El hoy coronel retirado Edgardo Martínez era director de Personal Militar del Ministerio de Defensa Nacional (MDN) en 2006. Ese año, un tribunal de honor juzgó la conducta del represor Gilberto Vázquez y elevó su dictamen a las autoridades ministeriales. Las actas del interrogatorio a Vázquez se hicieron públicas este año, a raíz de un pedido de acceso a la información realizado por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos al MDN. En el interrogatorio, Gilberto Vázquez admite que en dictadura el Ejército torturó y ejecutó prisioneros y dice que en democracia incluso se pensó en un atentado contra quien era presidente en esa época, Tabaré Vázquez. El ex subsecretario de Defensa José Bayardi asegura que cuando recibieron el fallo del tribunal, las actas de interrogatorio no se adjuntaron. En el mismo sentido, el ex presidente Tabaré Vázquez sostiene que “se formó un expediente separado” con el objetivo de ocultarle la documentación a Presidencia.

Sin embargo, el 30 de setiembre, durante la sesión del Senado que trató el pedido de desafuero del líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, el diputado de ese sector Raúl Lozano aseguró que el coronel Edgardo Martínez le entregó “en mano propia” a Bayardi toda la documentación. “Él [Martínez] era el jefe de una división del MDN cuando el senador Bayardi era subsecretario, y me da los detalles de hasta en el lugar donde le entregó en mano propia las fotocopias de las actas y le informa al senador Bayardi de los dichos de Gilberto Vázquez. Y lo consulta si quiere que el resto del expediente se lo fotocopie y el senador Bayardi le dijo que no”, afirmó Lozano en el Parlamento. El coronel retirado Raúl Lozano fue segundo jefe del Departamento II (Inteligencia) del Estado Mayor del Ejército entre 2004 y 2007.

A raíz de estas declaraciones, la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Senadores, que tiene a estudio las actas del tribunal de honor a Gilberto Vázquez, citó a Martínez y a Bayardi. Ambos concurrirán el 7 de diciembre, confirmó a la diaria la senadora frenteamplista Amanda Della Ventura.

Bayardi dijo a la diaria que Edgardo Martínez no le dio “absolutamente nada”, y que en el archivo central del MDN sólo figuraba un expediente de 22 folios, que no contenía las actas de interrogatorio. En cambio, las actas sí se archivan en Personal Militar. En la sesión del desafuero de Manini Ríos, Bayardi dijo que esas actas “muy probablemente las haya digitalizado el coronel Martínez”. “Quiere decir que él sabía lo que tenía de contenido este expediente. Y no era el único que sabía”, sostuvo.

Martínez y los tribunales de honor

Antes de ser director de Personal Militar del ministerio, el coronel Edgardo Martínez integró un Tribunal de Honor que absolvió al represor José Gavazzo por delitos comunes, pese a que este había sido condenado por la Justicia.

El tribunal de honor para juzgar la conducta de Gavazzo quedó conformado el 1° diciembre de 2003, integrado por los coroneles Eduardo Aranco como presidente; Ney Irigoyen, Miguel Vanacore y Edgardo Martínez como miembros vocales; y Enrique Morales como vocal secretario.

Gavazzo había sido condenado en 2002 por la Justicia como autor penal responsable de un “delito continuado de violencia privada especialmente agravado” a dos años de penitenciaría, aunque sólo llegó a estar unos meses preso. El episodio involucró a otras figuras notorias de la represión durante la dictadura, como Ricardo Medina Blanco. Según se informó en su momento, este último le propuso en 1994 a una pareja dueña de una imprenta falsificar billetes de 5.000 cruzeiros (moneda brasileña de aquel entonces) antes de que entrara en vigencia el real. Les pagó por eso, pero al no realizarse el trabajo, Medina y Gavazzo amenazaron al imprentero con un arma de fuego y le exigieron que concluyera la tarea. Las amenazas de Gavazzo, quien se identificaba como “Dr. Mauro”, continuaron, y en una de las reuniones, el imprentero anotó la matrícula del vehículo, que resultó ser de la esposa de Gavazzo.

El 7 de enero de 2004, Gavazzo declaró ante el tribunal de honor y aseguró que “todo fue una trampa” que le tendieron y que su condena tuvo motivaciones políticas, según las actas del interrogatorio del tribunal de honor, a las que accedió la diaria. El represor sostuvo ante el tribunal que en la Jefatura de Policía de Montevideo en 1997 había personas “montando una operación” contra él. Lo hicieron “para eliminarme definitivamente, en lo posible mandarme 20 años a la cárcel”, dijo, y afirmó que el jefe del supuesto montaje contra él era el ex director de Cárceles Enrique Navas, si bien añadió que Navas negó este extremo.

Gavazzo afirmó que la primera fiscal del caso aseguró que no había elementos para procesarlo, pero luego se produjo un cambio de fiscal y esta “hace sólo una pregunta, me pregunta cuál es mi número de teléfono celular, yo en ese momento no tenía, le dije que no tenía e inmediatamente decretó mi procesamiento sin más; inmediatamente fui preso”. Comentó que incluso el ex dirigente del Partido Colorado Óscar Magurno intercedió a su favor ante la fiscal.

Desde el comienzo del interrogatorio, los integrantes del tribunal parecen convencidos de la versión de Gavazzo. Incluso, el presidente del tribunal utiliza el término “el ardid que se hizo contra usted”, aun antes de terminar de escuchar las explicaciones de Gavazzo. Luego le pregunta al represor si había tenido “la oportunidad de saber antecedentes ideológicos” del vecino del complejo habitacional que identificó su auto, y si sabía si esa persona “sería cómplice del supuesto ‘complot’’ o si era una persona de buena voluntad a la que simplemente le mostraron el auto”.

Ante esta pregunta, Gavazzo afirma que no sólo él realizó sus pesquisas, sino que también lo hizo la Dirección Nacional de Inteligencia de Estado (Dinacie): “Cuando el Ejército designa al doctor [Amadeo] Ottati como mi defensor, él me pone una serie de condiciones. Las condiciones que él me pone es que ni yo ni mis camaradas vayamos a hacer nada contra el denunciante y los testigos, y yo le dije que evidentemente no iba a hacer nada, aunque tuviera las mejores ganas del mundo de hacerlo, no lo iba a hacer porque iba a ser perjudicial para mí. Pero lo que sí hice, más allá de lo que hizo la Compañía Contra Información, de lo que hizo la Dinacie, más allá de eso, yo personalmente me fui a conocer los lugares. Yo no sabía dónde vivía este hombre, entonces me fui a ver dónde vivía, di vueltas por la zona, caminando, por supuesto, y es un edificio, un Euskalerría”.

La valoración del tribunal

En el acta de deliberación y fallo de este tribunal, firmada entre otros por Edgardo Martínez y aprobada por unanimidad, se sostiene que “el caso no está suficientemente aclarado, y que existe una imposibilidad material de reconstruir los hechos ocurridos que dieron lugar a un trámite judicial cuya sustanciación llevara más de nueve años de duración”. El tribunal destaca que Gavazzo “niega rotundamente los hechos en los que se le pretende involucrar”; “en forma continuada y eficientemente colabora con la investigación del caso” y “se niega a la clausura del proceso, con todos los beneficios que ello acarrearía, porque aspira a que se llegue a una verdad material que asevere su total inocencia”. En cambio, considera que los denunciantes del caso ante la Justicia incurren en “múltiples contradicciones” y “mentiras”, y que “notoriamente carecen de honor”.

El tribunal afirma que “existen antecedentes” de que se quiso involucrar a Gavazzo “en delitos comunes mediante maniobras que a la postre fueron descubiertas o comprobada la falsedad de los hechos invocados”, y añade que “existen comentarios relatados en los documentos puestos a disposición de este tribunal que no pueden ser corroborados, pero que de ser ciertos harían verosímil la versión de la existencia de una maniobra en contra del teniente coronel en situación de retiro José Gavazzo, en este caso mejor preparada que las anteriores”. A su vez, consideran que “la forma en que se desarrollan los hechos no es propia de una persona como Gavazzo, instruido, entrenado y con amplia experiencia en operaciones de Inteligencia”.

Finalmente, se inclinan por absolver a Gavazzo y mencionan que “si bien puede entenderse” que este dictamen “se contrapone al fallo de la Justicia Ordinaria”, la “jurisdicción del honor” es “independiente”.

El fallo del tribunal de honor fue respaldado por el entonces comandante en jefe del Ejército, Santiago Pomoli, pero no fue homologado por el entonces presidente Jorge Batlle.

Consultado sobre estas actuaciones por la diaria, el coronel Edgardo Martínez sostuvo que no hará “ningún tipo de apreciación” porque el ámbito de actuación de los tribunales de honor es “estrictamente reservado”. Tampoco quiso hacer declaraciones sobre el episodio de las actas del tribunal de Gilberto Vázquez hasta tanto concurra a la comisión del Parlamento, el 7 de diciembre.