Ayer de tarde, en la plaza Casavalle, se realizó un acto del Movimiento de Participación Popular, que tuvo una nota distinta, más allá del show del cantante de plena Damián Lescano. Cuando José Mujica subió al escenario, un objeto impactó en el lado derecho de su rostro y le dejó una lastimadura, pero él ni se inmutó: siguió como si nada y empezó su discurso. Según pudo saber la diaria, se trató de unos niños que habían estado lanzando varias cosas antes de que comenzaran los discursos.

Mujica empezó diciendo que somos “un país de veteranos” e instó a que estos hablen con los gurises y “no los dejen solos”. “Se nos están muriendo los boliches; no tenemos oportunidad de hablar con los gurises, y no hay cosa más importante que transmitir la experiencia de vida a las nuevas generaciones. Porque, cuando se es muy joven, se anda muy apresurado y se confunde ruido con progreso”, indicó. Sostuvo que vivimos en una sociedad que nos plantea que “si no sos rico, fracasaste”, que “no podés ser feliz si nos sos rico” y que “es muy fácil que los gurises se nos tuerzan”, porque “están presionados por una sociedad consumista”. Señaló que eso “no se arregla a garrotazos”, sino estando del lado de los jóvenes, entendiendo que la adolescencia es “la etapa más peligrosa de nuestra vida, porque un joven todavía es verde y es fácil que caiga en la trampa de creer que el triunfo en la vida se consigue rápido y a corto plazo”. Subrayó que los jóvenes deben darse cuenta del valor que tiene “la libertad y caminar tranquilo por la calle, sin la persecuta encima”, además de tener “una mujer querida y un hogar querido”. “En un hogar puede haber pobreza, pero hay felicidad, la felicidad de comer un guiso. No confundas que por tener una goma nueva sos triunfador”, subrayó. Luego dijo, parafraseando al filósofo Séneca, que “pobre es el que precisa mucho”.

A continuación, metiéndose en la campaña, el ex presidente sostuvo que a los pobres se los “suele trampear”, al plantearles un mundo “de rosas” que logra que “puedan votar contra sí mismos sin saberlo”, pero “no por mala intención”. Agregó que la democracia “es la única herramienta que tenemos” y que para los pobres es decisiva, ya que les permite “realizarse” con “pequeñas conquistas”. “Saber votar significa ver más allá de las palabras, pensar, hablar e informarse, y tener en su consciencia una decisión, que la toman ustedes, y no que se dejen arrear. Pero estamos en un mundo de marketing: se vende la política como quien ofrece una cremita para sacarse las arrugas, con mucho pamento, mucha sonrisa y promesa. Vamos a hacer 100.000 puestos de trabajo y la mar en coche”, dijo, en referencia a una de las propuestas del precandidato blanco Juan Sartori. Por eso, señaló, hay que tener cuidado, “pensar y medir”, y las nuevas generaciones tienen que saber que “los derechos que tenemos no cayeron del cielo”.

El ex mandatario afirmó que algunas personas piensan que hay que dejar la economía “libre”, porque así la gente va a “hacer plata”, que se va a “derramar y caer para los que están abajo”. “Yo nunca vi que la olla se llene para abajo. Se llena y sigue creciendo. Y si no hay un gobierno que pinche para mejorar el salario, para tener negociación sindical, naturalmente, la sociedad se diferencia cada vez más”, observó. Agregó que, a partir de “conservar lo que tenemos”, podemos “aspirar a dar nuevos pasos y mejorar, pero no debemos cometer errores”, como “el pueblo argentino”, que “para salir de Guatemala entró a Guatepeor”, y ahora, siendo un país rico, “tiene un 30 y pico por ciento de desocupación y aumento de la pobreza”. Dijo que recuerda bien lo que ganaban antes “todos los funcionarios del Estado” y lo que están ganando hoy, por eso destacó que “hay que tener un poco de memoria de lo que era esto en 2002”. “El Frente Amplio tiene cuatro candidatos. Voten al que les guste, pero vayan a votar. Y si no les gusta ninguno, voten en blanco, pero sean ciudadanos, comprométanse con el país”, dijo. Y al final del acto, insistió: “No vendan el voto, no vendan el alma. En el acierto o en el error, piensen con su cabeza, sean libres”.