Esta noche se llevó a cabo la segunda charla del ciclo Impulsá el Desarrollo, organizado por el comando de campaña de Daniel Martínez. Esta vez el foco estuvo en Desarrollo Humano; hablaron cinco expositores ( Soledad Mantero, Daniel Márquez, Soledad Salvador, Carmen Rodríguez y Gabriel Quirici) y cerró la actividad el precandidato del Frente Amplio (FA).

Martínez comenzó diciendo que para enfrentar los “complejos y multidimensionales desafíos” que aún quedan por resolver se necesita “romper las chacras existentes” y tener un “aterrizaje mucho mayor en los territorios, articulando los tres niveles de gobierno, en coordinación con el sector privado”.

“Una de mis principales preocupaciones es la infancia, y en particular, la pobreza infantil. Estoy convencido de que la mejor manera de cortar con la reproducción de la pobreza, es invertir en primera infancia y en eso me comprometo. Abordaré el tema de la infancia con un enfoque integral, no solamente dirigido a los niños y niñas sino a su contexto familiar y barrial, ya que no es posible eliminar la pobreza infantil, sin abordar simultáneamente la situación de sus padres, que casi siempre son jóvenes en situación de exclusión”, manifestó Martínez, quien propuso además “fortalecer los mecanismos de detección, atención y reparación de violencia y abuso de niñas y niños”.

Luego habló de fortalecer la implementación de la Ley 19.580 sobre violencia basada en género, impulsar la autonomía económica de las mujeres, fortalecer la implementación de las políticas de Salud Sexual y Reproductiva, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la agenda de derechos. “Y por supuesto, me comprometo a nombrar un gabinete paritario como una demostración de que hombres y mujeres podemos compartir, en pie de igualdad, las más altas responsabilidades”, agregó.

También marcó áreas prioritarias que pretende implementar si llega a la presidencia, en particular vinculadas a las personas en situación de discapacidad, los migrantes y las personas afrodescendientes. “La discapacidad es un área de política prioritaria, para la que es necesario no sólo fortalecer la rectoría, sino comprometerse con la implementación de apoyos específicos para garantizar la permanencia en los centros educativos y la inclusión laboral”, puso como ejemplo.

En materia de seguridad, planteó una autocrítica: “a pesar de los importantes esfuerzos realizados durante las tres administraciones de nuestra fuerza política, no hemos logrado revertir la violencia instalada en la sociedad y tampoco el crecimiento de los principales delitos”, señaló. En este sentido, comentó que su equipo diseñó un Plan Integral para el Combate a la Violencia y el Delito, que busca prevenir el delito y fomentar la convivencia, combatir la impunidad y focalizar la represión.

En materia de política carcelaria, se planteó como objetivo “disminuir drásticamente los niveles de reincidencia”. “Quiero que las cárceles dejen de ser centros de reproducción del delito”. Nuevas unidades de gestión en las cárceles actuales, construir cárceles más chicas, separar a las personas de acuerdo al delito cometido y atención integral a la salud (incluyendo salud mental y consumo problemático de drogas) fueron algunas de las propuestas planteadas. “Esta nueva política carcelaria puede desarrollarse redireccionando parte del presupuesto actual del Ministerio del Interior. Y por último, para complementar el trabajo en cárceles, vamos a implementar un sistema de agentes de seguimiento para facilitar la reinserción laboral y social del liberado”, propuso

Martínez destacó “la mejora” de la articulación entre policía, fiscales y el Poder Judicial, propuso extender el sistema de videovigilancia (habló de llegar a las 10 mil cámaras) y ampliar el sistema del PADO “en su despliegue y acción territorial”. “Me propongo también continuar desarrollando actividades de represión focalizada en puntos calientes, tal como se han realizado durante estos últimos meses. En paralelo con la intervención policial, el Estado estará presente con más políticas sociales y seguimiento, al estilo de lo que hice desde la Intendencia junto al Ministerio del Interior, por ejemplo en Casavalle”.

En cuanto a la propuesta educativa, habló de la necesidad de contar con centros educativos “atractivos, poco marcados por la rutina, con mayor flexibilidad y apertura”; según dijo, la educación por proyectos, la resolución creativa de problemas y otras “prácticas pedagógicas innovadoras” ya se vienen desarrollando de forma aislada en Uruguay “pero con notable impacto”. Luego propuso crear “Unidades de Apoyo” en cada institución educativa para “profundizar el acompañamiento pedagógico del estudiante, fundamentalmente en el ciclo básico de la educación media, con especial énfasis en los contextos territoriales en los que los porcentajes de deserción son mayores”. Por último, dijo que es necesario “mejorar la formación, motivación y reconocimiento de nuestros docentes”. “La buena noticia que nos trajo Gabriel (Quirici) es que tenemos muchos docentes motivados por la importante tarea que realizan. Tenemos que ayudarlos a seguir en ese camino”, dijo.