Luego de una sanción y varias advertencias, el martes el presidente Tabaré Vázquez aprovechó una reunión solicitada por el comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, para comunicarle que había decidido removerlo del cargo. Los duros cuestionamientos a la Justicia, incluidos en la nota enviada al Poder Ejecutivo sobre los fallos del Tribunal Especial de Honor en torno a la conducta de los represores Luis Maurente, Jorge Silveira y José Nino Gavazzo, condenados por múltiples violaciones a los derechos humanos en el marco del terrorismo de Estado, llevó al gobierno a cesarlo de funciones y disponer su pase a retiro. El ex comandante en jefe afirmó en la nota que en el Ejército existe la convicción de que se “aplicó una suerte de derecho para el enemigo” a los uniformados, que los militares muchas veces son considerados culpables antes de ser juzgados, sin las “garantías del debido proceso”, condenados con pruebas “fraguadas o inventadas”. “No ha habido juicios imparciales” a los uniformados, aseveró.

Ya destituido, con el uniforme militar puesto, el ex comandante en jefe usó la cuenta institucional del Ejército en Youtube para dar un mensaje de despedida a la fuerza militar. En el video, Manini Ríos volvió a explicitar su parecer sobre la Justicia y dijo que “nunca” justificó situaciones que pudieran ser “deshonrosas” para la institución, pero reiteró que en muchas oportunidades la Justicia “actuó sin pruebas” y “sin respetar los principios elementales del derecho”. También se refirió al clima de “reciente deterioro en la relación con el mando superior” y tildó de “inédita” la sanción de 30 días de arresto a rigor que se le aplicó por sus apreciaciones en contra de la reforma de la Caja Militar y las críticas al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro.

Luego habló de su intención de incursionar en la política partidaria y resaltó que si entendiera que la “trinchera política” es la “única” que le permite “lograr para la institución militar y para los más frágiles la justicia que no he podido lograr desde otros puestos de lucha”, está plenamente dispuesto a recorrer ese camino. Manini Ríos sostuvo que ha “tratado sacar adelante al Ejército” y, en esa supuesta tarea, ha enfrentado “la incomprensión de muchos”, las “falsedades de burócratas incapaces de ver la realidad”, que están “ enceguecidos en su soberbia o atrapados en sus prejuicios ideológicos”.

El Ministerio de Defensa Nacional bajó el video de la página institucional del Ejército y, según dijeron fuentes de la cartera a la diaria, van a “evaluar” la situación. Si bien se dispuso su pase a retiro, según indicaron las fuentes, el Poder Ejecutivo tiene la potestad de sancionarlo durante cuatro años luego del cese de su actividad.

Un debate pendiente

Hoy, el Plenario Nacional del Frente Amplio discutirá sobre una posible “racionalización” de las Fuerzas Armadas en un eventual período de gobierno, informó el viernes El País. Los temas vinculados con la defensa quedaron en el tintero en el último Congreso de la fuerza política y serán retomados en el marco del plenario. El oficialismo discutirá sobre la posibilidad de reducir paulatinamente la estructura piramidal de las fuerzas.

El partido Cabildo Abierto, recientemente inscripto en la Corte Electoral, hace tiempo viene coqueteando con la idea de catapultar a Manini Ríos a la política partidaria. El partido, cuyo sublema es Movimiento Social Artiguista (MSA), improvisó rápidamente una conferencia de prensa en el hotel Ibis Montevideo para anunciar que le propondrá al ex comandante en jefe que sea el precandidato presidencial del lema. El escribano Guillermo Domenech, presidente del partido, fue el que habló durante toda la conferencia de prensa y dejó en claro cuáles son las referencias que motivan al lema. Cabildo Abierto se inspira en el “ideario artiguista” y busca restablecer la “confianza” entre los ciudadanos y sus representantes. Domenech dijo que el partido no se iba a encasillar ni en la izquierda ni en derecha y reiteró que los lineamientos básicos del partido están “en la doctrina artiguista”. “Que los más infelices sean los más privilegiados”, dijo Domenech, y añadió: “Eso fue lo que pretendió Guido Manini Ríos en su ejecutoría como comandante en jefe del Ejército; se preocupó por la tropa, no por los oficiales, y hoy el país necesita de eso... Cuando usted camina por las calles de Montevideo y ve gente tirada debajo de los antepechos de las ventanas, hay un llamado a la responsabilidad de todos los orientales para que eso no siga sucediendo”.

Ayer Domenech contó a la diaria que Manini Ríos le dijo que se tomará “unos días” para analizar la propuesta. “Nosotros seguimos pensando que va a aceptar [ser precandidato]”, acotó Domenech, y agregó que le parece “razonable” que se tome unos días para pensarlo.

Las derechas

No sólo el partido Cabildo Abierto ve con buenos ojos la precandidatura de Manini Ríos: el movimiento Unidos Podemos, integrado mayoritariamente por militares retirados, que surgió a fines de 2017, también valoró como positivo que el ex comandante en jefe incursione en la política. Así lo dejó entrever el coronel retirado Héctor Rovira, integrante del movimiento, en diálogo con Radio Uruguay, el 16 de enero: “Ellos postulan la figura del comandante en jefe del Ejército a futuro y nosotros lo vemos como muy positivo”, porque es un “hombre que evidentemente ha marcado un hito” en el Ejército y que se puede pensar como “un candidato muy importante”, afirmó. También consideró que el partido Cabildo Abierto, por ese entonces llamado MSA, nació con los “mismos principios” que ellos y dijo que tiene muchas personas conocidas en sus filas.

La historiadora Magdalena Broquetas habló con la diaria sobre el campo de las derechas en Uruguay. En nuestro país, dijo, las facciones partidarias de derecha siempre han tenido un peso importante, y pueden reconocerse en el plano social. En particular, las facciones de derecha pueden encontrarse presentes a nivel latinoamericano y mundial en dos grandes instituciones: la iglesia católica y las Fuerzas Armadas (FFAA). “En el caso uruguayo son dos actores sociales con una fuerza relativa pero nada despreciable”, advirtió. Si bien el Ejército tiene en su constitución orgánica la imposibilidad de hacer política, Broquetas explicó que en realidad siempre que la corporación militar se ha sentido amenazada se ha manifestado, ya fuera a nivel interno o acercándose a sectores de las derechas de los partidos.

Es posible encontrar en el discurso de estos movimientos militares la idea “salvacionista”, explicó Broquetas, y añadió: “Es esa idea de que el último reducto de la nación es, en definitiva, el Ejército, y que como son los verdaderos depositarios del sentimiento nacional, si tienen que salir, van a salir. Ahí aparecen los discursos muy poco democráticos”.

“Es muy grave”

El fiscal de Corte, Jorge Díaz, se comunicó el jueves con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, María Elena Martínez, para conversar sobre las implicancias de los dichos de Manini Ríos, informó Subrayado. El fiscal expresó que solicitó una copia auténtica de la nota elevada por el ex comandante en jefe al Poder Ejecutivo para poder verla “en su totalidad”, porque parecen ser “muy preocupantes”. “Lo que dice la resolución del Poder Ejecutivo es que Manini habría dicho que un militar citado por la Justicia no tiene las garantías del debido proceso” y es condenado por pruebas “fraguadas” o “inventadas”. El fiscal se mostró muy “preocupado” por este tipo de cuestionamientos y manifestó que, en principio, es “muy grave” lo que afirmó.

En La trama autoritaria: derechas y violencia en Uruguay (1958-1966), la historiadora muestra que las facciones militares han tenido una incidencia notoria en la política durante todo el siglo XX. Allí pone el foco, entre otras cosas, en el surgimiento de la Legión Artiguista, fundada en 1961, y la forma en que los militares trascienden sus funciones en el marco de esta organización. Broquetas sostiene en el libro que si bien esta organización “compartía varios de los postulados y modos de acción de la derecha conservadora”, “presentó diferencias significativas que la alejaban de sus contemporáneos demócratas”.

La organización, cuenta la autora en el libro, reivindicaba la “dimensión militar del artiguismo” y colocaba al comunismo en la antípodas del “ideario y la lucha de Artigas”. “La promoción de un artiguismo activo fue una de las piedras angulares de la acción de este movimiento”, escribió. La Legión Artiguista puede ser considerada un antecedente de la Logia Tenientes de Artigas. Surgida el 25 de agosto de 1965, esta logia contó en sus filas con militares de “perfil nacionalista”, narra en el libro Broquetas, y añade que la organización, considerada “artiguista, nacionalista y antibatllista” tuvo un rol “decisivo” en la “concreción del golpe militar de 1973”.

La reivindicación de la figura de Artigas por estos grupos militares no es casual. Broquetas sostiene que es una “figura en disputa” y, por lo tanto, está “vaciada de contenido”. “La reivindicación militar de Artigas es de un Artigas que antecede a los partidos, y que es militar”, agregó Broquetas en diálogo con la diaria. Los movimientos de militares, añadió, recortan la dimensión social del proyecto artiguista y reivindican su condición militar. “Lo sumamente llamativo es que trascienden su función militar y salen como portavoces de la salvación nacional y eso cataliza un tipo de nacionalismo, que tiene toda una tradición en Uruguay, que es un nacionalismo de derecha, en el que el Ejército se posiciona en un lugar salvacionista y hace una lectura muy sesgada y muy particular del artiguismo, que tiene puntos de contacto con otros sectores de la derecha, pero que es muy propia”. “Si hay crisis, como dice Manini Ríos, el Ejército tendría un papel que jugar. Ese es un discurso muy subversivo”.

Producto de la impunidad

Desde que asumió su cargo como comandante en jefe, Manini Ríos cruzó varias veces la frontera de lo permitido. El historiador Aldo Marchesi destacó que si bien históricamente ha habido algunos episodios de desacato, lo de Manini Ríos configuraría una “crónica de una destitución anunciada”, porque las actitudes han sido explicitadas a lo largo del tiempo. Para Marchesi, es bastante claro que nuevamente lo que sucede en Brasil tiene un impacto en la política de nuestro país. Así como el golpe brasileño de 1964 tuvo consecuencias dentro de la esfera militar uruguaya, en los últimos años la relación entre el Ejército brasilero y Manini Ríos ha sido bastante cercana.

Marchesi rescató una característica común entre los ejércitos brasileño y el uruguayo: “Son los ejércitos que en alguna medida resultaron menos afectados por los proceso de la justicia transicional en la región”. Tanto en el caso argentino como en el chileno existieron pedidos de disculpas y quiebres generacionales, explicó. Sin embargo, el Ejército brasileño siguió reivindicando “internamente la dictadura como una experiencia legítima”, acotó, y añadió que en el caso uruguayo no parece haber existido “quiebre o ruptura” respecto del legado dictatorial.

Broquetas compartió esa lectura y se refirió a una transición “trunca” que atraviesa a las FFAA uruguayas en la actualidad. “No ha habido un verdadero saneamiento del Ejército”, acotó, y recordó que la gota que desbordó el vaso fue el cuestionamiento de Manini Ríos a la Justicia ordinaria. En particular, cuestionó las condenas a los represores Gavazzo, Maurente y Silveira. “Entonces es un Ejército que no sólo no ha atravesado procesos acabados, limpios, profundos de Justicia sino que sigue teniendo espacios para decir en voz alta que lo que hicieron está bien y que la Justicia no tiene ningún derecho a entrometerse”, agregó.

Viejas mañas

Varios integrantes de la familia del ex comandante en jefe se encuentran ultimando detalles para relanzar el periódico La Mañana, fundado en 1916 por el abuelo del ex jerarca militar, Pedro Manini Ríos, informó el jueves el semanario Búsqueda. Los impulsores de la iniciativa son Hugo Manini, hermano del ex comandante en jefe, productor arrocero, que integró la Juventud Uruguaya de Pie (JUP), en 1970, y su hija Manuela Manini; Alberto Manini y el periodista y secretario del partido Cabildo Abierto, Marcos Methol.

La historiadora Magdalena Broquetas explicó que La Mañana fue uno de los diarios de la derecha colorada del siglo XX. “Representa históricamente la posición y la voz del riverismo, que es la primera escisión a la derecha del batllismo, en 1913”, explicó, y continuó relatando el papel que desempeñó a lo largo de la historia: “La Mañana en los años 20 representa a los sectores contrarios al batllismo; en los años 30 apoya la dictadura de Terra; representa a los sectores patronales y empresariales. En los años 40 y 50 se posiciona como un diario muy anticomunista. En los 60 y 70 se vuelve el diario oficialista, que va a ser un puntal del anticomunismo”, expresó. La Mañana fue un diario antiizquierdista, que tuvo un papel clave en la construcción del “enemigo interno y, por supuesto, en la justificación del golpe de Estado”, explicó Broquetas.

Ilustración: Ramiro Alonso

Ilustración: Ramiro Alonso

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