La comparecencia el lunes del equipo económico ‒con los jerarcas del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP)‒ en la Comisión de Hacienda integrada con Presupuesto del Senado significó el puntapié inicial para el tratamiento del proyecto presupuestal del quinquenio en la segunda cámara, que deberá aprobarlo antes del 3 de diciembre. También fue el escenario para un nuevo round de debate entre autoridades y senadores de la “coalición multicolor” y de la oposición, con cruces sobre la herencia que recibió el gobierno, las previsiones que forman parte del presupuesto y las consecuencias del proyecto del oficialismo.

El director de la OPP, Isaac Alfie, manifestó que el presupuesto redirecciona gastos y con eso se logrará mejorar la inversión en educación, salud y vivienda al final del período. Dijo que “salvo un boicot” no faltará alimentación en las escuelas ni medicamentos, y criticó la “predilección por hablar de recortes y no de eliminación de excesos”.

El senador frenteamplista Mario Bergara dijo tener “muchas dudas con respecto al soporte técnico vinculado a la formulación de los supuestos” en los que se basa el presupuesto, y señaló que “hay varias inconsistencias en el escenario macroeconómico” que se presenta. Agregó que la caída de la actividad proyectada para este año por el MEF está “por debajo largamente de lo que los analistas y los organismos internacionales están pronosticando”.

En esa línea, el senador Óscar Andrade planteó que a la oposición no le “cierran” los números que presentó el equipo económico. “Independientemente de cómo hagamos las cuentas, si la economía crece como plantea el Poder Ejecutivo y el presupuesto compromete los créditos asignados en la rendición de cuentas, el déficit no nos da. Da un déficit mayor”.

Estas palabras provocaron varias respuestas de senadores oficialistas, que centraron la discusión en los números de la economía que recibió el gobierno actual por parte del Frente Amplio (FA). El nacionalista Sergio Botana pidió “un baño de sensatez” a la oposición y recordó que el anterior equipo económico no acertó en sus previsiones: “Quisiera preguntarles cuál es la propuesta y cuáles son las proyecciones, no con el modelo de nuestro equipo, sino con el de ustedes, con esos tan buenos modelos que les dieron tantos aciertos y tanta previsibilidad en el pasado que le acertaron en todo, menos en los resultados”. 

También se sumó al intercambio el senador de Cabildo Abierto (CA) Guido Manini Ríos, quien dijo que si bien puede “coincidir” con varios de los planteos y reclamos de mayores recursos que hace la oposición, “la realidad” que asumió el gobierno “no era el país de las maravillas, sino que ya estaba en una profunda crisis económica”, lo que “condiciona este presupuesto”. Luego contrastó el “país de las estadísticas, de los numeritos que nos dicen que acá no había pobreza, que acá estaba todo bien y se lo comparaba con 2004”, con lo que recibió el gobierno en marzo. 

Esto último provocó un cruce entre Manini Ríos y Andrade, quien le retrucó que “no son ciertas” varias de las afirmaciones que realizó, como que durante los 15 años que gobernó el FA Uruguay tuvo el mayor endeudamiento de su historia o el nivel más alto de informalidad. “Podemos comparar con lo que queramos, pero lo que sí es cierto es que la situación del país al 1º de marzo se dio luego de la mayor bonanza económica existente luego de la Segunda Guerra Mundial. Se desperdició la plata y se gastó –hablando vulgarmente– como marinero borracho, se tiró el dinero”, respondió el líder de CA. 

La defensa del presupuesto: “no va a faltar nada” para las áreas esenciales

Tras el intenso debate entre los senadores, la titular del MEF, Azucena Arbeleche, y Alfie respondieron algunas de las consultas que recibieron sobre el presupuesto y sus implicancias. El titular de la OPP dijo que en el período pasado “todo el ajuste lo procesó el sector privado, reduciendo la inversión” y teniendo como “contracara una caída del empleo”. Además, señaló que en los últimos cinco años el ingreso de las familias ‒medido por la Encuesta Continua de Hogares‒ creció sostenido por “más transferencia desde el Estado y más masa salarial pública”.

“¿Es sostenible un nivel de ingresos donde los generadores de la riqueza bajan su ingreso y el Estado cobra impuestos y transfiere y, además, como no le alcanza, aumenta la deuda, porque el déficit se incrementa año a año? Esto está sostenido en base a un aumento del déficit y la contracara es el aumento de la deuda. Nuestra respuesta es: no es sostenible”, sostuvo Alfie.

A continuación, defendió que el presupuesto presentado al Parlamento plantea “mayores inversiones en este período que en el pasado”, contando el gasto global y sin considerar los pagos por los proyectos de participación público-privada (PPP). “¿Por qué? Porque hubo redireccionamientos”, afirmó.

“Hay una predilección por hablar de recortes y no de eliminación de excesos, como nosotros entendemos que se está haciendo”, sentenció Alfie. Además, sostuvo que el presupuesto asegura que “no va a faltar nada” para rubros esenciales como educación y salud: “Con los recursos planteados, salvo algo muy extraordinario o algún boicot, no puede faltar un vaso de leche ni mucho menos una bandeja de comida en una escuela. No se van a acabar los medicamentos ni nada que se le parezca”.