Por 54 votos en 97, la Cámara de Representantes le dio media sanción al proyecto de ley cuyo objetivo es limitar los territorios destinados a la producción forestal en el país. La sesión mostró una inusual alianza entre el Frente Amplio (FA), Cabildo Abierto (CA) y el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI), que dejó en minoría a la mayoría de la coalición compuesta por blancos y colorados. Además, hubo fuertes cruces entre legisladores de la propia coalición de gobierno.

Si bien el tema no estaba previsto en la sesión de este martes, la última ordinaria del año, fue impuesto como “grave y urgente” por una moción presentada por el FA, CA y el PERI, que fue aprobada por 52 votos en 88. El proyecto había sido aprobado en comisión cuatro días atrás y aún no contaba con informes en mayoría y minoría. Según explicó el representante Alfredo Fratti (FA), el proyecto que se presentó era una nueva versión con modificaciones de otro presentado inicialmente por Rafael Menéndez (CA), y se había recibido a todas las delegaciones que habían sido solicitadas, incluso de UPM. “No podemos pasar otro año estudiando y no dar una respuesta”, sentenció Fratti.

Los argumentos tanto a la hora de poner el tema arriba de la mesa como a la hora de votar el proyecto fueron los mismos. Mientras que la mayoría circunstancial de CA, el FA y el PERI aseguró que existe urgencia por aprobar esta normativa dados los crecientes permisos que se otorgan a nivel departamental para forestar en distintas áreas del país, los legisladores blancos y colorados cuestionaron que no se realizó el debido tratamiento del proyecto, que además modifica la Ley Forestal de 1987. Esa norma implicó el impulso de la producción de ese rubro en Uruguay, y fue una política “exitosa” que “le puso un segundo piso al país”, en palabras del colorado Ope Pasquet.

Blancos y colorados cuestionaron que el proyecto de ley había ingresado al Parlamento tan sólo un mes antes y pidieron que volviera a comisión, pero la moción fracasó. “Se pretende votar un proyecto de ley sin previo debate, sobre tablas, el último día del período legislativo, sin escuchar la opinión de los ministerios competentes”, dijo el colorado Felipe Schipani, quien además cuestionó que haya sido CA el que impulsara este proyecto de ley. “Como integrante del oficialismo me siento menoscabado. Una bancada que integra el gobierno no ha tenido la delicadeza de convocar a los ministros del Poder Ejecutivo que integran ellos”, agregó el diputado. “Esta tarde se ha escrito una de las etapas más tristes de este período legislativo”, sostuvo el legislador, que pidió a título personal que el Poder Ejecutivo vete la norma en caso de aprobarse en el Senado.

En concreto, el proyecto limita la plantación de bosques a los suelos de prioridad forestal y establece que las superficies de bosques en el país no pueden superar 10% de la superficie nacional bajo explotación agropecuaria. Además, se indica que la superficie destinada a bosques de servicio en predios agropecuarios sólo podrá alcanzar 8% de estos en suelos en los casos que se ubiquen por fuera de los suelos de prioridad forestal.

Los principales defensores del proyecto fueron los diputados de CA Eduardo Lust y Menéndez, así como el frenteamplista Fratti. Menéndez señaló que el tema era un “compromiso de campaña” de CA y que la industria forestal “ha avasallado sobre cualquier otro tipo de campo”. Según el legislador, al momento de aprobarse la norma, el país no tenía ninguna planta de celulosa, sólo había 70.000 hectáreas de prioridad forestal y no se habían desarrollado las tecnologías que hoy se aplican en el rubro. “Básicamente se busca que la forestación se desarrolle de forma armoniosa con otras producciones en los terrenos determinados por la Ley Forestal”, sostuvo.

Luego, Pasquet aseguró, tras cuestionar el tratamiento del proyecto, que la iniciativa busca “prohibir cierto tipo de actividad económica” y que se afectarán derechos adquiridos. Finalmente ironizó preguntándose si se busca hacer un “plan quinquenal de producción agropecuaria, rememorando los planes quinquenales soviéticos”. “Es una medida sin precedentes que se da contra una actividad que ha sido un éxito clamoroso en la vida del país”, sostuvo.

Lust versus Pasquet

A su turno, Lust sostuvo que el progreso que generó la Ley Forestal fue una “mentira” y las condiciones en las que Uruguay desarrolló la forestación implicaron una “estafa” de la que fueron cómplices los gobiernos blancos, colorados y frenteamplistas. Según Lust, esto fue así por los subsidios y exenciones que se otorgaron al sector forestal primero y a las plantas pasteras después, que el legislador cuantificó en 155 millones de dólares por concepto de IRAE en 2018, entre las ganancias de UPM y Montes del Plata, de 287 y 155 millones de dólares, respectivamente. “Si me dan 150 millones de dólares por año, ¿quién no se va a desarrollar? El país fue entregado a la forestación, ¿Cuál fue la contraprestación? Lo sabrán quienes lo entregaron, pero llegó el momento de poner un límite”. Lust además aprovechó para cuestionar al director nacional de Medio Ambiente, Eduardo Andrés, quien a pesar de ser de CA está autorizando varias “excepciones” para proyectos de forestación.

Luego, Pasquet dijo que advertía en las palabras de Lust un “tono de desprecio general por la actividad política característica de quienes hablan con desprecio por lo general de los sistemas democráticos”, y una “mentalidad profundamente antidemocrática”. Frente a eso, Lust dijo que quien diga que él tiene una mentalidad totalitaria “es un atrevido”. “Algunos de los que me acusan vienen de partidos que han dado golpes de Estado”, remató. Tras ese dicho, el presidente de la Cámara, el nacionalista Martín Lema, decidió pedir un cuarto intermedio, y al final de la sesión Lust se disculpó por sus dichos con el PC.