La mesa representativa del PIT-CNT decidirá formalmente hoy el rechazo a la reforma de la Constitución propuesta por el senador y precandidato del Partido Nacional (PN) Jorge Larrañaga (Alianza Nacional). La central sindical hará oficial su posición después de que, la semana pasada, le manifestara a Larrañaga su discrepancia con los cambios que el nacionalista quiere introducir en la Constitución en temas de seguridad.

El presidente de la central sindical, Fernando Pereira, dijo a la diaria que están trabajando en propuestas porque “Uruguay se debe un debate razonable en torno a la seguridad, que supere la contienda electoral”.

Además, el PIT-CNT formará parte de la campaña contra la iniciativa impulsada por Larrañaga “Vivir sin miedo”. Pereira dijo que va tener un formato similar al de la campaña del No a la Baja –de la edad de imputabilidad– de 2014, y que se intentará argumentar sin “hacer política rastrera”. “Somos conscientes de que hay 400.000 personas que firmaron [para que se haga el plebiscito]”, entre los que debe haber “miles de firmas de personas que están afiliadas a un sindicato”, comentó.

Pereira coincidió con el comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, en que es necesario mejorar las condiciones de reclusión. “En campaña electoral, pedir plata para las cárceles no es muy simpático, pero si queremos tener una sociedad más segura, vamos a tener que construir una política de Estado en ese sentido”, argumentó.

El texto de la reforma, que se plebiscitará en forma simultánea con las elecciones nacionales, permite los allanamientos nocturnos –hoy prohibidos– si existe orden judicial, el cumplimiento completo de las penas en los delitos graves, la prisión perpetua revisable en los casos de delitos gravísimos, y la creación de una Guardia Nacional integrada por militares.

Acerca de estas propuestas, Pereira acotó que la experiencia en el mundo indica que asignar a militares para cumplir tareas policiales “no trae nada bueno”, y que en todo caso él es partidario de aumentar el número de policías si fuera necesario. Además, dijo que la habilitación para realizar allanamientos nocturnos “no construye una mejora en seguridad”, pero admitió que no hay unanimidad de opiniones al respecto en el movimiento obrero.

Para Pereira, la solución no consiste en el aumento de las penas, sino en la mejora de las condiciones de reinserción. “Uno de los problemas de quienes estuvieron en la cárcel es que no encuentran empleo”, subrayó. Dijo que “las empresas, de una manera o de otra, saben cuando la persona tiene antecedentes” y no la contratan. “Decimos que tienen que trabajar antes de andar robando, pero cuando salen nadie los emplea. Si alguien cometió un delito y la condena es que de por vida no pueda acceder a un puesto de trabajo, estamos en el horno”, sentenció.

El presidente del PIT-CNT señaló que muchos de los reclusos “sufrieron una enorme violencia, privaciones o abuso sexual. Hablamos como si su violencia surgiera de la nada, cuando en realidad es producto de otras violencias”, y añadió: “No digo que esto les quite responsabilidad, pero hay que valorarlo”. También dijo que la gente se tiene que preguntar si quiere para sus hijos lo que les sucede a “los chiquilines que nacieron en contextos desfavorables y no conocieron oportunidades”, y opinó que la clave es construir “políticas de inclusión”. “No se trata sólo de ingresos económicos, sino también de la cultura y de construir comunidad e inclusión”, aseveró.