El director ejecutivo (CEO) de UPM, Jussi Pesonen, señaló que aún quedan varias “condiciones importantes” pendientes en la negociación para la instalación de la segunda planta pastera de esa empresa finlandesa en Pueblo Centenario, Durazno.

“Si bien se han logrado avances alentadores en muchas áreas, varias condiciones importantes establecidas en el acuerdo de inversión aún están pendientes. Los protocolos laborales, la regulación de la mitigación de conflictos y ciertos elementos importantes especificados en el acuerdo de inversión son todos críticos para UPM”, dijo Pesonen en la presentación del reporte financiero del primer trimestre de la empresa, según recogió ayer el semanario Búsqueda, y agregó que esas condiciones “deben cumplirse antes de que sigamos adelante”.

El semanario publicó ayer, con base en fuentes de la negociación entre la empresa y el Poder Ejecutivo, que UPM rechazó el proyecto de resolución acerca de la prevención de conflictos en la planta, elaborado en febrero por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. Ese proyecto, según Búsqueda, se asienta “en la premisa de no generar procedimientos complejos que resulten ajenos al estatuto laboral que exhibe nuestro país”, y con ese criterio el ministerio planteaba la instalación de dos oficinas suyas en Pueblo Centenario para intervenir en conflictos. Además, se apuntaba a crear una comisión de seguimiento de la obra, y adoptar el procedimiento de prevención de conflictos de la industria metalúrgica y de la construcción en el Consejo de Salarios.

Ayer, en una rueda de prensa, el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García, negó que las negociaciones con UPM estén trancadas y recordó que ya se cerró la tercera fase de la segunda etapa de ese proceso de diálogo. “Hay puntos de vista de la empresa que son a veces aceptables y a veces no, y hay puntos de vista del gobierno. Ese camino se ha venido recorriendo, y este tema no está cerrado ni mucho menos. No es nada diferente de lo que ha venido ocurriendo en toda la negociación”, dijo al respecto. Para el jerarca, que haya “visiones diferentes” en la negociación es “natural”, y el Estado uruguayo “puede ir hasta donde tiene que ir”, manteniéndose en el marco de “su Constitución y sus leyes”.