Casi todas las cámaras y periodistas estarán el domingo en las sedes o los búnkers de los precandidatos que compiten dentro de los partidos históricos (el Frente Amplio, el Partido Nacional y el Partido Colorado), pero el resto de los partidos también juegan su partido en las elecciones internas. Algunos dirimirán si llegan o no a octubre, otros quieren superar la marca que obtuvieron en junio de 2014 y hay quienes quieren ir aun más lejos y hacerles saber a los partidos mayores que están dispuestos a competir de igual a igual a los más poderosos.

En esta última categoría se ubica el Partido de la Gente, el único de estos partidos con interna: la candidatura de Edgardo Novick es enfrentada por Fernando Carotta. Para los integrantes del partido, la poca competitividad de esta interna no parece ser un obstáculo para una buena votación el domingo. A pesar de la diferencia de poder que a todas luces se ve entre ambos contendientes en favor del empresario, el diputado Daniel Peña, el único legislador que tiene en este momento esa colectividad política, dijo a la diaria que se queda conforme si el domingo superan los 20.000 votos, una cifra ampliamente superior a la que obtuvieron todos los partidos pequeños en junio de 2014. Si bien el único antecedente electoral de Novick es alentador –el ahora postulante obtuvo 211.509 votos en las elecciones departamentales de 2015 en Montevideo, cuando fue candidato a intendente–, la contienda en ese momento se limitaba a la capital, estaba dentro del Partido de la Concertación y además el voto era obligatorio.

Mucho más ambiciosos parecen ser los objetivos de Cabildo Abierto, el partido que postula a la presidencia al ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos y que se ha ubicado en cuarto lugar en las últimas encuestas de intención de voto de casi todas las consultoras. El dirigente artiguense Rodolfo Riani dijo a la diaria que cree que sólo en su departamento pueden sacar 3.500 votos, que en el interior les irá mejor que en la capital y que en algunos departamentos superarán el 10% de las adhesiones. “Si llegamos a 100.000 votos sería un espectáculo. Ahí habría que mirar a Cabildo Abierto con otros ojos”, sostuvo.

Entre la mayoría de los partidos pequeños que ya compitieron en 2014 el objetivo es superar la votación de las internas de hace cinco años. Ese es el caso, por ejemplo, del Partido Independiente, que de los chicos es por el momento el que tiene mayor representación parlamentaria: un senador y tres diputados. Uno de ellos, Andrés Carrasco, dijo que el objetivo es rondar los 4.000 votos y, si es posible, pasar la marca de los 4.200 obtenidos en 2014. “Nuestras baterías están cargadas en octubre. No hicimos publicidad ni invertimos dinero. Buscamos mejorar las votaciones anteriores”, dijo al respecto.

Un caso similar ocurre en Unidad Popular, que si bien tuvo una votación inferior al Partido Independiente en octubre de 2014, en junio de ese año –con elecciones no obligatorias– superó a los liderados por Pablo Mieres en cerca de 800 votos. En esta ocasión, el partido que postula nuevamente a Gonzalo Abella como candidato busca mejorar su marca de 4.969 votos de 2014. “Superando eso vamos a estar contentos, y si bien yo estoy seguro de que lo vamos a superar y tengo la sensación de que hemos crecido, habrá que verlo”, dijo a la diaria su único diputado, Eduardo Rubio.

Otro que busca mejorar su marca es el Partido Ecologista Radical Intransigente, que nuevamente postula a César Vega a la presidencia. Este partido consiguió 0,5% de los votos en octubre y no llegó a alcanzar representación parlamentaria, y en las internas había alcanzado 1.576 votos. “Nos tenemos fe para superar lo de la vez pasada”, dijo Vega a la diaria.

El “filtro” de las elecciones internas también lo pasó el Partido de los Trabajadores (PT). Para llegar a las nacionales, es necesario conseguir más de 500 votos en esta instancia, y esta colectividad política llegó a 699. Su candidato a presidente, el dirigente sindical de la Asociación de Bancarios del Uruguay Rafael Fernández, admitió que el objetivo es el mismo: volver a superar la cantidad mínima para competir en las nacionales. Eso no es fácil, admitió. “Esto es muy difícil de pronosticar y también es difícil de explicar qué sentido tiene una interna en un partido que no tiene competencia”, dijo.

El mismo objetivo se plantea el mediático abogado Gustavo Salle, del Partido Verde Animalista, que tras encabezar sin éxito una campaña de firmas contra la Ley de Inclusión Financiera debuta en las urnas. “Al menos quiero llegar, y el deseo de superar lo más que se pueda esa marca será un plus importante para hacer una proyección hacia las elecciones nacionales. El partido y su gente se sentirían muy estimulados en caso de que la votación fuera importante”, declaró Salle.