El diputado del Partido Nacional (PN) Martín Lema asumirá la presidencia de la Cámara de Representantes el 15 de febrero. Se prepara para ocupar el cargo en medio de un escenario particular: corre la transición de gobierno de cara al 1º de marzo, y será la primera vez que la cámara baja esté integrada por siete partidos. Lema proyecta su trabajo en torno a varios ejes: más controles de los diputados sobre el Poder Ejecutivo (PE), austeridad y modernización. El nacionalista dijo a la diaria que le interesa incrementar los mecanismos de participación ciudadana para que se conozca el funcionamiento del Parlamento, y, aunque duda de que las sesiones de las comisiones se transmitan en Youtube, no descarta que puedan llegar a transmitirse las sesiones de la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda, que trata la Rendición de Cuentas, cuando se reciba a los ministros para defender el Presupuesto.

Por primera vez la Cámara de Diputados estará integrada por siete partidos políticos. ¿Cómo creés que se va a desarrollar el intercambio en la cámara?

Va a requerir mucho diálogo, acompañado de tolerancia y respeto. Entre siete partidos políticos hay posiciones y opiniones que no necesariamente van a coincidir, por eso hay que administrar las diferencias. En ese sentido, es una muy buena oportunidad para dar señales claras de tolerancia y de respeto a una opinión contraria. En términos generales, la veo con muchísimo optimismo y como un verdadero desafío.

¿Te sentís más seguro en la presidencia de la cámara baja porque la mayoría de los partidos integran la coalición?

No me parece que pase por sentirse seguro o no. El escenario es el que te toca. Uno debe tener un criterio y aplicar el reglamento de forma pareja: el contexto no puede determinarlo. En un escenario distinto me imagino actuando de la misma forma, porque el respeto a la institución y a la función debe llevar a mantener una actuación objetiva, independientemente del partido que uno representa. Es una responsabilidad ineludible que hay que afrontar de la misma forma, independientemente del contexto o de la composición de la cámara.

¿Te has reunido con las bancadas de los partidos?

Me he reunido con legisladores de todos los partidos.

¿Cómo es el vínculo?

Yo soy de nacimiento optimista. Parto de la base de que se puede llegar a tener mayores acuerdos que lo puede llegar a ser la expectativa en general. Mejor dicho, si me preguntan mis expectativas, yo siempre me aferro al optimismo: soy un convencido de que con diálogo –insisto: con tolerancia y respeto– es muy posible que se vengan buenos momentos desde el punto de vista del entendimiento parlamentario.

Entonces, ¿esperás tener un buen vínculo con la bancada del Frente Amplio?

Hay una cantidad de leyes que salen por consenso, y si uno está convencido de una idea no puede dar a nadie por perdido. Las ocasiones en que me tocó presentar iniciativas, sabiendo que aún estaba en minoría parlamentaria, mi actitud y mi postura siempre fueron en la línea de intentar incentivar, convencer y comentar, porque si uno tiene una convicción, tiene que defenderla a muerte. Hay algunas iniciativas, como el proyecto de ley que regula la telemedicina, que llegó a tener media sanción en este período, que se votó por unanimidad. Entonces, creo que se puede llegar a muchos entendimientos.

¿Qué temas tenés pensado trabajar desde la presidencia de la cámara?

Una de las primeras cosas que me desvelan es fortalecer el control. Parte de la función de los diputados, además de la legislativa, es el control del PE. He insistido mucho en las respuestas a los pedidos de informes, en la presencia de los ministros en las comisiones, en el acceso a un montón de información relevante al momento de fiscalizar y demás. Sería incoherente de mi parte que en este nuevo período, en el que me toca ser oficialista, cambie esa postura. En ese sentido, estamos trabajando en instrumentos que vayan en la línea de fortalecer el control de los diputados a la actuación del PE. Es una obligación y un derecho que tenemos los diputados. Otro aspecto es la participación –con mucha intensidad– del proceso de modernización legislativa. Con un grupo de profesionales vamos a complementar un estudio de descontaminación legislativa que hizo el presidente electo, Luis Lacalle Pou, cuando fue presidente de la Cámara de Diputados, en 2011. Vamos a promover la derogación de leyes que quedaron obsoletas, a solicitar la reglamentación de leyes que no se cumplen por no estar reglamentadas y a actualizar numerosos conceptos que, en definitiva, están fuera de época. El programa se va a llamar Legislación 21. A su vez, vamos a detectar normas o leyes que tengan claras señales de inconstitucionalidad, a fin de proceder a su estudio y correspondiente alternativa para subsanar esa situación.

¿Cómo van a ser esos mecanismos de control del Poder Legislativo sobre el PE para que no se pisen con los que ya existen?

Son complementarios. No los puedo comentar, porque los estamos trabajando. Pero puedo asegurar que va a haber medidas complementarias tendientes a que el legislador disponga de más y mejores herramientas al momento de buscar información de la administración. Son medidas de transparencia en los controles desde el Parlamento.

En el proceso de modernización, ¿tienen identificadas las leyes que van a derogar o modificar?

Algunas sí. Hay leyes que tienen efectos particulares y leyes con efectos generales. Por ejemplo, entre las leyes particulares hay algunas vinculadas con pensiones graciables o con la denominación de una ruta. Esas son de clara identificación, porque ese efecto particular se puede medir de forma pragmática. Tenemos que ir, y esto lo hemos hablado cantidad de veces con el presidente electo, hacia una normativa que sea posible cumplir. Tener leyes que estéticamente puedan quedar lindas pero cuyo cumplimiento se dificulta o es imposible, es peor que leyes inexistentes o que la ausencia de leyes, porque eso hace que, entre otras cosas, la ciudadanía pierda la confianza en el valor del efecto imperativo de la ley. Yo escuché varias veces decir al presidente electo una frase que me identifica mucho: “A veces es mejor una ley flexible, de cumplimiento rígido, que una ley rígida que carezca de cumplimiento”.

Algunos dirigentes del gobierno electo se han pronunciado a favor de modificar o derogar, por ejemplo, la ley de medios, la ley orgánica militar, la relacionada con la caja militar. ¿Se definió qué se va a hacer al respecto?

Yo he escuchado diferentes visiones. En el Compromiso por el País hay controles recíprocos. Después, en el ámbito parlamentario cualquier legislador promueve una iniciativa legislativa que considere pertinente que reunirá las mayorías necesarias o no. Este tipo de valoración de leyes específicas estará en las bancadas y en los distintos legisladores. El trabajo que planteo es más estructural, no analizando uno, dos o tres períodos de gobierno, sino todo el derecho y todo el sistema legislativo.

Pero tú participás en la decisión de los proyectos que priorizará la bancada nacionalista.

Sí, pero es un trabajo paralelo al que estoy comentando. El programa Legislación 21, la modernización y todo lo demás no radica en detectar ese tipo de leyes recientes, no está encasillado a eso ni a hacer una revisión de los últimos períodos. Sí tengo iniciativas que he presentado a nivel personal durante el período, en las que voy a insistir.

¿Cuáles son?

Voy a nombrar una, relacionada con un tema que quizás no sea de los más taquilleros, pero a mí me interesa mucho: el del voluntariado. Es un tema que me gustaría poner en agenda. Además, una de las primeras cosas que deberíamos hacer en el gobierno electo es aportar y dar señales de paz y tolerancia entre los uruguayos. Estoy harto de vivir en una sociedad cada vez más fracturada y de que una opinión distinta signifique un enfrentamiento.

¿En la bancada del PN ya definieron qué proyectos van a priorizar?

Nos reuniremos en los próximos días justamente para eso.

¿Qué proyectos van a estar sobre la mesa?

Es la primera reunión, y la idea es que cada legislador vaya con su impronta. Me parece que sería un error cerrarse a determinados temas sin tener la amplitud de que se vayan poniendo en agenda diferentes escenarios.

¿Qué proyectos que no se aprobaron en esta legislatura te parece que se deberían aprobar?

Muchos de los componentes que creemos como partido [que deben promoverse] van a estar contenidos en la ley de urgente consideración; por lo tanto, eso ya sería un paso importante para mostrar el sentir o el espíritu del gobierno electo. Ahí va a estar gran parte de lo que entendemos que es conveniente. Después, hay que tener una revisión y una puesta a punto de un montón de propuestas que se tuvieron para ver cuándo es el momento cronológico y oportuno de llevarlas adelante.

En varias oportunidades mencionaste que querés implementar medidas de austeridad. ¿Por dónde van a ir los ahorros?

Una forma de expresar la austeridad es con el manejo eficiente y responsable de los recursos. Cuando analicé la información que pedí de las diferentes presidencias de este período, en todas encontré aspectos a destacar. Me han manifestado que se intentó permanentemente dar señales de austeridad y eso está muy bueno. ¿Qué tenemos que hacer nosotros? Intentar buscar o tratar de controlar hasta el último peso que está destinado a esta unidad ejecutora, para optimizarlo y hacerlo más eficiente posible. Se trata de estar arriba de los temas y tener la premisa de que no hay gasto chico ni gasto grande, hay gasto. Va a haber revisión de todo. Por ejemplo, en el tema de los viajes tiene que haber controles y tiene que ser razonable la participación de Uruguay en diferentes organismos, es decir, con delegaciones que estén acorde a lo que va a ser la participación. Otra cosa son los viajes que implican viáticos por fuera de los organismos en los que Uruguay participa, que muchas veces se financian por la invitación puntual a algún país. Esos no estoy dispuesto a autorizar, en todo caso se someterá al cuerpo y será quien definirá. Salió el tema de la partida de prensa y sobre eso hay conversaciones, pero no me quiero adelantar porque el análisis es en general en todos los rubros.

Con respecto a la ley de urgente consideración que se va a discutir durante tu presidencia, ¿sabés en qué cámara va a ingresar?

No, y sobre la ley de urgente consideración, como el presidente electo dijo que va a hacer los anuncios en el momento correspondiente, no corresponde que hable.

¿Estás participando en el proceso de elaboración?

No.

¿Estás al tanto?

Conozco la agenda que presentamos nosotros, conozco el espíritu de quienes están armando [el borrador de la ley] y sus buenas intenciones y capacidad. No la vi.

¿Cómo te imaginás la discusión parlamentaria?

Mi imaginación es optimista siempre, pero no ingenua. Entonces, si bien la puedo ver con cierta cuota de optimismo, puedo ver que no todos estén de acuerdo con muchos de los artículos que la componen. Vuelvo al principio: señales claras de tolerancia y respeto en la diferencia. En algunos artículos habrá consenso, acuerdo y unanimidad, y en otros no. En los que no haya unanimidad, que haya un intercambio respetuoso.