El ministro del Interior, Jorge Larrañaga, anunció este jueves que su cartera “seguramente” tendrá la “facultad inspectiva” de los clubes cannábicos, para monitorear que no estén volcando sus excedentes al tráfico en Brasil, donde la marihuana cuesta más del doble que en Uruguay.
En una conferencia de prensa, Larrañaga detalló que actualmente en el país hay 159 clubes cannábicos, que pueden tener hasta 45 integrantes cada uno, con una cantidad de gramos habilitada para su consumo anualmente. “Lo que encontramos, y lo hemos hablado con el presidente [Luis Lacalle Pou], con [Daniel] Radío y con la Junta Nacional de Drogas, es que hay apenas cuatro o cinco fiscalizadores para todo el país, y eso es totalmente insuficiente”, dijo Larrañaga.
El jerarca aseguró que hay denuncias de la Policía de Brasil, “donde se ha detectado el ingreso a dicho país de una cantidad importante, de forma periódica, de marihuana producida en Uruguay”. Larrañaga aclaró que esto “no significa acusar a los clubes cannábicos” y que ese tráfico podría deberse a otros fenómenos. “Hace pocos días logramos detectar un laboratorio clandestino ilegal. Otro tanto ha ocurrido en Canelones. Seguramente pueda haber varios en todo el país”, señaló. No obstante, en una entrevista con Radio Uruguay, Larrañaga sostuvo que la realidad es que “hay sospechas en esa línea”, y argumentó que el precio del kilo de cogollo en Brasil es cerca de 100.000 pesos más caro que en Uruguay.
En concreto, la cartera apuesta a tener la “facultad inspectiva, de control, que parece fundamental, sostuvo el ministro, que señaló que “nadie puede negarse a la fiscalización si se están haciendo las cosas bien”. “Lo que nosotros queremos es tener acceso a la información de los clubes cannábicos para cruzar la información y poder tener intervención. Si está todo bien, correcto, pero si hay una situación anormal [tenemos que] poder tener reacción”, expresó.
En tanto, Radío sostuvo en una entrevista con Radio Uruguay que la marihuana encontrada en Brasil no tiene por qué venir de los clubes cannábicos. “Que sea marihuana uruguaya no quiere decir que sea de clubes cannábicos”, expresó. A diferencia de Larrañaga, relativizó que la cantidad de inspectores sean pocos y sostuvo que si bien agregaría alguno más, no le parece que todos los uruguayos deberían trabajar “de inspectores de clubes cannábicos”.
No tan de acuerdo
En tanto, la presidenta de la Federación de Clubes Cannábicos, María José Miles, no se mostró de acuerdo con el cambio en la fiscalización propuesto por Larrañaga. Si bien dijo a la diaria que si existe una “razón judicial” para intervenir un club en un eventual caso de “tráfico ilegal” es pertinente una intervención policial, esta en cualquier caso debe darse siempre con los “cuidados pertinentes”. “Mediante una orden de un juez está bien, pero en otros casos debería reservarse la información”, expresó.
Miles se mostró partidaria de no cambiar la actual forma de fiscalización. “Nos parece que no corresponde. Con sus cosas buenas y malas, hay un instituto que se encarga específicamente de eso actualmente, que es el Instituto de Regulación y Control del Cannabis [Ircca], que tiene formación y conocimientos del mercado general. Se ha aprendido un montón en este tiempo”, sostuvo.
Según Miles, la discusión sobre los mecanismos de fiscalización debería darse en el Consejo Nacional Honorario del Ircca, un órgano de consulta previsto en la ley que legalizó la producción de marihuana en el país, pero que hasta la fecha nunca se ha reunido. “En todo caso, a través del Consejo Honorario se podría hablar sobre cómo mejorar la estructura que actualmente está armada, pero sin un diálogo el cambio no va a ser para bien”, advirtió.