El fiscal de Corte, Jorge Díaz, concurrió este jueves a la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado para plantear su preocupación por la situación presupuestal de la Fiscalía y advirtió que en estas condiciones es “imposible” planificar el año.

En conferencia de prensa, Díaz recordó que la Fiscalía cuenta con la misma cantidad de pesos corrientes para gastos de funcionamiento e inversiones que la que se le otorgó en 2015, cuando fue creada.

Esa situación implicó que la Fiscalía comenzara a generar déficit, más considerando la entrada en vigencia del nuevo Código del Proceso Penal, que incrementó los gastos de funcionamiento, al cambiar el rol de los fiscales en el proceso.

Según explicó, el déficit en gastos de funcionamiento llegó en 2016 a 20% y se estima que este año cierre con un 52%, lo que sumado, a la reducción del 12% que plantea el proyecto de presupuesto y las autorizaciones requeridas por el Ministerio de Economía para realizar transposiciones de rubro, ponen al organismo en una situación “particularmente compleja”.

“Estamos convencidos de que va a primar un criterio de razonabilidad”, agregó.

La Fiscalía General de la Nación tiene un presupuesto anual de 1.467 millones de pesos, de los cuales el 95% son salarios, el 4,2% gastos de funcionamiento y un 0,4% inversiones.

Además de esos aspectos presupuestales, Díaz expresó su preocupación por la quita del artículo que proponía que los fiscales no puedan ser demandados civilmente y que sea la Fiscalía el objeto de la denuncia.

Díaz lamentó que se hubiera retirado ese artículo y señaló que no perseguía la “irresponsabilidad civil de los fiscales”, sino evitar que se use la demanda a los fiscales como una forma de impedir su accionar.

Otro de los temas extrapresupuestales que se trataron fue la conformación del Consejo Honorario que define las Instrucciones Generales, a través de las cuales se da lineamientos a los fiscales para unificar su actuación y se establecen prioridades en la persecución del delito.

El proyecto que había enviado el Poder Ejecutivo directamente derogaba las instrucciones generales. En la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de Diputados se optó por mantenerlas pero cambiando la composición del Consejo Honorario. En esa instancia se desplazó a la Universidad de la República y al Colegio de Abogados, se duplicó la representación de la Asociación de Magistrados Fiscales del Uruguay y la del Poder Ejecutivo, agregando que toda resolución debe contar con la aprobación de al menos un integrante del Ejecutivo. Pero cuando el proyecto llegó al plenario de la cámara, se sustituyó a los dos representantes de la Asociación de Fiscales por los dos fiscales más antiguos, lo que fue cuestionado tanto por la gremial como por el fiscal de Corte.

Para expresar su disconformidad, Díaz calificó el criterio de designar a los dos fiscales más antiguos como “decimonónico” y “cuasi monárquico”, y advirtió que los dos fiscales más antiguos no tienen representatividad.

En otro orden, el fiscal de Corte confirmó la información dada este jueves por el semanario Búsqueda en cuanto a la designación de Juan Gómez como fiscal adjunto al Fiscal de Corte, cuando se concrete el retiro de Ariel Cancela.

“Estoy muy conforme con el desarrollo y la función de Ariel como número dos de la Fiscalía [...] lo he tenido como un leal escudero”, comentó Díaz, y agregó que Juan Gómez es una persona con una larguísima trayectoria en el Ministerio Público y cuenta con su “absoluta y entera confianza”.

Díaz dio sus condolencias a la familia policial

Consultado sobre el asesinato del policía Pablo García Da Rosa en Artigas, Díaz expresó su solidaridad con su familia y señaló que el Estado debe protegerlos. “Yo soy miembro de la familia policial, mi padre fue policía toda su vida, fue cabo de la policía nacional. Pude estudiar en la escuela, el liceo y una carrera universitaria en base a un salario, una jubilación y una pensión después que él falleció”, recordó el fiscal de Corte.

Además, contó la anécdota de que su padre tenía un orificio de bala en su gorra. “Salvó su vida por milímetros. Cuando pasan estas cosas son removedoras”, agregó.