Talvi plantea imitar el modelo sueco de cárceles: “Los presos, a laburar”

El espacio de eventos Kibón Avanza estaba colmado. Ciudadanos, el sector del Partido Colorado (PC) liderado por el precandidato Ernesto Talvi, presentó ayer de noche a los referentes de cada departamento, en el marco de la “renovación” que plantea este movimiento, creado a mediados de 2018 como plataforma para impulsar la candidatura del economista. El acto empezó con Max Sapolinksi, que fue secretario general del PC (2013-2014) y subsecretario de Economía y Finanzas (2002-2003), y actualmente integra el Comité de Ética de Ciudadanos, junto con Myra Tebot y Luis Zunini.

Sapolinski destacó que Ciudadanos nació “con un sentido de vocación por el servicio público” en un marco de una conducta “proba y ética”, y que para el movimiento esto es “fundamental e ineludible”. Subrayó que el primer artículo del Código de Ética del sector establece que el proyecto considera la labor política “una actividad noble”, en virtud de la cual “su razón es servir y no servirse”. “No hacemos más que recoger la enseñanza y el ejemplo de mucha gente que ha sacrificado hasta su vida en forma desinteresada por el interés general, como dos ilustres ciudadanos que son referentes para la República y para nuestro partido”, indicó. Puso como ejemplo a dos colorados de muy distintas épocas: Joaquín Suárez y Alejandro Atchugarry, quienes “dejaron un legado histórico” y “los valores republicanos en alto”.

Luego de la presentación a toda pompa de los referentes (cerca de 50, entre los que hay diputados, como Ope Pasquet, Nibia Reisch, Valentina Rapela y Adrián Peña) llegó el turno del discurso de Talvi, en el que básicamente repasó los mismos conceptos que ha desarrollado durante la campaña, pero agregó algo nuevo en materia de seguridad. El precandidato señaló que en “la cadena de seguridad” hay un elemento que “nunca queremos mirar”, que es la política carcelaria, porque Uruguay “tiene cárceles africanas” que “dan vergüenza” y han sido observadas por “todas las organizaciones de derechos humanos”, por la “absoluta falta de humanidad” y porque son “escuelas del delito”.

“Mandamos allí a personas que luego salen más violentas, mucho más conectadas con redes criminales. Salen mucho peor de lo que entraron”, sostuvo. Por eso planteó hacer lo mismo que en Suecia, ya que en ese país, “de cada 100 personas que delinquen y van a los centros de reclusión, 93 se reintegran a la sociedad y sólo siete reinciden”, a tal punto que “están cerrando cárceles porque se están quedando sin presos”. Planteó que “los presos, a laburar”, como en Suecia, y se ganó una ovación. “Se levantan a la misma hora, temprano, hacen sus cuartos, se asean, toman el desayuno, y a trabajar. A la vuelta del trabajo: oficios, cursos útiles, para cuando vuelvan a la libertad; deporte, vida sana y contacto asiduo con la familia, porque el contacto con los afectos ayuda a la reinserción de estas personas en la sociedad”, señaló. Resumió que “el gran secreto de los suecos” en materia carcelaria es “trabajo, estudio, vida sana, familia y rehabilitación de las adicciones”.

Empezó el discurso destacando que Ciudadanos tiene siete meses de vida y que la presentación de los referentes “no es nada”, ya que todavía falta la presentación de “300 profesionales y técnicos”. Insistió con que Uruguay lleva “70 años de decadencia por goteo” y que “la frontera del desarrollo queda cada vez más lejos”, por eso “los jóvenes más preparados se quieren ir”. “Se dirá que tenemos más bienes materiales, y es verdad: más televisores planos, más computadoras, más automóviles, más motonetas, pero hemos perdido lo más preciado que teníamos: nuestra capacidad de convivir en armonía. Somos una sociedad más crispada, más violenta y más fracturada”, subrayó.

Dijo que el Frente Amplio fue “el último intento” de revertir esa decadencia, pero “fracasó, se lo tragó el sistema”. “Por eso nace Ciudadanos, para intentar cerrar esa canilla de 70 años de decadencia por goteo, para recuperar ese pequeño país modelo con el que soñaba a principios de siglo don José Batlle y Ordóñez. Tenemos propuestas concretas, factibles, financiables, producto de más de 20 años de trabajo”, señaló, y por último también subrayó que vienen “a servir, no a servirse”.