El presidente de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Gabriel Capurro, se refirió a sus declaraciones en la Expo Prado 2020 y dijo que en muchos casos se “había deformado” sus declaraciones. “Aunque todos podemos estar de acuerdo en que la desigualdad extrema no es deseable, la realidad es que la desigualdad de ingresos va a existir siempre por la propia naturaleza humana, y es justo que así sea”, había dicho el presidente de la gremial.
En diálogo con En perspectiva, el presidente de la ARU volvió a referirse a la desigualdad. Reiteró que no es la causa de la pobreza, sino, al contrario, es la igualdad, y la “pobreza es la causa de las peores desigualdades”, por lo que “los países que han pretendido igualar a la gente han terminado en la pobreza, justamente la inversa”, ilustró.
También planteó que en su discurso en la Expo Prado 2020 se refería a la desigualdad de ingresos. “Los otros tipos de desigualdades son los que hay que tratar de solucionar para que todos tengamos las mismas oportunidades”. En cuanto a la desigualdad de ingresos, planteó: “Cuando uno trata de igualar los ingresos de gente que es diferente, empieza a cometer injusticias y, en general, limita el desarrollo de los países y termina en la pobreza”.
Las consecuencias de igualar ingresos, agregó, es que se “desestimula a la gente emprendedora e innovadora, que tiene ganas de hacer cosas, y esas personas se van. No se puede, con las políticas impositivas, atacar a la gente que está generando riqueza. Usted tiene que generar riqueza; si no, reparte pobreza, la gente se va, los capitales se van a lugares a donde les permiten desarrollarse a la velocidad que quieren y poder desarrollar todas sus ideas”.
Según dijo, es “más fácil y popular” atacar la desigualdad de ingresos, porque se les pone un “impuesto a los ricos” y se redistribuye. Sin embargo, dijo que el problema es cuando el Estado “le garantiza a una persona un ingreso mensual sin hacer nada; eso es negativo”.
A su juicio, eso tiene dos contracaras: por un lado, induce al informalismo -“porque alguien que está recibiendo un ingreso mensual sin hacer nada, si usted va y le ofrece trabajo te dice ‘ingresame en negro porque si no me pierdo este ingreso'”-; y por otro, “induce al ocio también, porque si usted no tiene que trabajar porque tiene un ingreso, se queda tranquilo y el ocio es el padre de todos los vicios”.
“Lo que digo es que no es bueno el asistencialismo permanente del Estado. A la gente hay que ayudarla a salir de sus problemas, pero que se valga por sí misma, porque eso es parte de la dignidad humana”, señaló.