Tras la derrota en las elecciones nacionales, el Frente Amplio (FA) conformó un equipo para iniciar el proceso de autocrítica. Las conclusiones se presentarían luego de las elecciones departamentales. El viernes pasado, el texto se puso a disposición de la Mesa Política y será discutido en el Plenario del 17 de octubre.

En el análisis, de 11 páginas, la coalición de izquierda comienza destacando las conquistas de los 15 años de gobierno. “Somos conscientes de que el balance de lo realizado debe evitar tanto el ser autocomplaciente como autoflagelante, porque ninguno de esos extremos resulta útil para construir hacia el futuro. Pero tiene que dejar en claro los aspectos centrales de la comparación con el punto de partida: 15 años después, el FA deja una sociedad que disfruta de un mejor nivel de vida, que goza de mayores derechos y que puede acudir a instituciones más abiertas, democráticas y plurales”, dice el texto.

Pérdida de apoyo social y falta de diálogo

El FA identificó que fue perdiendo apoyo en 2009, 2014 y 2019. “No se mantuvo con los aliados ni se tejió con los nuevos actores una alianza para defender los logros alcanzados. Los éxitos electorales, aunque porcentualmente cada uno menor que el otro, permitían lograr el gobierno, pero no nos dejaban ver la desacumulación política y social que, paso a paso, iba sucediendo” se explica en el documento. Según el FA, no se logró crear una “conciencia social” para que la gente se apropiara de los logros ni se logró asociarlos a las políticas públicas que se implementaban.

También se señala que hubo falta de diálogo y no se trabajó por tender puentes con otros actores políticos y sociales. “Teníamos las mayorías parlamentarias y entonces la discusión se volvió puertas adentro. Las alianzas políticas se descuidaron porque el FA era imparable, y las alianzas sociales no se alimentaron porque por momentos nosotros creíamos saber más de las reivindicaciones o problemas que tenían los actores sociales que ellos mismos. En definitiva, perdimos pie en nuestra base electoral, pero sobre todo nos alejamos de la base social que permitió el triunfo en 2004”.

La falta de diálogo también se dio entre el gobierno y el FA. Según el texto, “en ocasiones hubo escasez o insuficiencia de información desde el gobierno a la fuerza política, ciertas ausencias de relacionamiento sistemático y en algunos casos falta de consideración del punto de vista de la fuerza política para la toma de decisiones. También ahí hubo omisiones”.

“Nos afectó el burocratismo -por llamarlo de alguna forma- que llevó a que en muchos casos se priorizara el desempeño formal de la tarea de gobierno desentendiéndose de la labor política, lo que debilitó al FA como estructura y ámbito de discusión y debate. En algunos casos, como en ciertos departamentos en los que accedimos a la Intendencia, este debilitamiento fue especialmente importante en estructuras pequeñas, con escasez de cuadros y formación”.

Decisiones a destiempo

En la autocrítica, el FA también se refiere a las medidas tomadas en torno al caso del ex vicepresidente Raúl Sendic. “Cuando algún frentista se apartó de ese camino, las más de las veces nuestra reacción fue defender al compañero a rajatabla o aceptar de plano, como buena, su versión”.

Sin embargo, se advierte que “no se sopesó políticamente que, de permanecer en la función que desempeñaba, erosionaba la visión que muchas personas podían hacerse de nuestra fuerza política”. Es por eso que, a futuro, el FA se propone hacer una valoración política sobre la “honorabilidad” y “valores éticos” de la persona que haya cometido la falta. “Esa valoración política debe poner al FA por encima de todo, teniendo en cuenta la ética a la hora de ejercer los cargos públicos que siempre hemos pregonado y que debemos seguir defendiendo”.

También se advierte que no puede quedar “todo en manos de nuestro Tribunal de Conducta Política”, y que “sea este, con la rectitud que lo ha caracterizado siempre, quien tome las decisiones para salir de situaciones políticamente inexplicables. Cuando consideren que se están proyectando imágenes que, aunque falsas, nos perjudican especialmente como fuerza política, los órganos del FA deben actuar con responsabilidad y celeridad. No nos puede volver a pasar que actuemos a destiempo”.

Falta de escucha

En el documento, la coalición de izquierda se pregunta hasta qué punto se escucharon las preocupaciones de la sociedad en torno a la seguridad, economía y educación. Se afirma, además, que hubo problemas para lograr síntesis de las discrepancias a la interna del FA y se señala, por ejemplo, que esto fue lo que sucedió en torno a los temas vinculados de Defensa Nacional, donde no se “alcanzó a recorrer totalmente los caminos para democratizar las Fuerzas Armadas y lograr el diseño y la construcción de una política de Defensa Nacional acorde a nuestra realidad”.

Se dedica también un análisis a la declaración de la esencialidad de la educación, que, “como otras tantas medidas que se tomaron sin sopesar adecuadamente las consecuencias, es un ejemplo demostrativo del alejamiento con la sociedad en general y con los sectores sociales en particular”.

La fórmula presidencial

El FA reconoce que inició la campaña electoral con una “percepción equivocada”. A pesar de las advertencias, no asumió que había perdido apoyo electoral. “Es evidente que una campaña electoral perdedora no puede calificarse de exitosa. Se deben identificar los errores para intentar no volver a repetirlos, pero evitando a toda costa caer en personalizaciones, buscando ubicarse siempre en la perspectiva del aprendizaje para fortalecer a la fuerza política y a sus integrantes”.

Sin embargo, se reconocen algunos errores como los “primeros pasos” luego de dirimirse la interna y la forma en que el candidato del FA, Daniel Martínez, manejó la conformación de la fórmula. Esos manejos públicos “no fueron los más adecuados, y nos hicieron perder un tiempo valiosísimo tanto para crecer hacia octubre como para lograr la heroica remontada en noviembre, esa que casi estuvo a punto de ser hazaña, hecha a hombros de una militancia admirable que se jugó todo en el ‘voto a voto’”, establece el texto.