Ayer, en la residencia de Suárez y Reyes, el presidente Tabaré Vázquez recibió al entonces comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, quien había solicitado una reunión de “rutina” con el mandatario para hablar de temas “internos” de la fuerza, según informó el lunes El Observador. En el encuentro, Vázquez le comunicó al general algo que lo tomó por sorpresa: había decidido removerlo del cargo.
El motivo del cese de funciones fueron los duros cuestionamientos que hizo Manini Rios al Poder Judicial, cuando remitió al Poder Ejecutivo los fallos del Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores Nº 1, sobre la conducta de Luis Maurente, Jorge Silveira y José Nino Gavazzo, condenados por múltiples violaciones a los derechos humanos en el marco del terrorismo de Estado (ver recuadro). En ese informe, entre otras consideraciones, el comandante había escrito que entre los integrantes del Ejército existe la convicción de que “la Justicia uruguaya en muchas oportunidades se apartó de los más elementales principios del derecho, no dando garantías a los acusados. En definitiva, aplicó una suerte de derecho para el enemigo”, según informó ayer el portal de Presidencia.
Manini Ríos también sostuvo en ese escrito que los militares indagados muchas veces son considerados culpables antes de ser juzgados, sin las “garantías del debido proceso”, y condenados de acuerdo a “conjeturas o convicciones inadmisibles, sin pruebas fehacientes, y en muchos casos fraguadas o inventadas”. Por lo tanto, opinó que “no ha habido juicios imparciales” a los uniformados, y que “muchos de los imputados han sido condenados sin pruebas”.
El Poder Ejecutivo argumentó, al explicar la remoción, que en un sistema “republicano democrático de gobierno” existe “separación de poderes”, y el “respeto” a las decisiones debe ser “una premisa fundamental”, por lo cual la actitud de Manini Ríos resultó “absolutamente incompatible” con el cargo que desempeñaba. En consecuencia, dispuso su pase a retiro obligatorio, según la resolución dada a conocer ayer.
Sustituirá a Manini Ríos José Ariel González Spalatto, nacido el 18 de agosto de 1962 en Rocha, casado y con un hijo varón, que desde enero de este año es el comandante de la División de Ejército III, con sede en Tacuarembó. Ingresó a la Escuela Militar el 1º de marzo de 1980. Fue ascendido a general del Ejército en febrero de 2015, y con ese grado pasó a dirigir la Dirección Nacional de los Servicios de las Fuerzas Armadas, que depende del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) y se encarga de la sanidad y la seguridad social de todas las fuerzas, entre otros cometidos. Luego, González pasó a ser director de la Escuela Militar, y posteriormente a dirigir el Instituto Militar de las Armas y Especialidades. El año pasado, cuando era director de la Escuela Militar, fue designado junto con los generales Gustavo Fajardo y Alfredo Erramún para integrar el Tribunal de Honor que falló sobre las conductas de Silveira, Maurente, Gavazzo, Ernesto Rama y Gilberto Vázquez.
Según dijeron a la diaria fuentes del MDN, el nuevo comandante en jefe continuará en ese cargo por lo menos hasta febrero del año que viene, cuando el gobierno saliente podrá acordar con el entrante quién ocupará la jefatura del Ejército. De todos modos, acotaron, también puede ocurrir que él y los demás comandantes de las Fuerzas Armadas (FFAA) continúen ocupando sus cargos, ya que se trata de una “decisión política”.
Un protagonismo meditado
Manini Ríos dijo este lunes, en una entrevista en el programa Todo pasa, de Océano FM, que no descartaba dedicarse a la actividad política si era el único camino que encontraba para “hacer justicia” con el Ejército. De hecho, no tiene ningún impedimento para hacerlo: el artículo 63 de la Ley Orgánica Militar sostiene que el “estado militar es incompatible con el ejercicio de actividades políticas”, por lo que el militar “que desee postularse para cargos electivos deberá cesar o renunciar a su cargo con tres meses de antelación al acto electoral, como mínimo”. Además, la Constitución, que prevalece sobre esa ley y todas las demás, sólo les prohíbe la actividad política (con excepción del voto) a los militares en actividad.
El politólogo Julián González Guyer, especializado en temas de defensa, dijo a la diaria que Manini Ríos caminó por la “cuerda floja” por un buen período de tiempo, en el límite de lo que legalmente podía hacer (ver la cronología), y que sus dichos sobre la Justicia fueron la gota que desbordó el vaso. A juicio del especialista, el ex comandante en jefe del Ejército se hizo eco de una opinión muy extendida en esa fuerza: la de quienes “entienden que la Justicia es parcial, que quienes cometieron violaciones a los derechos humanos estaban operando orgánicamente”. “Eso se apoya en otro fenómeno y es que hasta 1973 había un Parlamento que estableció el estado de guerra interno, aprobó la Ley de Seguridad del Estado, y luego admitió lo que hicieron las Fuerzas Armadas en ese marco. Eso genera un especie de área gris, en la que se apoya la corporación militar para fundamentar la legalidad y la pertinencia de lo que sucedió, y Manini Ríos funciona como un portavoz de esas ideas”, explicó.
Sobre lo que implicará la destitución, González Guyer comentó que primero habría que saber hasta qué punto la persistencia de Manini Ríos en asumir un perfil político y convertirse en un “personaje público” es bien vista por sus pares. “¿A los demás generales les parece bien este tipo de protagonismo?”, se preguntó. En su opinión, el general se posicionó como adalid de los intereses del Ejército y, en una institución con un espíritu tan corporativo como las Fuerzas Armadas, cuando habla el comandante, está representando a la institución.
Según el experto, Manini Ríos optó por un nivel de exposición que no condice con la tradición militar uruguaya. “Hay cierto recato que tradicionalmente han mantenido los militares en relación con lo político, que mucho tiene que ver con la tradición francesa. En Francia, a las Fuerzas Armadas se las llama la grande muette, la gran muda. Él rompe con esa tradición y se asocia más a la estadounidense, de jerarcas militares con protagonismo político”, señaló. Sobre el eventual futuro del general en la política, González Guyer advirtió que Manini Ríos era consciente de que ponía “otra vez” la “cabeza en el picadero” y que “los militares siempre actúan estratégicamente, no actúan sin tomar en cuenta las consecuencias”. De hecho, el grupo Cabildo Abierto, antes denominado Movimiento Social Artiguista y ya inscripto como partido en la Corte Electoral, le propondrá mañana formalmente a Manini Ríos que sea su candidato presidencial, y realizará con tal motivo una conferencia de prensa en el hotel Ibis de Montevideo, informó ayer El Observador.
Fallos fallidos
El presidente Tabaré Vázquez resolvió no homologar el fallo del Tribunal de Honor del Ejército que juzgó la conducta del coronel retirado Luis Alfredo Maurente. No comparte que el tribunal haya entendido que los hechos por los que la Justicia condenó a Maurente (28 delitos de homicidio muy especialmente agravados determinados por “tres sentencias judiciales pasadas en autoridad de cosa juzgada”) “no están lo suficientemente aclarados, al existir imposibilidad de reconstruir situaciones que, según se dice, ocurrieron hace 42 años; que dieron lugar a un trámite judicial que en su momento juzgara hechos a 30 años de ocurridos, cerrando el caso sin elementos que fundamenten la convicción que los oficiales sometidos al Tribunal faltaron a los códigos de honor, de la Institución Militar, del Cuerpo de Oficiales y del suyo propio”.
Por otro lado, en referencia al “cuestionamiento genérico” realizado al Poder Judicial en “los instrumentos agregados en el expediente”, el Poder Ejecutivo entiende que “no se compadece con las apreciaciones incluidas en los mismos con referencia a ciertos casos, donde la actuación de la Justicia permitió el esclarecimiento de hechos, a satisfacción de quien escribe lo contrario”, y que por consiguiente “tal razonamiento es contradictorio, va contra las reglas de la lógica, intenta socavar el prestigio de nuestro Poder Judicial y es injusto”.
Para el Poder Ejecutivo, la conducta de Maurente “desprestigia el honor de la Fuerza Armada que representa y el suyo propio”, y por lo tanto no homologó el fallo.
Por su parte, los fallos acerca de la conducta de Jorge Silveira y José Nino Gavazzo sí fueron homologados por el presidente, ya que si bien en general tienen el mismo contenido que el fallo sobre Maurente en cuanto a los delitos por los que fueron condenados (incluyendo los mismos 28 homicidios), el tribunal sí entendió que “existió falta contra el honor, porque los militares juzgados, teniendo conocimiento de la condena con prisión del coronel Juan Carlos Gómez (quien estuvo privado de libertad durante tres años y medio) por el fallecimiento de Roberto Gomensoro en el Grupo de Artillería Nº 1, cuyo cuerpo apareciera en aguas del Río Negro no le comunicaron a la Justicia Penal ordinaria que el condenado era inocente”.
El Ejecutivo afirma que la conducta de Gavazzo y Silveira, como la de Maurente, “desprestigia el honor de la Fuerza Armada que representa y el suyo propio”, y señala que homologa los fallos debido a los actos que ya juzgó el Poder Judicial, “y no sólo por los motivos restringidos” expuestos por el Tribunal de Honor.
Los mensajes partidarios
Las reacciones en la arena política fueron variadas. Desde el Partido Nacional, varios dirigentes saludaron a Manini Ríos y se refirieron a él como un “gran” comandante. El precandidato nacionalista Luis Lacalle Pou (Todos) escribió en su cuenta de Twitter que la destitución del comandante en jefe es un “resorte institucional” del presidente, pero también opinó que el general desempeñó su “cargo con lealtad institucional” y con “apego a las normas”, para concluir que “fue un digno comandante”.
El senador nacionalista Álvaro Delgado, integrante de Todos, fue más allá que su líder y consideró que el cese es una “mala noticia para el Uruguay y para el Ejército”. “Cesan a un gran comandante en jefe. Tendrán que explicar las razones, pero es obvio que la presión fue del Frente Amplio [FA]”, afirmó. En la misma línea opinó el diputado nacionalista Pablo Abdala, quien sostuvo en redes sociales que “tal vez” las últimas declaraciones de Manini Ríos “sirvieran de motivo o excusa”, pero que era “el final largamente buscado por los sectores radicales del FA”. Por su parte, el precandidato nacionalista Jorge Larrañaga dijo que Manini Ríos: “Cruzó una línea que no debía”.
El precandidato colorado Ernesto Talvi aprovechó la oportunidad para abordar un tema de fondo: “La destitución del Manini no admite dos opiniones: el presidente ejerció su autoridad y se acata sin chistar. Pero hay que hablar de lo que medio país cuchichea: ¿tiene sentido con nuestro tamaño y en este tiempo tener Fuerzas Armadas convencionales teóricamente preparadas para la guerra?”, deslizó en Twitter.
Desde filas frenteamplistas, los precandidatos expresaron su apoyo a la decisión de Vázquez. Óscar Andrade manifestó en Facebook su “respaldo” y calificó de “justa” e “irreprochable” la destitución. Mario Bergara cuestionó en Twitter la actitud de Manini Ríos de “intentar censurar” al Poder Judicial y calificó de “oportuna y acertada” la resolución de Vázquez. Daniel Martínez sostuvo, también en Twitter, que el presidente adoptó “una decisión que honra la Constitución y protege el rol de las instituciones”. Carolina Cosse manifestó que el gobierno del FA “vuelve a ser una garantía”, e hizo referencia a una frase utilizada por Vázquez en varias oportunidades: “Dentro de la Constitución todo y nada fuera de ella”.
Dichos y actuaciones de Manini Ríos
3 de febrero de 2016. “Seguir pidiéndole cuentas al Ejército por lo que pasó hace 40 años [...] es casi lo mismo que pedir cuentas por lo que hicimos en la Guerra de Paraguay”.
18 de mayo de 2016. Manini Ríos participó con su uniforme militar en una misa en la catedral de Montevideo por el Día del Ejército. Volvería a hacerlo.
18 de mayo de 2017. En su discurso por el Día del Ejército agregó frases que no estaban en el texto entregado previamente al ministro de Defensa Nacional. “[Los militares] tienen el privilegio de llevar su pobreza con dignidad y lucir orgullosos el uniforme que para ellos representa su vida”.
29 de junio de 2017. “A la gente de Bella Unión, Salto y Paysandú les importa un comino lo que pasó hace 44 años”.
30 de noviembre de 2017. Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos denunció que Manini Ríos brindó información falsa sobre la ubicación de restos.
1º de diciembre de 2017. “El principal interesado en la aparición de los cuerpos [de desaparecidos] es el Ejército”.
18 de mayo de 2018. “[Al Ejército] nada ni nadie lo pondrá nunca de rodillas”. “Gracias soldados por no reaccionar ante la provocación de aquellos que respondiendo a intereses inconfesables viven de la confrontación”.
25 de junio de 2018. En referencia al homicidio de Artigas Álvarez, hermano de Gregorio Goyo Álvarez, cometido por el MLN- Tupamaros: “¡Que su sacrificio no haya sido en vano!”.
22 de agosto de 2018. “Cuando la patria esté en peligro no hay derechos para nadie, sino deberes”.
5 de setiembre de 2018. “No le puedo atribuir al ministro [de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto] Murro de ninguna manera mala fe”, ni que “mienta a sabiendas” sobre la reforma de la llamada Caja Militar.
29 de diciembre de 2018. “Saludo al soldado que se esfuerza por cumplir la misión asignada de la mejor forma, a pesar de las dificultades [...] y de la acción de los mercaderes del odio y del enfrentamiento entre orientales”.
4 de febrero de 2019. “El Ejército ha hecho, hace y continuará haciendo lo posible por esclarecer los hechos y dar respuestas” sobre delitos cometidos en dictadura.
7 de febrero de 2019. “Noto un ambiente muy favorable a una mayor participación del Ejército en la seguridad”.
28 de febrero de 2019. “Gritos de Asencio, en la historia de los pueblos, ha habido y habrá muchos”.