El embajador de Venezuela en Uruguay, Julio Chirino, dio ayer una conferencia de prensa en la sede diplomática para hablar sobre la situación del país caribeño. El diplomático recordó que hace un año hubo elecciones en su país, “como marca la Constitución”, que fueron seguidas por “los mismos acompañantes electorales internacionales” que han seguido los procesos electorales a lo largo de los últimos 20 años allí. “Es el país del mundo occidental que más elecciones ha tenido en ese período de tiempo, y ha hecho que el ciudadano venezolano se haya ido familiarizando cada vez más con la forma de expresión electoral de los comicios, como una forma de expresión democrática que no tiene igual en la historia política de Venezuela”, agregó.

Luego sostuvo que desde 2014 Venezuela sufre un “asedio y ataque” por parte de Estados Unidos, con “sanciones unilaterales” que desconocen “el derecho internacional” y buscan “cambiar el destino” que los venezolanos han construido a lo largo de las distintas “expresiones electorales”. Según dijo, entre 2015 y 2018 las “pérdidas totales y costos para la economía venezolana producto del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos se estiman en 130.000 millones de dólares”. Por último, sostuvo que las medidas “coercitivas unilaterales” conforman “una estrategia sistemática y consciente de masiva violación de los derechos humanos del pueblo venezolano y han sido catalogadas por la [Organización de las Naciones Unidas] ONU como delitos de lesa humanidad”.

Al terminar la conferencia hubo espacio para preguntas de la prensa. Consultado por el Grupo Internacional de Contacto (GIC) por Venezuela, que todavía no ha mostrado avances, dijo que la disposición del gobierno de aquel país es “tener espacios de encuentro y búsqueda de construcción”, como “ha sido demostrado”. Recordó que, cuando surgió la iniciativa del grupo, en febrero, en Montevideo, la oposición al gobierno de Nicolás Maduro “se negó a tener encuentros de diálogo”, mientras que la respuesta del gobierno “fue muy clara, de recibirlos y de ver un mecanismo de acercamiento”. “Siempre que el camino sea el respeto del derecho internacional, el conocimiento de las normativas y las formas diplomáticas, en nuestro gobierno y en Venezuela van a tener un oído receptor”, finalizó el embajador.

El vicecanciller de Uruguay, Ariel Bergamino, viajó la semana pasada a Caracas junto con otros representantes del GIC y mantuvo reuniones con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y con el titular de la Asamblea Nacional de ese país, Juan Guaidó, quien se considera “presidente encargado” de dicha nación. Según dijo el canciller Rodolfo Nin Novoa la semana pasada, Uruguay trabaja “intensamente” en la búsqueda de “entendimientos” entre ambas partes en Venezuela. El gobierno uruguayo ha reclamado junto con el GIC, además de que exista una salida pacífica al conflicto de Venezuela, que se celebren “elecciones presidenciales libres y justas lo más pronto posible” en este país, así como la “criminalización de la protesta”, la “liberación de presos políticos” y la restauración de “la democracia, el Estado de Derecho y la separación de poderes”.