Con motivo de cumplirse un año de la identificación de los restos de Eduardo Bleier Horovitz, hallados el 28 de agosto de 2019 en el predio donde funcionó el Batallón de Infantería 13, se hizo una intervención con una caminata que partió del Museo de la Memoria, ubicado en Avenida de las Instrucciones y José Batlle y Ordóñez, y se dirigió al predio militar, también ubicado sobre Instrucciones, donde habló el hijo de Eduardo, Gerardo Bleier. La actividad fue convocada por la Comisión del Sitio 300 Carlos-Infierno Grande, nombre con el que se denominaba al centro clandestino de detención y tortura que funcionó dentro del Batallón 13 durante la dictadura cívico-militar.
- Leé más sobre esto: Ignacio Errandonea: “Una vez más se confirma que la mentira es la regla de los militares”
Eduardo Bleier, nacido en José Batlle y Ordóñez, departamento de Lavalleja, en 1927, fue detenido en Montevideo el 19 de octubre de 1975, trasladado al Centro Clandestino de Detención 300 Carlos R (Casa de Punta Gorda) y luego al 300 Carlos (Infierno Grande). Permaneció desaparecido hasta el año pasado, cuando su cuerpo fue hallado en el marco de las excavaciones realizadas por el Grupo de Investigación en Antropología Forense por dictamen judicial en busca de restos de detenidos desaparecidos. En el mismo predio fueron hallados en 2006 los restos de Fernando Miranda.
- Leé más sobre esto: “No pueden callar la tierra”: Miles de personas homenajearon y despidieron los restos de Eduardo Bleier
Encabezada por una pancarta que decía: “¿Dónde están?, la caminata llegó hasta las puertas del cuartel, donde Gerardo Bleier, haciendo referencia a que su padre era judío, dijo que “en la tradición judía se dedica un año a procesar el duelo cuando se participa de la muerte de un familiar”. “Comprendan ustedes que quiero compartir el complejo proceso humano que en mi interioridad hice en este año, en este año de sanación, en este año de duelo. Un duelo que no había podido hacer durante 43 años, en los que los restos de Eduardo Bleier estuvieron ocultos, enterrados en este batallón como resultado de la práctica del terrorismo de Estado”, expresó.
- Leé más sobre esto: La desaparición de Eduardo Bleier y la Operación Morgan
Para Gerardo Bleier, la aparición de los restos de su padre significó dos cosas: “la posibilidad del duelo, de la sanación, pero también el compromiso por seguir buscando a aquellos detenidos desaparecidos cuyos restos todavía no podemos hallar”, para que los familiares y quienes los buscan puedan hacer el mismo proceso sanador.