“El Uruguay y el mundo no son lo que hace cien años. Las nuevas tecnologías y los medios de comunicación han cambiado la faz del planeta y por ende la sociedad. Dentro de la sociedad los jóvenes ya no son los jóvenes de antes”, así comienza la exposición de motivos del proyecto de reforma constitucional “Rebaja de edad para el ejercicio del voto y requisitos para ser candidato a representante nacional”, presentado por los diputados nacionalistas Alejo Umpiérrez, Rodrigo Goñi y Gloria Rodríguez en setiembre de 2017.
“No podemos seguir escondiendo ni retaceando derechos que ya se ha ganado ese núcleo por su propia acción social”, añade el texto. Además, establece que, “extrañamente”, en Uruguay las personas pueden casarse a partir de los 16 años y trabajar antes de los 18 para contribuir a su hogar y su sustento, y que, por lo tanto, pagan “impuestos y contribuciones a la seguridad social, pero no pueden elegir a quienes definen los tributos que deberán pagar. Pueden ser contribuyentes pero siguen con su ciudadanía en suspenso. Van a una educación y a centros educativos sobre los que opinan sus mayores pero ellos no tienen voz en términos electorales”.
Los principales objetivos del proyecto son: bajar de 18 a 16 la edad mínima para que las personas sean habilitadas como votantes, y de 25 a 23 la edad imprescindible para que un ciudadano pueda presentarse como candidato a representante en el Parlamento. En ese sentido, Goñi dijo a la diaria que el 1º de marzo presentará ante la Cámara de Representantes esta iniciativa como “tema prioritario”.
Desde su presentación, el proyecto no fue tratado porque “toca temas que no son considerados urgentes” y por algunas “resistencias” de integrantes de todos los partidos políticos, según Goñi. Pero para el diputado blanco este año electoral es el momento “propicio” para tratar los proyectos que “puedan tener algún tipo de sensibilidad electoral”, como este, y “nadie se va a animar a perder votos simplemente por no ponerse a trabajar”.
“Es un mensaje de los adultos a los jóvenes de que hay que darles paso a ellos. No solamente teórico, sino también práctico con el ejercicio de derechos. El hecho de votar es una obligación, que los obliga –en el buen sentido– a tomar posición sobre el gobierno de un país”, comentó Goñi. Según dijo, es necesario incorporar la visión de las nuevas generaciones en decisiones relacionadas con la tecnología y la innovación, temas sobre los que “saben mucho más” que las generaciones adultas. Además, sostuvo que los “parlamentos modernos del mundo” ya han aprobado que los jóvenes puedan votar a partir de los 16 por estas mismas razones. “Dejó de ser un tema de opción para ser una necesidad”, enfatizó.
Sobre modificar la edad para acceder a la Cámara de Representantes, Goñi dijo que es parte del mismo planteo de incorporar a los jóvenes en los temas de los que son más conocedores. Apuntó que debería haber “cuotas para jóvenes” y que lo propondrá en el Parlamento, aunque “naturalmente es un tema un poco urticante”. “Si hay una cuota que debería existir en el Parlamento es para jóvenes, porque hay temas que solamente ellos conocen y son los únicos que pueden decidir en relación con estos de forma inteligente. Un Parlamento lleno de jóvenes nos haría un bien bárbaro”, añadió. Para el diputado, establecer este mecanismo de cuotas “obligaría a los partidos a darles espacio” a los jóvenes, porque “no es fácil hacerlo voluntariamente” en el momento de armar las listas.
La idea de los diputados blancos es que la medida se apruebe en el Parlamento y se plebiscite en las elecciones nacionales de octubre. De aprobarse, los jóvenes tendrían la oportunidad de votar a partir de las elecciones departamentales de 2020, “si la Corte Electoral tuviera las posibilidades de implementarlo”, sostuvo Goñi. “Nadie puede decir que con esta propuesta se está queriendo incidir en esta elección concretamente, porque queda para los próximos eventos”, estableció el nacionalista, que confía en que se va a probar. “Estoy seguro, contra lo que algunos piensan, de que esto va a ser aprobado por todos los partidos. No digo por unanimidad ni por consenso, porque hay gente en todos los partidos que se resiste a estas posibilidades”, comentó.
Por su parte, la senadora del Frente Amplio (FA) Mónica Xavier sostuvo que la propuesta de los nacionalistas no ha sido contemplada por la coalición de izquierda, pero manifestó que el voto a partir de los 16 años “es perfectamente posible” y que en el FA los jóvenes votan antes de los 18 años. Asimismo, señaló que la juventud del Partido Socialista ha planteado la necesidad de considerar bajar la edad para ejercer el voto. De todas formas, prefirió no anticipar qué posición podría adoptar el FA en relación con el proyecto y señaló que lo importante es la discusión de fondo, en la que “los jóvenes deberían tomar protagonismo”.
En cuanto a modificar la edad mínima para ser candidato a representante en el Parlamento, la senadora frenteamplista sostuvo que lo considera “favorable”. “Lo que me parece importante es la expresión de los jóvenes de esta sociedad en función de las responsabilidades que están dispuestos a asumir. Es un debate que se puede dar perfectamente”, añadió.