“Yo soy un profesional de la política, vivo del salario de político, no podría afrontar una campaña electoral si no obtengo recursos”, dijo ayer el precandidato del Partido Nacional (PN) Luis Lacalle Pou, líder del sector Todos, en la conferencia de prensa por la incorporación a la Lista 40 del ex ministro de Relaciones Exteriores Sergio Abreu.

“Anda por allí un discurso que rechazo, que es un discurso de cola de paja y de falta de respeto: los que dicen que los que colaboran económicamente con un político lo van a presionar para que tome medidas a su favor”, comentó Lacalle Pou.

Esta no es la primera vez que se trata la forma en que los partidos políticos obtienen sus fondos; en diciembre de 2018 quedó trunco el proyecto de ley de financiamiento de partidos políticos en la Cámara de Diputados. El proyecto fue rechazado por los representantes de la oposición y por el diputado del Frente Amplio (FA) Darío Pérez, a pesar de que el texto había obtenido media sanción del Senado. Ayer, Lacalle Pou dijo que ese proyecto tenía muchísimas limitaciones, y había sido impulsado, seguramente, “por sectores que tienen recursos, porque si no no se entiende”.

El tema volvió a la agenda después de que el precandidato del PN Jorge Larrañaga (Juntos) asegurara en una entrevista en el programa de radio No toquen nada, de FM del Sol, que no está bien que la ley habilite que un candidato tenga una autofinanciación ilimitada, como sucede con el precandidato del PN, Juan Sartori.

“Genera una disparidad y una diferencia de posibilidades enorme, absolutamente enorme. Esto está quedando marcado. Hay que limitar, porque de lo contrario el fondo de la billetera es el que termina teniendo impacto en el tema electoral”, dijo.

La respuesta del empresario devenido político no se hizo esperar. Al ser consultado ayer por la prensa, Sartori dijo que juega con las reglas de hoy. “Me preocupa más de dónde viene la financiación; sería bueno tener una ley que sea más organizada y más clara sobre la financiación de los partidos”, dijo. Al ser consultado sobre la opinión de Larrañaga, disparó: “En la política, como en la mayoría de las cosas de la vida, no es un tema de plata sino de hacer las cosas bien. Y me parece una mala excusa a veces para quienes no les está yendo bien en las encuestas o en alguna votación”.

Las idas y vueltas entre los precandidatos nacionalistas parecen no tener fin, a pesar del discurso de unidad que propone Lacalle Pou. Ayer dijo que los “chisporroteos” de las semanas pasadas quedarán en eso: “No lo estoy diciendo porque se me ocurra, sino porque lo hablé. No soy garante de los demás pero estoy tranquilo”. La primera semana de mayo el que arremetió contra Sartori fue el precandidato de Mejor País, el intendente de Maldonado, Enrique Antía. El intendente había dicho que las propuestas del empresario son demagógicas. “El Partido Nacional es una colectividad política responsable e importante como para andar haciendo propuestas que engañan a la gente”, dijo en un acto de la lista 430.

Lacalle Pou aseguró que le gustaría que la campaña fuera “una discusión de ideas” y afirmó que algunos ministros han salido a pegarle y agraviarlo “mandados seguramente por alguien”. El nacionalista dijo que el fin de semana “por primera vez” el FA puso una propuesta arriba de la mesa. El domingo El País publicó una entrevista en la que el precandidato del FA Daniel Martínez afirmó que en Uruguay “tenemos una estructura impositiva bastante acorde”. Sobre este punto, Lacalle Pou reiteró que se trata de “dos proyectos bien diferenciados”, y afirmó que el precandidato del FA “no descarta nuevos impuestos”.

Futuro político

Al ser consultado sobre el futuro político de Abreu, Lacalle Pou afirmó: “Creo que no hay que ser muy avezado para pensar [en él] en temas relativos a las relaciones exteriores, pero si el día de mañana Sergio Abreu tiene que estar sentado en una banca en el Senado defendiendo un gobierno del PN yo duermo tranquilo”.