“¡Caudillo inmortal!”, exclamó un señor cuando vio entrar a Carlos Julio Pereyra en la Casa de los Lamas, donde ayer de noche se llevó a cabo un acto por los 55 años del Movimiento Nacional de Rocha (lista 504), del Partido Nacional (PN), que desde su fundación lo tuvo como una de sus principales figuras. Pereyra, que tiene 96 años, señaló en el acto que su ciclo como orador político ya terminó, así como su actuación pública en general, pero subrayó que el evento era “muy especial” para él, porque vivió 70 años “al servicio del PN y del país”. Además, agradeció la presencia del precandidato Luis Lacalle Pou, y de varios de los legisladores que lo apoyan, como el senador Javier García y el diputado Rodrigo Goñi. Destacó que un “conjunto de hombres jóvenes” ha entrado en la sede para “luchar por las causas por las que todo ciudadano debe luchar”, como “el bienestar de su país”, y “mucho más en este momento”, bajo el gobierno del Frente Amplio, “donde el derecho parece haber pasado a un segundo o quinto plano”.

El veterano dirigente sostuvo que “se ha sustituido la voluntad del Estado por la voluntad de un partido político”, y que eso “no es el juego limpio de la democracia”. Esto se ha hecho “con una ideología que se convierte en un dogma, porque a mediados del siglo XIX un señor parece que iluminó a la humanidad diciéndole cuántos siglos iban a vivir hasta alcanzar la felicidad general”, comentó, refiriéndose a Karl Marx.

“El señor [Iósif] Stalin mató a millones de personas tratando de imponer ese ideal”, que “el señor Fidel Castro terminó asesinando a sus propios aliados en la revolución contra [Fulgencio] Batista”, y que “estamos presenciando en el mundo entero la desaparición de estas ideologías que en el fondo son totalitarias”, sentenció Pereyra.

“Por razones de mi edad y de mis achaques, esta puede ser la última vez que suba a una tribuna política. Por eso quiero señalar la inmensa satisfacción de participar esta noche en este acto”, finalizó.

En el cierre del evento, Lacalle Pou dijo que su camino es de “unión” y no de “división”, y que hay que rebelarse contra la “desunión” de la que “muchos” hicieron “su capital político”. “Yo creo que la desunión es propia de los mediocres, de aquel que tiene miedo de no convencer y de perder adhesión, y necesita levantar un muro y generar una brecha”, afirmó. Advirtió que esta campaña no será “sencilla” y que requerirá “temple” y “claridad”, porque representará un examen, no para ver quién puede ganar, sino quién puede gobernar. “Ya vimos lo que hace un partido político cuando predica la desunión para llegar al poder: no puede gobernar para todos. No usemos el mismo mecanismo, no es el nuestro. Al revés, la esencia del PN, que tiene como centro la libertad individual, es la diversidad”, aseguró.

El precandidato señaló que el 8 de abril va a presentar sus propuestas de gobierno, en las que va a estar “claramente establecido” lo que se le va a “ofrecer al país”. “Espero que esa sea la discusión de la campaña. Estamos tan convencidos de que eso va a ser bueno que no podemos perder el tiempo en otra cosa”, subrayó. Sostuvo que cada acción tiene un fin definido, y que la última escala será el 1º de marzo de 2025, cuando Pereyra “esté haciendo uso de la palabra en un acto”, y “podamos estar tranquilos porque supimos cumplir”. También resaltó que los partidos de la oposición con los que el PN competirá en octubre después pasarán a ser “socios cooperantes”, y que por eso hay que tratar de “buscar coincidencias de antemano”, porque “no es cierto” que eso “se hace al otro día de las elecciones nacionales”, sino que se tiene que hacer “ya”. “Este no es un acuerdo entre políticos solamente, sino un compromiso con el país. Por entender al país de determinada manera es que los políticos vamos a acordar, y esto no es un juego de palabras. La negociación hay que empezarla y terminarla con mucha prudencia y mucha paciencia, entendiendo a aquel que se quiere sentar primero a la mesa, pero sabiendo que la negociación se inicia cuando se sienta el último y no cuando lo hace el primero”, finalizó Lacalle Pou.