La Unión Europea (UE) y Uruguay dieron a conocer ayer una declaración conjunta sobre la primera reunión del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela. El encuentro se desarrollará en Montevideo el jueves 7, con la participación de ocho miembros de la UE –Francia, Alemania, Holanda, Italia, Portugal, España, Suecia y Reino Unido– y cinco países de América Latina –Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México y Uruguay–. Las reuniones, según el comunicado, serán a “nivel ministerial”.
El objetivo del grupo es “contribuir a crear las condiciones para que surja un proceso político y pacífico, que permita a los venezolanos determinar su propio futuro, mediante la celebración de elecciones libres, transparentes y creíbles, en línea con la Constitución del país”.
Según los términos de referencia del grupo, la idea no es que actúe como un “mediador”, sino que “pueda acompañar y consolidar” apoyo a la “dinámica política” con miras a resolver el conflicto. Para esto, se delinearon tres etapas de trabajo. En la primera la meta será construir un “entendimiento común” entre sus integrantes sobre la situación venezolana, los “parámetros para una salida pacífica de la crisis” y “posibles formas de ayudar al país a lograr una solución pacífica y democrática a través de nuevas elecciones creíbles”. En una segunda etapa se pondrán en contacto con los “actores nacionales relevantes” para analizar sus “expectativas y demandas” acerca de las condiciones necesarias para que se celebren “elecciones libres y justas”. En ese sentido, se proponen promover condiciones mínimas y medidas que creen confianza, como la “liberación de presos políticos y levantamiento de la prohibición de los políticos y partidos políticos de oposición para postularse a cargos públicos”; el “reconocimiento y respeto del papel constitucional de la Asamblea Nacional, sus prerrogativas y la de sus miembros”; facilitar la “asistencia externa” para atender las necesidades de la población; la “composición equilibrada” del Consejo Nacional Electoral; y eliminar las barreras que impidan la “participación igualitaria de los partidos políticos de la oposición en las elecciones”, así como las proscripciones a los líderes políticos de la oposición. En una tercera fase, el grupo “podrá” dar un “respaldo político” a un proceso de “transición política” y asistir en “áreas de necesidad”.
Según supo la diaria, si bien ya están definidos los países que participarán en el grupo, hay otro, no perteneciente a la UE, que ha manifestado su deseo de ser incluido. En los términos de referencia se plantea que los integrantes deberán interactuar “estrechamente” con un “círculo más amplio de países que no son miembros” e, incluso, podrá “invitar” a algunos de estos a “participar en sus reuniones como observadores”.
Un “éxito”
El frenteamplista Roberto Chiazzaro, integrante de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, entiende que se produjo una fusión entre la iniciativa de Uruguay y México y la de la UE. “Ahora se habla de lograr una salida mediante elecciones y no se refiere específicamente a las presidenciales. Cuando se habla de elecciones estamos hablando de todas: desde las presidenciales hasta las del Parlamento”, comentó Chiazzaro, e interpretó que con esta iniciativa más general se está buscando “conciliar las posturas”, dado que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso ayer adelantar un año las elecciones parlamentarias.
Para el legislador oficialista, esta declaración conjunta de la UE y Uruguay muestra que existe una “conjunción de esfuerzos” entre los países que se oponen al “intervencionismo” en Venezuela, para encontrar juntos una salida. También opinó sobre el rol desempeñado por el gobierno uruguayo, y dijo que esto “lo deja muy bien parado”. “Lo veo como un éxito de la diplomacia uruguaya. El país fortalece la institucionalidad democrática y los principios tradicionales de nuestra diplomacia: la no injerencia en los asuntos internacionales y la autodeterminación de los pueblos”, sostuvo. Chiazzaro considera que en la medida en que avanzan las gestiones para la paz, las “intenciones injerencistas” quedan cada vez más aisladas.
Por otra parte, luego de la reunión de ayer de la directiva de la Vertiente Artiguista sobre la situación de Venezuela, el dirigente Enrique Rubio dijo a Telemundo que consideraba la reunión un “gran éxito” para Uruguay, ya que este logró “constituir un grupo de negociación internacional para una salida pacífica”. Destacó que en el grupo van a participar países que reconocen a Juan Guaidó como presidente interino y otros que no. “Es un reconocimiento al acierto de la política uruguaya que se centra en la paz, porque lo otro es la guerra o intervención extranjera, y eso ya sería penoso o dramático” tanto para Venezuela como para América Latina, afirmó. Para Rubio, las elecciones “libres y democráticas” sólo pueden darse si previamente se lleva a cabo un diálogo que las posibilite.
Otros caminos
El Grupo de Lima, formado por países americanos que reconocen a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, acordó reunirse hoy en Ottawa, Canadá, para intercambiar posturas sobre la situación venezolana y analizar qué pasos dar para apoyar a Guaidó, según informó Efe y recogió el portal Ecos.