En la mañana de este miércoles la bancada de senadores del Partido Nacional (PN) mantuvo una reunión con el ministro de Desarrollo Social, Pablo Bartol, previo a su comparecencia ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda que analiza el proyecto con la asignación de recursos para el quinquenio.

La presencia de la delegación del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en el Parlamento derivó en un cruce entre el oficialismo y la oposición por el presupuesto para políticas sociales y la realidad de la atención a la población vulnerable.

La diputada del Frente Amplio (FA) Micaela Melgar, ex directora de los programas para personas en situación de calle del Mides, cuestionó en una rueda de prensa un video difundido por las redes del ministerio titulado “Rendición de cuentas” en el que, entre otras cosas, se menciona que “aumentaron los cupos” para atender a personas que viven a la intemperie. “Es un spot publicitario que sale en un momento difícil para el Mides y muestra una realidad que no es la que están viviendo los usuarios o los trabajadores, que tienen meses de atraso en los sueldos”, manifestó Melgar. La legisladora agregó que es “una estrategia” y “una forma de vender la realidad” que utilizan las autoridades, porque “piensan que la política social se hace a través de la imagen”.

A su vez, el senador del FA y ex ministro de Desarrollo Social Daniel Olesker cuestionó los números que llevó el gobierno al Parlamento para la atención social. Detalló que hay un aumento de unos 600 millones de pesos que es “absolutamente insuficiente para dar respuesta al enorme crecimiento de la demanda” producto de la crisis derivada del coronavirus.

Desde el oficialismo, el senador nacionalista Gustavo Penadés respondió a las críticas de la oposición y apuntó a las “debilidades” que tenían los programas de atención a la población vulnerable que implementó el FA. Dijo que el gobierno se comprometió a mantener el presupuesto y los planes de atención del Mides, pero “eso no quiere decir que no se trabaje en la corrección de algunos programas”. Mencionó que se detectó “que un alto porcentaje” de los usuarios de la tarjeta Uruguay Social dejaron de ser “población objetivo”, dado que consiguieron trabajo o salieron de la pobreza extrema.

Añadió como principal falencia de los programas de atención del Mides la falta de “datos objetivos” sobre la población abarcada. “Hay controles de ocho años atrás. Es una mala aplicación que lleva a que atendamos a quien no lo necesita y no lleguemos a quien sí lo requiere”, concluyó.

Según consta en la versión taquigráfica de la comisión, Bartol dijo que cuando el Mides “abrió el juego” a la “declaración jurada para recibir la ayuda” se preguntaron qué van a declarar las personas, si le “embocarán o no”. “Entonces, estamos seguros de que de los 312.000 no todos están pasando una necesidad como para ir a buscar esa canasta. Algún chequeo hicimos. Por ejemplo, chequeamos qué tipo de prestación de salud tenían, y nos dio que 80% de los 300.000 se atiende en ASSE [Administración de los Servicios de Salud del Estado] y que de los 300.000, 15 personas tienen seguro privado de salud; estos últimos nos garronearon, hablando mal y pronto”, sostuvo.

Subrayó que tener un error en una proporción de 15 en 300.000 personas marca que no anduvieron “tan mal”. En cambio, dijo que el tema es cuando revisitan a los titulares de las tarjetas Uruguay Social, de los que, según el Índice de Carencias Críticas, “35% están mal porque hoy no son elegibles, y vienen recibiendo hace varios años esa prestación sin estar dentro de los elegibles”.

“Le pongo un ejemplo que el otro día me contaron las trabajadoras de campo. Fueron a hacer una revisita a un asentamiento de una ciudad del interior, en Salto, donde tenían la tarjeta y a media cuadra ya sabían que no les correspondía, porque tenían un almacén de 20 metros de frente. Entonces, son ejemplos concretos que recogemos del territorio. No se trata de que tengan el auto escondido en el fondo y lo cuenta un vecino, sino que es el almacén de 20 metros de frente. 35% de las revisitas no son elegibles”, finalizó Bartol.