Las exposiciones de la presidenta y las dos directoras del Instituto Nacional de Inclusión Social y Adolescente (Inisa) causaron asombro en los integrantes de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. “Recibimos al Inisa con tres mensajes distintos”, analizó el legislador Eduardo Lust de Cabildo Abierto (CA). El blanco Gonzalo Mujica transmitió que no entendía si la carpeta “presentada con el logo del organismo” era un mensaje del directorio o no, y su correligionario Álvaro Viviano recomendó a la delegación “que a futuro consolide una posición única: siempre es bueno a los efectos de pelear recursos”.
Lo que ocurrió, según explicaron en el Parlamento la presidenta del Inisa, Rosanna de Olivera Méndez —designada por CA—, y las directoras Sandra Etcheverry —del Partido Nacional (PN)— y Andrea Venosa —representante del Frente Amplio (FA) en el directorio—, es que fueron asumiendo sus cargos a distinto tiempo, con la negociación del presupuesto ya en marcha. Si bien las tres evaluaron como insuficiente lo asignado por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en el proyecto de ley que elevó al Parlamento, solo Venosa firmó el mensaje complementario donde el organismo reclama mayores recursos. Ante esto, la Comisión les aclaró que dicho pedido no se tomará en cuenta en esta instancia, pudiendo ingresar como mensaje del organismo cuando el presupuesto se trate en el Senado.
“La falta de presupuesto que estamos visualizando la tratamos en el directorio. Habíamos acordado con las tres directoras presentar un proyecto complementario de presupuesto. Sabemos que la instancia hubiera sido [hasta] el 31 de agosto, pero como no llegamos a esa fecha por desavenencias dentro del directorio, la íbamos a presentar hoy. Lamentablemente, las directoras me acaban de confirmar que no se quiere presentar institucionalmente”, expresó Venosa.
Consultada por los legisladores, Etcheverry aceptó la versión dada por Venosa y explicó que en el mensaje presentado ante la Comisión —solo con la firma de la directora opositora— están “los números reales sobre nuestras necesidades para los años venideros”, tras elaborarlo “en forma conjunta” en el directorio. Pero señaló que no lo firmó previo a acudir al Parlamento “porque hubo un compromiso del MEF y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), y siento que del Poder Ejecutivo, de reforzar las necesidades del Inisa”.
Más allá de esta explicación, en las tres exposiciones las integrantes del directorio del Inisa aportaron distintas previsiones financieras, mostraron diferencias sobre la realidad alimenticia de los jóvenes que están en hogares del Inisa y hasta sobre los efectos en esa población de la ley de urgente consideración (LUC).
Cada cual con sus números
La presidenta de Olivera Méndez explicó a los legisladores que el Inisa se creó en 2015, que este será su primer presupuesto quinquenal y que a nivel financiero “no se ha concretado definitivamente el divorcio” del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). “Al ser una institución nueva, el verdadero gasto de funcionamiento recién se está empezando a visualizar”, comentó, y señaló que lo ejecutado en 2019 “no representa el presupuesto real del Inisa, ya que hubo gastos que el INAU pagó por cuenta nuestra”.
Estimó en 363 millones de pesos el gasto anual en funcionamiento (seguridad, limpieza y alimentación) y señaló que se comenzó a reemplazar policías que hacen tareas de seguridad externa —se pusieron alarmas o se recapacitó a funcionarios propios para los controles de acceso— proyectando un ahorro de 38 millones de pesos.
“Creemos en la buena gestión, en la eficiencia, la eficacia y, sobre todo, en los funcionarios de Inisa. Sabemos que el presupuesto no es el deseado, pero nos comprometemos con la responsabilidad y la sensatez suficientes para llevar adelante una buena gestión, transparente y austera, y creemos en la sensibilidad del gobierno para cuando, en las instancias venideras, eventualmente el Inisa necesite su respaldo”, concluyó de Olivera Méndez.
A continuación, Venosa aseguró que el MEF “tanto en el rubro funcionamiento como en inversiones estaba proyectando un 41% menos de lo asignado para 2019 y un 25% menos de lo ejecutado en 2019”. Tras gestiones hechas por el directorio, se logró “subir un poco los recursos para el rubro funcionamiento”. Sin embargo, el acuerdo entre las directoras no rubricado en el mensaje que se dejó a la Comisión, consistía en pedirle al MEF incrementar el rubro funcionamiento en 115 millones de pesos, las inversiones en 75 millones de pesos “para la reparación de edificios”, y en 9 millones de pesos lo disponible para convenios con otras instituciones.
La otra directora, Etcheverry, transmitió a los legisladores que “el crédito asignado para este quinquenio es de 12% menos al asignado en 2019”, aunque se está “en plena negociación con el MEF y la OPP para solicitar refuerzo de rubros” dado que hubo algunos ahorros logrados en los salarios. En ese sentido, sostuvo que lo destinado a obras e inversiones “no nos alcanza” y se transmitió a las autoridades “la necesidad de contar con más dinero”.
“Encontramos buena disposición de los dos organismos para que seamos contemplados frente a las necesidades edilicias y en el área de funcionamiento. Quizás soy muy optimista”, manifestó Etcheverry.
Los efectos de la LUC
La representante del FA en el directorio expresó que con menores recursos el Inisa deberá atender a mayor población, y asoció eso a la ley de urgente consideración (LUC) aprobada en julio: “Esta dirección asume el 24 de julio de este año, con 266 adolescentes privados de libertad. Al día de hoy, estamos en 307 adolescentes, un 11% más. ¿Por qué? Porque se aprobó la LUC que deroga la suspensión condicional de la pena con nuevos institutos que se aplican a los adolescentes (como el proceso abreviado o la libertad a prueba), y un aumento de penas de cinco a diez años en las máximas y de uno a dos años en las mínimas”.
Con el presupuesto asignado no habrá “dinero disponible en el Rubro 0 [salarios] como para hacer nuevos ingresos de funcionarios, que es lo que se necesitaría si se sigue dando este aumento de población en privados de libertad, porque se requiere tanto equipos técnicos psicólogos, trabajadores sociales, educadores sociales, como también docentes, funcionarios de trato directo y educadores”.
Etcheverry respondió a su turno a los planteos de Venosa: “Si bien hay una idea de que puede haber un aumento importante en los próximos períodos, no lo puedo afirmar en este momento, ya que pienso que se debe necesitar, por lo menos, de unos seis meses de evaluación para saber realmente los efectos que pueda tener la LUC”.
El debate por la alimentación y la directora que va a la feria
En su intervención, Venosa aseguró que a raíz del decreto emitido en marzo por el gobierno que ordenó reducir en 15% los gastos de funcionamiento “se estaba ajustando la calidad de la comida en el Inisa”. Esto “hemos podido revertirlo”, explicó, porque “según un artículo de la ley de creación del Inisa, hasta que el Instituto no tenga un presupuesto propio, Rentas Generales debe hacerse cargo del déficit que se tenga en los gastos y en el presupuesto”.
Eso fue ratificado por la presidenta del Inisa, quien recordó que al asumir en marzo le dijeron que había créditos disponibles hasta setiembre. Además, “las nutricionistas me dicen que la carne va a llegar hasta junio, que de junio a diciembre no va a haber más carne, o sea que en esos meses comerían arroz y fideos”, lo que se revirtió posteriormente. Según la jerarca, hoy “el único cambio que se hizo en la alimentación” de los jóvenes es por una gestión que realizó con un frigorífico “para cambiar 50 de los 100 pesos (que se compran) de bola de lomo por pulpa de bondiola”.
Luego Etcheverry retomó el tema de la alimentación de los jóvenes: “Podríamos conversar mucho del tema, porque una es madre, jefa de hogar, y maneja bastante bien los recursos, y en este sentido también estamos dispuestos a mejorar los precios. Yo he pedido un listado para saber a cuánto estamos comprando desde el litro de aceite hasta la docena de huevos, porque la verdad es que yo compro en la feria, y entonces sé que estamos comprando muy mal y muy caro”.
Etcheverry agregó que tiene “discrepancias con el área de nutrición” del Inisa, porque “a veces siento que (los jóvenes) estuvieran en una sociedad médica, haciendo una dieta”. Señaló que la institución trabaja “con adolescentes en crecimiento y quienes tenemos hijos adolescentes sabemos lo que comen y necesitan”. Si bien aclaró que no critica a profesionales “que deben saber mucho”, Echeverry dijo que le “preocupa” indicaciones como “que digan que no pueden comer manteca, no lo comparto porque a mí me encanta”, o que no coman más pollo.
La pregunta de Lust sobre “la masculinidad”
La presidenta del Inisa habló en su exposición de la labor del área de género de la institución, con un proyecto que busca “trabajar con los adolescentes” en temas como la diversidad, la no discriminación y “en especial las masculinidades violentas”. Explicó que los jóvenes “provienen de entornos muchas veces violentos, así que trabajar directamente en tal sentido y concientizarlos dará sus resultados”. La directora del FA, Venosa, complementó que “el tema de género no es solamente la prevención de la violencia, sino también de las deconstrucción de las masculinidades”, lo que “va a contribuir a generar nuevos vínculos saludables entre los adolescentes”.
Lust dijo luego a la delegación que le “llamó la atención” que se hablara “de reconstrucción de la masculinidad como una de las políticas del Inisa” y les preguntó “qué se entiende” por eso. Venosa le respondió: “Culturalmente, al varón se le asigna un rol violento, específico; y a las mujeres, un rol de sumisión. Esta cuestión se puede trabajar mucho con los varones en el Inisa, y tiene que ver con darles herramientas para el egreso y también para prevenir futuros delitos y determinadas formas de relacionamiento con la sociedad en general”.