarifas, no por un elemento político”. “¿Cuál sería el elemento político? ¿Que ellos [el nuevo gobierno] quieren bajar las tarifas un mes después? Una locura. Ellos las pueden ajustar en marzo”, agregó otro integrante del Ejecutivo. Además, argumentaron que la decisión de no aumentar las tarifas se tomó en julio, “cuando no se sabía quién iba a ser presidente”, “justamente para no incidir en el electorado”.

“Fitch se metió en un terreno que no le corresponde”

Lacalle Pou también se refirió al informe sobre Uruguay que publicó el lunes la corporación financiera Fitch Ratings, en el que estima que el nuevo gobierno enfrentará el “desafío” de “reducir un gran déficit fiscal ante el bajo crecimiento”. “Fitch se metió en un terreno que no le corresponde, porque empezó a dudar, debido a temas ideológicos, de que la coalición tenga la cohesión que le permita impulsar determinada reforma”, sostuvo Lacalle Pou en la entrevista con Sarandí, y continuó: “Se metió en un terreno que está lejos de la macroeconomía, que se mete de lleno en la política y que utiliza elementos de la realidad que ni cerca están de estar confirmados”. Además, consideró que es “ligera” la apreciación de la corporación sobre la coalición, a la que califica de “inestable”. “¿Qué sabe Fitch? Lo que hace Fitch es desconfiar”, agregó.

En relación con los planteos de Fitch sobre el ahorro de 900 millones de dólares, el presidente electo dijo que al análisis de la corporación “le falta un elemento”: “El gobierno actual pasó de ajuste fiscal en ajuste, y mirá cómo terminó la situación”. Planteó que incluso si no logra recaudar esa cantidad pero logra “revertir el gasto por encima de lo recaudado”, las calificadoras y organismos multilaterales de crédito lo “van a ver con buenos ojos”.

Manini Ríos rechazó ser ministro de Salud

El gabinete del nuevo gobierno se presentará la próxima semana. Lacalle Pou tiene la intención de presentar las tres jerarquías de cada ministerio. Durante la entrevista con Sarandí sostuvo que aún falta determinar algunos aspectos vinculados a la participación en el gabinete del Partido Colorado y Cabildo Abierto (CA). En tanto, dentro del Partido Nacional (PN) resta definir “dos o tres subsecretarios y algunos directores”. En relación con la participación de CA, Lacalle Pou dijo: “La incertidumbre [respecto de] CA es que el general Manini no quiere ser ministro”, y agregó: “Si Manini [Ríos] era ministro no había ninguna incertidumbre. Él era ministro en mi gobierno”, manifestó. “¿Era ministro de Salud?”, le preguntó el periodista. “Sí”, respondió Lacalle Pou. Afirmó que en la presidencia de los entes autónomos “más importantes” no habrá dirigentes políticos, sino que las direcciones serán ocupadas por “gente idónea, técnica”, y “muchos de los cuales no sé si votaron al PN”

Asunción de Alberto Fernández

El presidente electo confirmó que recibió la invitación a la asunción de Alberto Fernández el martes en Argentina. Lacalle Pou irá a la ceremonia con el presidente Tabaré Vázquez, la vicepresidenta Lucía Topolansky y el ex presidente José Mujica. El líder de Todos dijo en la entrevista con Sarandí que “es una buena señal para el mundo” que el presidente saliente y el presidente electo de un país concurran juntos. “Ahí sí que hay que poner cara de feliz cumpleaños”, sostuvo: “Es una señal por encima de cualquier cosa, tarifas y nombramientos. Hay que saber separar”.