La noche del viernes 27, efectivos de la Seccional Tercera de la Jefatura de Policía de Salto recibieron una denuncia por aglomeración de personas provenientes de una supuesta fiesta clandestina en el barrio Saladero. 

Al llegar al lugar, la Policía constató que en la casa del ex intendente Germán Coutinho se estaba realizando una fiesta con la actuación en vivo de la banda A Plena Samba, que se escuchaba a varios metros de distancia. Sobre la calle Juan Gutiérrez había unos 15 autos estacionados.

Luego de que golpearan por varios minutos, el senador colorado abrió la puerta y explicó que estaba festejando la graduación de su hija. “Yo ya hablé con Carlitos”, habría dicho Coutinho, según consta en el parte policial, al que accedió la diaria. En ese documento se menciona además que dicha referencia es al jefe de Policía del departamento, Carlos Ayuto. De acuerdo al relato de los funcionarios policiales, Coutinho argumentó que en la fiesta no había más de 80 personas y, ante la duda de los policías, los invitó a pasar para corroborar que estaba respetando las indicaciones que se le habían dado.

Según la versión que consta en el parte policial, cuando los policías aceptaron ingresar a la casa para realizar el chequeo, Coutinho dio marcha atrás y les mostró su carnet de senador y manifestó que su condición de legislador lo habilitaba a impedir el ingreso.

Los policías, que no tenían ninguna orden que les permitiera ingresar a la casa, decidieron comunicar el hecho a sus superiores y estos derivaron el caso a la Intendencia de Salto.

Cuando llegaron los inspectores departamentales, Coutinho les permitió el ingreso, con lo que constataron que había unas 25 personas en la reunión y estaban respetando los protocolos sanitarios. Ante eso la Policía optó por retirarse del lugar sin avisar a Fiscalía, pero decidió dejar constancia del hecho.

En diálogo con la diaria, el jefe de Policía negó haber hablado con el ex intendente previamente al evento y agregó que no hay un número establecido para definir una aglomeración, porque depende del lugar y las condiciones en las que se reúnan.

Ayuto señaló que en el caso de Coutinho se trató de una reunión familiar y lo diferenció de una fiesta clandestina, que implica otra organización y la venta de entradas o bebidas. El jefe de Policía dijo que habitualmente, cuando se consulta a jefatura para realizar una reunión, se deriva a la Dirección de Salud de la Intendencia de Salto, y solo actúan en los casos en que haya una denuncia, como sucedió durante la celebración de la hija del senador.

Además, planteó que todos los fines de semana hay denuncias por ruidos molestos o aglomeraciones y que sólo cuando se constata una fiesta clandestina se da cuenta a la Fiscalía.

“Acá ha habido actos de religión en lugares abiertos y grandes, cuya separación de la silla está a más de dos metros y ha llegado a haber más de cien personas, autorizado por Salud Pública, con distancia y tapabocas. No hay un límite, se marca un aforo de acuerdo al lugar”, señaló.

Consultado por la diaria, Coutinho negó haber impedido la entrada a la Policía y subrayó que cuando llegaron los inspectores de la Intendencia de Salto, ingresaron y constataron que estaba todo bien. El senador dijo que no recuerda haberle mostrado a los efectivos el carnet de legislador y señaló que siendo una persona conocida en Salto no tiene ninguna necesidad de identificarse. “Fue la Policía a exhortar que bajara la música y la Intendencia entró, revisaron todo lo que había que revisar”, señaló.

En cuanto a la referencia al jefe de Policía, el senador dijo que se comunicó con la Jefatura para averiguar qué debía hacer para organizar el encuentro, pero no habló directamente con Ayuto. “Yo llamé a averiguar en la Intendencia y en la Policía a ver qué trámite tenía que hacer, y me dijeron que no pasaba nada. Después fueron por el tema de la música“, comentó.