El gobierno electo que encabeza Luis Lacalle Pou no está conforme con muchos puntos del contrato con UPM y ha comenzado gestiones para renegociar algunas de sus cláusulas.
Según publicó hoy Búsqueda en base a fuentes del futuro ejecutivo, uno de los capítulos que se aspira a modificar es el de la energía. Concretamente, el Poder Ejecutivo entrante cree que el valor acordado para la compra de electricidad que producirá UPM2 es bastante alto: 72,5 dólares por cada megavatio hora producido por la planta, durante un período de 20 años y por un volumen anual de un teravatio hora.
También, consigna el semanario, se busca garantizar las condiciones para que el Ferrocarril Central sea usado para transportar otras cargas, además de las que transportará UPM2. Para este caso, el diálogo también involucra al consorcio que ganó la adjudicación de esta obra de infraestructura: Grupo Vía Central, que integran las firmas uruguayas Saceem y Berkes, más la española Sacyr y la francesa NGE.
En una entrevista con el semanario, el futuro ministro de Transporte y Obras Públicas, Luis Alberto Heber, había criticado que el acuerdo era “demasiado caro” en materia de infraestructura, y que al actual oficialismo le había pesado la “desesperación de no tener inversiones”. Sin embargo, el actual titular de esa cartera, Víctor Rossi, expresó que en el momento de la negociación, Brasil y Argentina estaban en situaciones comprometidas y Uruguay podía ser arrastrado. Por eso, consideró que UPM fue “una contribución fundamental” para “zafar”. Según argumentó, si Uruguay rechazaba la inversión nueva inversión de UPM, Brasil no lo iba a hacer y era candidato a quedarse con el proyecto.