“La JUP está de vuelta. No al referéndum de la LUC. ¡Fuera comunistas de las instituciones!”, rezaba una pancarta que fue colocada en la entrada del liceo 3 “Dámaso Antonio Larrañaga” el martes de mañana y retirada antes del mediodía, por personas que aún no fueron identificadas.

El vicepresidente de la Federación Nacional de Profesores de la Enseñanza Secundaria (Fenapes), Marcel Slamovitz, se hizo presente en el lugar y manifestó su preocupación por la noticia, y el representante de los docentes en el Consejo de Educación Secundaria (CES), Carlos Rivero, propondrá iniciar una investigación sobre el tema.

“Lo que se rumorea es que hay un grupo organizado” detrás del episodio, afirmó Slamovitz en diálogo con la diaria. El dirigente señaló que el cartel estuvo colgado desde las ocho de la mañana hasta poco antes del mediodía, y hasta el momento “no se sabe quién lo colocó ni quién lo bajó”. Para Slamovitz, este episodio es “parte de una campaña que se está viendo también en las redes”, con mensajes “a favor de la LUC”, y “también en el Dámaso”, donde “hace un tiempo hubo una movida de los antigremio y demás”, pero señaló que hasta ahora “nunca se había visto un cartel de la JUP”.

“Lo que nosotros queremos es que el CES actúe, porque esto provoca violencia”, sostuvo Slamovitz. En su opinión, el CES, “que ha actuado con nuestros carteles sindicales en rechazo a la LUC”, debería “actuar inmediatamente e investigar esta situación”.

Consultado por la diaria, Rivero destacó la “gravedad” de las expresiones vertidas en el cartel, que “tienen que ver con el pasado de nuestro país, con situaciones que uno pensaba que ya a esta altura de la vida democrática del país estaban superadas, y parece que no”. El consejero consideró que es “preocupante” que este tipo de manifestaciones “aparezcan en la puerta de un liceo”, teniendo en cuenta “el papel que tuvo la JUP en la década del 70, sobre todo en los liceos, con estudiantes heridos y demás”. En ese sentido, anunció que planteará el tema en la sesión de mañana “para que se investigue, porque parece un poco peligroso”. Asimismo, señaló que “si la Federación quiere hacer una denuncia y pedir una investigación, obviamente se va a acompañar”.

La Juventud Uruguaya de Pie (JUP) fue un movimiento político integrado por jóvenes de derecha que funcionó entre 1970 y 1974. El historiador Gabriel Bucheli señala que el movimiento recogía “tradiciones del ruralismo, del nacionalismo y del anticomunismo”, y fue un “importante protagonista de la reacción conservadora ante el ascenso de la izquierda, a la que señaló como portadora del ‘caos’ y de la ‘antipatria’”. A su vez, la JUP fue catalogada de “fascista” por la izquierda y algunos sectores liberales.

“Con ánimo de constituirse en un movimiento político autónomo, enunció un proyecto caratulado como ‘revolución nacional’, de neta resonancia falangista, que la condujo a apostar al ajuste por el golpe militar”, explicó Bucheli en un artículo que escribió para la diaria. De esa forma, “el movimiento se vio envuelto en múltiples episodios de violencia política que marcaron a la época”, convirtiéndose en “un depositario natural” de la “violencia derechista no estatal, que desde 1971 sacudió al país” y en un “cómplice” del anticipo de las prácticas del terrorismo de Estado.

El “renacer” de fuerzas reaccionarias

Fenapes cuestionó el “atropello” por parte de un grupo “fundado en los 70 por Hugo Manini Ríos, entre otros” y exigió al Ministerio del Interior que investigue y encuentre responsable por los carteles.

Si bien la JUP se disolvió en 1974, Fenapes señala en un comunicado que hoy parece “renacer” desde las “fuerzas más reaccionarias (que siempre estuvieron), y arremeten una vez más contra los trabajadores organizados luego de expedirnos contra la LUC”. Además, se señala que hay varios dirigentes de “esta organización fascista” que están en el gobierno, como el subdirector del Plan Juntos, Daniel García Pintos, integrante de Cabildo Abierto. “Su apología y su uso de violencia contra militantes sindicales y políticos fue notoria”.

“No sabemos si la JUP está de vuelta o es una bravuconada de grupos fascistas, lo que sí sabemos es que una vez más estaremos defendiendo las libertades”, concluye Fenapes.