Tres botellas de vino llegaron a la puerta del dirigente blanco Luis Alberto Lacalle en agosto de 1978, cada una con una nota escrita a mano que decía: “El jueves 31 al mediodía brindaremos por la patria en su nueva etapa”. Las botellas estaban dirigidas a él, Carlos Julio Pereyra y Mario Heber. Cecilia Fontana, esposa de Heber, fue la única que bebió el vino envenenado con Foxdrin, un insecticida, y murió.

La causa había sido reabierta en 2006 tras una nueva denuncia de Pereyra. Una pericia caligráfica realizada por el director de la Policía Técnica, Roberto de los Santos, apuntaban a una mujer, ex policía, como la autora de la carta dirigida a los dirigentes blancos. En ese entonces la jueza que seguía el caso, Gabriela Murialdo, autorizó el pedido de la defensa de realizar una segunda pericia. El nuevo análisis fue realizado por Washington Curbelo, en ese entonces subjefe de Policía de Montevideo, que concluyó, al igual que lo hizo en 1985, que la caligrafía no era de la sospechosa.. Tras la contradicción de los informes peritos y la falta de nuevas pruebas, la jueza decidió archivar el caso en 2010. 

Este jueves, el futuro ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber, hijo de Fontana, anunció que solicitará que se reabra la causa del asesinato de su madre. El dirigente nacionalista contó en el programa Desayunos Informales que estaba esperando a que culminaran las elecciones, para que no se dijera que “se usan estos temas de forma electoral”. El dirigente habló con el fiscal de Corte, Jorge Díaz, para ver si se puede reeditar el informe de De los Santos y continuar con la investigación. “Yo no me doy por vencido”, dijo, y añadió que él y sus hermanos siguen “queriendo saber qué pasó, quiénes son los autores intelectuales, quiénes están atrás, y tenemos la convicción de que la gente de la época, sobre todo vinculada a Inteligencia Policial, tuvo participación en el tema”.

Una de las personas investigadas en el caso del asesinato de Fontana fue Martín Gutiérrez, psiquiatra denunciado por su participación en torturas durante la dictadura, socio del futuro ministro de Salud, Daniel Salinas, en la empresa EEG Electrodiagnóstico Médico SRL. Si bien el integrante de Cabildo Abierto negó en rueda de prensa que Gutiérrez fuera su socio, posteriormente entrevistado por El Observador admitió que registró la marca Neuropsycho con él, así como se formó en la materia con Gutiérrez y este fue director de la empresa durante muchos años.

El 7 de enero, El Observador informó que Gutiérrez declaro ante un juez por el caso de Fontana en 1978. “Parte de las sospechas por el atentado recayeron en el grupo Azul y Blanco. Uno de sus integrantes había comprado Foxdrin, el mismo veneno que traía el vino, pero ni siquiera fue llamado a declarar al juzgado”, dice la nota periodística. Gutiérrez es señalado por varias personas por haber sido uno de los principales referentes del semanario ultraderechista Azul y Blanco.

En la entrevista televisiva, Heber afirmó que la línea de investigación “claramente” lo llevaba a la convicción de que el operativo contra los dirigentes del Partido Nacional fue “ideado e instrumentado por la inteligencia policial de la época”. Gutiérrez, afirmó Heber, estuvo “involucrado y se habló por ese entonces de él. Es verdad”.

El futuro ministro de Transporte explicó que la pericia caligráfica que hizo De los Santos fue la punta del “hilo” para seguir investigando, pero la jueza de ese entonces pidió hacer otra pericia y eso dificultó que se avanzara, porque las pericias habían sido contradictorias. El trabajo de De los Santos había sido riguroso y lo realizó durante un año, destacó Heber. La mujer señalada era hermana de un policía que trabajaba en el Servicio de Inteligencia Policial y, posteriormente estuvo presa por otros delitos. En 1985, el senador frenteamplista Germán Araújo le habló a Heber de la mujer y le dijo que era “clave” en el crimen. “Está difícil, pero no nos rendimos”, dijo Heber, quien aseguró que, además, la mujer podría dar pistas de quiénes fueron los autores intelectuales y sobre quiénes compraron el vino.