El fin de semana, en el Club Atenas, se desarrolló el 48º Congreso Ordinario y el 29º Congreso Extraordinario del Partido Socialista (PS). Centenares de delegados socialistas de todo el país discutieron, entre otros aspectos, la línea política para la próxima dirección del partido y las estrategias electorales de cara a la campaña. Al respecto, se aprobó una plataforma electoral con cuatro líneas programáticas que no comprometen medidas específicas, a priorizar de cara a las elecciones.

El sábado participaron en la inauguración del congreso ordinario el intendente de Montevideo y precandidato frenteamplista, Daniel Martínez, y la secretaria general del PS, Mónica Xavier. Martínez centró su discurso en su trayectoria en el partido, los logros alcanzados por el Frente Amplio (FA) en tres períodos de gobierno y las cosas que quedan por hacer. Xavier hizo un análisis político de algunos acontecimientos locales e internacionales de los últimos tres años, como “el ascenso de la derecha restauradora en la región”, el encarcelamiento del ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva y “el inicio de un nuevo año electoral”.

Durante el congreso extraordinario, que se desarrolló ayer, se abordaron dos aspectos. En primer lugar, se votaron “los acuerdos de política de alianza”. Cinco puntos fueron aprobados al respecto. En segundo lugar, se puso a consideración “la plataforma electoral”, que incluye aportes del PS de cara a las elecciones “para lograr el cuarto gobierno del FA”. Esta se aprobó en forma general, se postergó la definición de algunos temas y se los derivó para ser analizados por una comisión asesora del Comité Central. Algunas de las modificaciones referían a educación, vivienda y seguridad, a la incorporación al documento de “puntos específicos sobre ética y transparencia” y a un mayor énfasis en el capítulo de igualdad de género del programa del FA.

En su propuesta, los socialistas destacaron cuatro líneas programáticas: el desarrollo de una “nueva economía, centrada en los desafíos para dar un salto en la diversificación productiva con mejora del empleo y salario, igualdad social y sostenibilidad ambiental”; “un nuevo impulso de las políticas sociales de izquierda, para fortalecer y completar  la matriz de protección con énfasis en cuidados y combate a las desigualdades”; la adopción de “nuevos desafíos en materia de seguridad, previniendo la violencia, profesionalizando a la policía, revalorizando la policía comunitaria y la participación ciudadana”, y “la promoción de una cultura de la solidaridad, estimulando la participación social como factor de emancipación y transformación del estado”.

El candidato a la Secretaría General del PS Santiago Soto sostuvo que el documento elaborado constituye “un punto de inflexión” entre los logros y los errores en los gobiernos del FA y, a su vez, un planteo de las cosas que quedan por hacer. De los puntos principales, resaltó el impulso cultural como “el más sentido” por los socialistas, porque, dijo, se trata de “cómo construimos socialismo: desmercantilizando, generando bienes comunes y servicios de calidad, avanzando en conciencia y ciudadanía”. “El nuevo impulso empieza en el congreso del PS”, concluyó.

La mayoría de las disposiciones votadas se alcanzaron por amplia mayoría o unanimidad. Sin embargo, aparecieron algunas discrepancias en el momento de votar la integración de la comisión asesora. Algunos delegados del interior recriminaron que en la comisión encargada de elaborar el documento sólo hubiera representantes de grupos de Montevideo y reclamaron que estuviera presente “la voz del interior”. Fueron ovacionados por la mayoría de los presentes. Asimismo, plantearon que el PS tiene el deber de deshacer la dicotomía entre la capital y el resto del país. Como solución, propusieron tres delegados del interior para integrar la comisión, entre ellos, Yerú Pardiñas, ex secretario general del PS. Delegados de Montevideo discreparon y pidieron confianza en la comisión.

El diputado y candidato a la Secretaría General del PS Gonzalo Civila propuso –en virtud de no terminar el congreso con “falsas oposiciones” y contemplar “la enorme diversidad de realidades dentro del partido”– una comisión integrada por una mitad de representantes de Montevideo y Canelones y otra mitad de representantes del interior, pero con “un formato razonable”. “Sería bárbaro terminar el congreso sin barras bravas, ni para un lado ni para el otro”, dijo la presidenta de la mesa, Blanca Elgart. Finalmente, la moción de Civila fue aprobada y, antes de culminar el congreso, se anunció que representantes de Tacuarembó, Rocha y Cerro Largo, y Canelones y Montevideo integrarán la comisión.