“¿Cuáles son las consecuencias de haber sido víctimas del terrorismo de Estado durante la infancia y adolescencia? ansiedad, depresión, problemas en los huesos y dientes, raquitismo, enfermedades crónicas de origen emocional, adicciones y suicidio”, dice el comunicado publicado por el colectivo Memoria en Libertad: niñas, niños y adolescentes víctimas directas del terrorismo de Estado.

La pregunta y la respuesta presentadas son consecuencia de las declaraciones del próximo senador por Cabildo Abierto, Raúl Lozano, en entrevista con la diaria “Hoy por hoy sabemos que paga mucho el tema de hablar de las torturas y esas cosas que ocurrieron en aquellos años, pero hace 35 años que estamos en democracia y hoy nos encontramos con gente que tiene 40 y habla de las torturas y los apaleos que vivió, y uno dice: ‘Pero ¿cómo?, ¿a los cinco años, entonces, lo estaban...? Eran malos realmente. ¿No? ¿Los esperaban afuera de jardinera para pegarles?’” fue una de las manifestaciones de Lozano citadas por el colectivo.

El comunicado comienza aclarando que Memoria en Libertad es reconocida por la Institución Nacional de Derechos Humanos como “organización de Derechos Humanos” y, también, por la Organización de las Naciones Unidas como “un colectivo objetivo a ser reparado psicológicamente por torturas”. Aclaran, además, que reciben un seguimiento de técnicos de la Universidad de la República y que por las secuelas de la dictadura están amparados por la ley para recibir asistencia en salud.

El colectivo plantea que la mención de Lozano de que hablar sobre las torturas en dictadura “paga” es tratar el tema “como si hablar de los nefastos años de la dictadura cívico militar fuera algo marketinero del cual la sociedad se regocija”. Al respecto de la negación de Lozano sobre la tortura hacia los niños, niñas y bebés, Memoria en Libertad afirma que niega “hechos históricos”. El colectivo hace referencia al Plan Cóndor como evidencia de que la violencia hacia esa población era un hecho en los países del Conosur, “porque el pretexto era el marxismo, pero la realidad es que se atacaba a la Nación en sí”.

En la entrevista, Lozano dijo que durante la dictadura hubo cosas que se hicieron “bien” y otras “mal”. El senador fundamentó la primera apreciación con las “obras de infraestructura estratégica que en aquellos años se hicieron”. Como respuesta, el colectivo manifiesta que Lozano no contó que las infraestructuras “las pagamos a precios exagerados, endeudando fuertemente nuestra economía”. Para profundizar, aseguran que “las dictaduras y autoritarismos terminan en lo que se llama ‘la crisis de la deuda’ la peor de las crisis en toda América Látina y que implicó nuestra inserción, necesariamente subordinada, en la llamada ‘economía internacional’”.

Para finalizar, Memoria en Libertad concluye: “Entendemos una falta gravísima, que un recién electo senador de la República nos catalogue de mentirosos, que hable como que no supiera que existieran niños y niñas expropiados en Uruguay durante la dictadura”.