La Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento (AGESIC) publicó el viernes, en el Catálogo Nacional de Datos Abiertos, una base con más de 1.500 indicadores proporcionados por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides). La información es recopilada desde 2007 por la Dirección Nacional de Evaluación y Monitoreo del Mides, pero antes era posible acceder solamente a los datos por medio del Observatorio Social del Mides; desde el viernes se pueden encontrar los metadatos (información sobre el contenido de los archivos, que facilita las búsquedas) y tres planillas con diferentes formatos en categorías como educación, salud, trabajo, desarrollo social, vivienda, economía y contexto sociodemográfico.
Según publicó AGESIC en su página web, algunas de las fuentes de los indicadores son la Encuesta Continua de Hogares hecha por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud del INE y del Mides, la Encuesta de Nutrición, Desarrollo Infantil y Salud (INE/Mides/Universidad de la República) y el Sistema de Cuentas Nacionales (Banco Central del Uruguay), entre otras.
Algunos datos sobre vivienda
En el catálogo hay 168 grupos de datos en la categoría vivienda. Para hacer este informe la diaria seleccionó cinco planillas con datos de todo el país: porcentaje de hogares con una necesidad básica insatisfecha (NBI) en vivienda; porcentaje de hogares con una NBI en vivienda según departamento; porcentaje de personas que habitan en viviendas con hacinamiento según tramos de edad; porcentaje de hogares en situación de hacinamiento según área geográfica, y distribución porcentual de hogares en situación de hacinamiento por departamento.
Un hogar tiene una NBI en vivienda si presenta una carencia en términos de materialidad, espacio habitable o espacio apropiado para cocinar. Según los datos del Mides, en 2006 11,7% de los hogares tenía una NBI; la proporción había bajado a 4,9% en 2017.
En Montevideo, el porcentaje de viviendas con una NBI bajó de 6% a 2,7% entre 2006 y 2017. Hace dos años el departamento que tenía más viviendas con esta característica era Treinta y Tres, con 9,9%; el segundo era Salto (9,3%), seguido por Río Negro (8,9%), Tacuarembó (8,3%) y Cerro Largo (8,1%). En todos los casos, en el período 2006-2017 hubo una reducción de varios puntos porcentuales. Treinta y Tres bajó 7,9 puntos (de 17,8% en 2006 a 9,9% en 2017); Salto, 11,1 puntos, de 20,4% a 9,3; Río Negro, 8,7 puntos, de 17,6% a 8,9%; Tacuarembó, 13,9 puntos, de 22,2% a 8,3% (pero si se tiene en cuenta la medición de 2008, cuando llegó a 24,4%, bajó 16,1 puntos); y Cerro Largo bajó 12 puntos porcentuales, de 20,1% en 2006 a 8,1% en 2017. Por otra parte, en 2017 los departamentos con menos hogares que presentaban una NBI fueron Montevideo (2,7%, como ya se dijo), Maldonado (3,4%), San José (4,5%), y Flores y Rocha, cada uno de ellos con 4,6%.
Según la definición manejada, hay hacinamiento cuando cada habitación para dormir de un hogar es utilizada por más de dos de sus integrantes. Los datos del Mides indican que en 2017 el tramo de edad que vivía más hacinado era el que iba de cero a cinco años, con 37,3% de los niños en esa situación, y que el porcentaje iba bajando a medida que las edades aumentaban: 28,8% de hacinamiento para el tramo de seis a doce años; 21,5% de 13 a 18 años; 12,5% de 19 a 64 años; y la proporción más baja correspondió a las personas de 65 años, con 2,5%. Para casi todas las franjas etarias, el peor año fue 2006 (el primero de los registrados), exceptuando la de 13 a 18 años, para la que el peor año fue 2007 (con 31,8%), aunque la diferencia con la medición de 2006 (31,3%) fue de apenas medio punto porcentual. En 2006, más de la mitad de los niños de cero a cinco años (53%) vivían hacinados, y la misma situación se daba para 44,1% de la población que tenía de seis a 12 años, y para 31,3% de la de 13 a 18 años. Entre los mayores de edad, 20,2% de los que tenían de 19 a 64 años vivían hacinados, al igual que 4,4% de los mayores de 65.
Los datos de hacinamiento por departamento son de 2011, cuando la mayor proporción de hogares con esa característica fue la registrada en Salto (9,8%), seguido por Paysandú (8,7%), Río Negro y Soriano (en ambos casos, 8,5%) y, muy cerca, Durazno (8,4%).
En 2017, el registro de hacinamiento indicó que la región con mayor porcentaje de este problema fue el interior urbano, con 9,9%, mientras que las localidades pequeñas y las zonas rurales tuvieron una proporción de 9,6%, y en Montevideo el indicador fue 7,5%. En todo el período 2006-2017, el peor año fue una vez más el primero, cuando se registró 11% de hogares con hacinamiento en Montevideo, 17% en el interior urbano, y 14,9% en las pequeñas localidades y las zonas rurales.
“Lo de USU no tiene gollete”
Juan Pablo Labat, director nacional de Evaluación y Monitoreo del Mides, dijo a la diaria que Uruguay está trabajando en facilitar el acceso a datos abiertos desde hace varios años, y que la novedad es ahora la publicación de la AGESIC. Estos datos “tienen un aporte sustantivo a la calidad democrática”, aseguró.
El funcionario explicó que el Catálogo Nacional de Datos Abiertos se nutre del Censo de Población, que se hizo en 2011 y está previsto que se vuelva a hacer en 2021, y también de información obtenida de encuestas y registros administrativos en los organismos públicos. Destacó que nuestro país tiene el compromiso de actualizar la información y abrir su acceso mediante distintos portales. “Lo interesante es que Uruguay desarrolla procesos permanentes de rendición de cuentas y destina oficinas de trabajo al procesamiento de los datos estadísticos”, explicó. Sobre la importancia de la apertura de los datos, señaló que se “trata de un insumo sustantivo” para la generación de políticas.
“Sirven para tomar decisiones, y para que las personas que tienen el interés de profundizar en distintas temáticas puedan acceder a las distintas capas de la información, lo que contribuye a la transparencia”, subrayó Labat.
Acerca de la campaña “Datos vs. Realidad”, del movimiento Un Solo Uruguay (USU), el jerarca comentó: “Lo de USU no tiene gollete. Es un insulto a la inteligencia esto de aparecer de forma esporádica a decir un par de disparates a ver si pueden concitar la atención. A esta altura está claro que el asunto es político y está totalmente disociado de los contenidos”.
La semana pasada, Marcelo Nougué, integrante de USU, dijo a la diaria que la finalidad de esa campaña no es desacreditar al gobierno sino “corregir” la información, ya que, a su entender, los indicadores aportados a los organismos internacionales “no condicen con la realidad”.
Labat dijo que no sólo USU busca desprestigiar a las instituciones generadoras de información, ya que “hay un proceso de editorialización del diario El País intentando socavar las instituciones democráticas de Uruguay”, algo que “por suerte no tiene eco en otras partes de la sociedad”.
Para el jerarca, la discusión sobre la metodología es válida. “Me parece muy bien que se discuta cómo se mide la pobreza y si habría que hacerlo de otra manera. Lo que me parece mal es decir que se están toqueteando los datos o que se oculta algo. Eso es de gente pequeña que tiene ideas pequeñas”, concluyó.